Capítulo 26

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Pov: Ginebra.

Me encuentro en la cafetería del hospital necesito beber un poco de agua ingreso dos monedas a la máquina expendedora y sale mi botella del vital líquido, me encamino nuevamente a la sala de espera, los nervios me matan de saber que William llegará en cualquier momento. Siento los nervios a flor de piel de solo pensar de volverlo a mirar, tengo sentimientos encontrados su luna de miel se ha interrumpido.

Me dolerá mirarlo con ella pero en estos momentos lo menos que quiero es martirizarme más, ya he sufrido lo suficiente ya es hora que pase página y piense más en mi embarazo en lo que está pasando con Melina, debo plantar bien los pies sobre la tierra mi embarazo ahora es la mayor prioridad en mi vida,  el corazón se me hincha de felicidad de saber que tendré a una personita a mi lado, ya no volveré a estar sola.

Llego a la sala de espera y tomo asiento, destapo la botella de agua y la bebo lentamente es tan exquisita, termino de beber y la tapo nuevamente perdiéndome en mis pensamientos.

─Ginebra vine lo más pronto que pude. ─el chico del parque, mirando a la luz del día puedo observar que tiene los ojos negros, cabello castaño y cuerpo de modelo, su piel es morena es verdaderamente atractivo pero no mi tipo. Está parado frente a mi penetrándome con esa mirada tan profunda que lograría intimidar a más de una chica, pero este no es mi caso así que lo sigo detallando. Viste un traje a la medida en color azul marino, calzado unos zapatos en color negro reluciente, el perfume que emana de su cuerpo es exquisito de verdad que es muy guapo cualquier mujer caería doblegada a sus pies en cuestión de segundos. Ya que estoy enamorada del más perfecto tonto que pueda existir sobre la faz de la tierra.

─Hola Kian gracias por venir, de verdad que sorpresa no esperaba volver a mirarte y mucho menos que te tomaras la molestia de venir. ─me pongo de pie aún así él es más alto que yo, él se agacha quedando a mi altura depositando un beso en mi mejilla.

─Deberías sentirte afortunada en vez de estarme cuestionando, no todas tienen el privilegio de que este bombón las visite. ─dice con arrogancia absoluta.

─¡Pero que egocéntrico eres Kian!. Digo dando un suave golpe en su brazo.

─Ya lo sé preciosa soy inalcanzable, pero cambiando de tema ¿Cómo se encuentra la señora Melina?. ─ a dejado las bromas y cuestiona con seriedad, pregunta cómo si la conociera es un tanto extraño.

─Mal Kian el doctor ha dicho que no le quedan muchos días de vida. ─expreso con la voz entrecortada. ─El cáncer se expandió por todo su cuerpo y solo hay que esperar lo peor, y me duele en el alma por que llegué como su enfermera pero al paso de los días las cosas cambiaron mucho. Le tomé muchísimo cariño al igual que ella a mi y saber que partirá de este mundo me destroza el alma, ella es la única persona que me ha apoyado incondicional. —Kian acorta la distancia y me envuelve en sus fuertes brazos, me permito llorar se siente tan reconfortante aunque apenas le conozco, pero estar cerca de él me da fortaleza.

Sentir que alguien más me está brindado su apoyo, su afecto es demasiado agradable y saber que se preocupa por mi me hincha el corazón de alegría, porque si no fuese así de esta manera no hubiese venido.
Me transmite seguridad, siento gratitud hacía él espero y algún día lleguemos a ser muy buenos amigos. Lentamente lo rodeo devolviendo el abrazo así nos quedamos unos minutos hasta que un carraspeo me saca de la burbuja en la cuál me había metido por un momento. Me separo lentamente de Kian limpiando mis mejillas con el dorso de la mano, de pronto mis ojos conectan con otros de color miel. Mi mundo se paraliza miles de descargas recorren por todo mi cuerpo, de pronto siento unas inmensas ganas de correr a sus brazos y llorar en ellos, perderme en esos ojos que tanto amo admirar. Borro cualquier pensamiento de mi mente al mirar que se encuentra tomado de la mano de Emily, unos enormes celos me invaden quisiera arrancarle los cabellos de la cabeza pero que caso tendría solo haría el ridículo, al final de todo ella es su esposa.

Sentimientos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora