Inicio como un día tranquilo en en la celebración de los caídos en guerra, pero un giratiempo roto cambio todo, viajando años atrás justamente en la época de sus padres y haciendo que enfrenten el futuro posible que tendrían arriesgando todo, inclus...
Varios encapuchados se colocaron alrededor del chico.
—Que esto sea solo un sueño.—decía el mayor de los Malfoy aún con los ojos cerrados.
—No lo es amigo, así que levántate.—dijo James ayudando al chico para levantarse—Tendrás que presentarte.
—Creo que no puedo evitar esto.—dijo resignado volviendo a subir al escenario. La mayoría se había percatado del parecido entre el chico y el príncipe de Slytherin.
Draco no había sido la exposición, ahí estaba su primogénito delante de él. Astoria sonrió encantada al ver a su futuro hijo.
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—Hola, mi nombre es Abraxas Malfoy.—una chica de Griffindor interrumpió la presentación.
—Eso es obvio, tu madre debe ser Astoria o su amiguita Parkinson.—dijo la chica con cierto rencor.
—No, ninguna de ellas es mi madre.—dijo Abraxas y Tory sintió como su corazón se rompía al escuchar que Draco nunca correspondería a sus sentimientos.—Y antes de que me interrumpan, continuaré. Tengo 16 años, aún no soy premio anual pero si soy prefecto y perfecto también.—dijo con una sonrisa coqueta característica de su padre—Juego Quidditch como cazador y bueno todas mi materias son mis favoritas a excepción de adivinación, es bastante tonta.
—Aún no puedo creer que mi mejor amigo es un nerd.—se burló James.
—Ignoren a ese torpe, mis padrinos son la fabulosa Pansy y su esposo.
— ¿Estoy casada?—dijo Pansy sorprendida, aún no asimilaba el hecho de que podría tener un lindo futuro algún día.
—Sí, pero no puedo hablar mucho de eso.—la mirada llorosa de Pansy conmovió a una de las encapuchadas.—Mi patronus es un lince y cuando salga de Hogwarts me dedicaré a trabajar contigo en las empresas Malfoy.
— ¿Por qué no dijiste tu casa?—pregunto Blaise al hijo de Draco.
—Es obvio que es una serpiente, como su padre.—dijo Dean con algo de asco.
—No.—respiro profundo antes de continuar—Pertenezco a Griffindor, la casa de los valientes.
Más de uno quedó asombrado con el hecho de que el hijo del príncipe de Slytherin fuera a la casa que más odiaba su familia. Incluso Draco sintió por un momento tristeza, pero al mirar a su hijo esa sensación desapareció, no, él no sería como su padre.
Se levantó de su lugar caminando hasta llegar a Abraxas y solo lo abrazo, demostrándole el amor que él hubiera anhelado por parte de su padre cuando era más joven. Hermione se quedó sorprendida al ver aquella escena y sonrió al darse cuenta que detrás de toda esa frialdad podía encontrar un ser cálido lleno de amor.
—No importa en qué casa vayas, siempre serás mi hijo y estaré orgulloso de ti.—aquellas palabras habían sido las mismas que le dijo en su época cuando entró a Hogwarts.
