Rompiendo Tradiciones

▪️11▪️

Hermione paseaba por los jardines de Hogwarts tranquilamente, ahora tenía la esperanza de formar una familia en el futuro. Iba distraída y pudo sentir como caía al suelo a causa de una roca, pero antes de que su cara tocará el suelo alguien la sujeto de la cintura.

—Ten más cuidado.—dijo una dulce voz y miró a él hijo de Draco delante de ella.

—Gracias.—se sintió algo torpe Hermione. Miró con atención al chico él cuál solo le dedico una sonrisa.

—Así que Hermione.—Abraxas hablaba con mucha confianza a la castaña—Piensas en tu futuro.

—No creo que debas hablar con una sangre sucia, tú padre podría molestarse.—dijo Hermione tratando de huir de ahí.

—Esas palabras no existen en mi familia.—Abraxas parecía un poco molesto con el término que Hermione había utilizado.—Mamá me enseñó a respetar a todos los nacidos de muggles.

—Disculpa, pero tú padre es el más egocéntrico y elitista de todo Hogwarts. Es imposible creer que ya no lo sea.—hablo la castaña aún más confundida.

—La guerra y el amor hacía mi madre lo hizo cambiar.—Abraxas entendía el concepto que todo Hogwarts tenía sobre su padre, pero en el futuro Draco Malfoy había cambiado mucho siendo una mejor persona.

—Abraxas.—la voz de Draco hizo saltar a Hermione, así que solo decidió irse dejando a ambos.— ¿Por qué hablas con ella?

—Solo la ayudé a no caerse.—sonrió Abraxas.— Además, Hermione es increíble.

—Dime quien es tu madre.—la mirada de Draco suplicaba saber la verdad de quién sería aquella chica con quién compartirían su vida.

—Saca tu lado Griffindor y encontrarás respuesta.—valentía, era lo que Draco necesitaba pero el miedo a ser rechazado aún existía en él.

— Iré a la sala de Slytherin.—dijo Draco tomando otra dirección a la que Hermione había tomado.

El rubio no podía, había demasiadas cosas en su cabeza así que ya no se enfocaría en la castaña. Dejaría de insistir a algo imposible, ahora solo se preocuparía por la misión de los mortifagos encargada para él, dejaría de perder el tiempo y terminaría esa misión.

—Draco.—Pansy bajaba la escaleras cuando se encontró a su rubio amigo mirando el fuego de la chimenea.—Las presentaciones continuarán.

—No iré, Pansy estoy perdiendo tiempo con eso. Y hay una misión que el señor obscuro me dio, no debo fallar por mi familia.

—Draco.—pero el rubio la interrumpió.

—Pansy, ve tú. Pero yo no debo fallar.—dijo Draco subiendo las escaleras a su habitación, se sentía presionado con todo lo que pasaba.

Draco

¿Cómo me había fijado en ella? La recuerdo desde el primer día de Hogwarts, luciendo sus grandes dientes, su cabello completamente desordenado el cual parecía un nido de aves y siendo una sabelotodo. Ni siquiera la veía como una mujer, hasta el cuarto año donde la vi bajar por las escaleras portando su vestido de gala con una sonrisa y seguridad mostrada, aquella situación me hizo verla por primera vez como una mujer.

Y el ser llevada por Víctor Krum, despertó algo tan diferente dentro de mí, la necesidad de ser el principal pensamientos de aquella castaña me obligaba a molestarla continuamente junto a la comadreja y el cara rajada, sabía que era inútil, pero me agradaba hacerla rabiar siempre.

Observé la ventana y cerré mis ojos.

Podía verla en el jardín de la mansión Malfoy portando un vestido blanco con flores rosas, su sonrisa era aún más radiante y al mirarme corrió para abrazarme.

—Al fin llegaste.—aquel tacto me hizo estremecer.—Tengo una gran noticia.

— ¿Ya le dijiste Hermione?—mi madre aparecía también ahí.

—Estaba a punto.—miré a ambas sin decir una palabra.

—Fui a San Mungo y bueno, seremos padres.—solo la abrace.

—Es la mejor que me pasó, claro después de que aceptaras ser una Malfoy.—sujete su mentón y admire aquellos ojos chocolate, junte su frente con la mía y bese delicadamente sus labios con los míos, podía sentir aquella sensación tan real.

—Papá, despierta.—Abraxas estaba al frente de mí.—Tía Pansy dijo que no quería seguir viendo las presentaciones, por eso vine.

—No tengo ganas de seguir viendo las presentaciones.—la imaginación podía jugar gravemente con mi corazón.

—Papá, vamos. Verás que valdrá la pena.—sonrió Abraxas dándome ánimos de salir.

—Abraxas, ya te conocí. Ya valió la pena.—solo quería estar solo para poder seguir reparando el armario evanescente.—Ahora tengo que hacer otras cosas.

—Se lo del armario y el ataque.—dijo Abraxas y sentí vergüenza.

— ¿Cómo lo sabes?

—Tu mismo nos contantes todo tu pasado y nunca nos avergonzamos de tus errores, siempre mirada en alto como todos los Malfoy.—parecía realmente que Abraxas no sentía vergüenza ni asco de que su padre fuera un vil asesino.

— Cometí y seguiré cometiendo errores ¿No te importa?

—No, algunas veces no pudiste elegir otra opción porque no la había.—el futuro me daba una segunda oportunidad y esperaba aprovecharla muy bien.

—Volvamos a las presentaciones.

Hermione

—No entiendo cómo Harry termino siendo amigo de Malfoy.—se quejó Ron por séptima vez del mismo tema.— ¿En qué estaba pensando?

—No creo que Malfoy sea tan malo, su hijo demuestra que ha cambiado.—dije tratando de dar punto final a esa conversación.

—Pero eso no quita el hecho de que sea el hijo de un mortifago.—Ron comenzaba a darme dolor de cabeza.

—Basta, Ron no importa lo que ocurra actualmente con Malfoy, el futuro lo hizo cambiar y no solo a él sino a todos.—me detuve antes de entrar al gran comedor.

— ¿Lo estás defendiendo después de todo lo que te hizo?—golpe ligeramente mi cara, Ron no había entendido el verdadero punto de mi argumento.

—No lo defiendo, solo digo que la futura guerra cambio a más de un Slytherin y no debes cerrarte a lo que las presentaciones digan.

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Era demasiado raro ver cómo Hermione Granger defendía a su mayor rival, pero a Draco le parecía imposible creer que aquello fuera real, que la castaña lo defendiera de Weasley.

—Te dije que ella es increíble.—dijo Abraxas antes de entrar al comedor.

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Holis capítulo doble con Dramione incluído yo sé que lo esperaban demasiado, así que aquí está😚

Espero que les guste, no olviden votar y comentar.

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