Capítulo 25 La anciana del abrigo rojo

935 100 34
                                    


▬▬▬▬▬ஜ۩۞۩ஜ▬▬▬▬▬▬

Las manos le tiemblan de coraje que lo consume. Ya había leído cinco veces el pergamino del sellado. Madara se salió con la suya. No ganaría nada con romperlo y arrojarlo al fuego, un sello es un sello, no hay nadie que pueda remover uno de esos donde la sangre de dos personas se mezclan. "¿En que diablos pensaba?" Se preguntó Tobirama cada vez que leía la parte por donde decía: "Son un alma, si muera uno, se lleva a la otra..." Rechinaba los dientes, su chakra elevaba, se podía sentir hasta afuera del campamento que la misma Senju creó para que su hermano y hombres, se refugiaran por la helada. ¿Quién iba a creer que los Senju acamparian afuera de los dominios de los Uchiha? Nadie, absolutamente nadie en su sano juicio. Lo tomaría como un mal chiste. Los porteros que custodian los muros principal sentían el chakra poderoso del albino. Permanecían con la guardia en alto por si los Senju volvían atacar.

Hashirama solo caminaba de un lado a otro del reducido salón, ya vistiendo ropa de kunoichi; una falada marrón ajustada a sus piernas y llega por los tobillos, una malla térmica color negro que cubre las piernas, brazos, pecho, y una faja para no lastimar su espalda. Tenía que arreglarse con Tobirama antes de ir a revisar cómo seguía Izuna tras la operación que aplicó en la mañana, aún no dormía, se podían notar ojeras en su tez canale.

El albino cansado de leer la misma mierda arrojó los pergaminos lejos de sí mismo. La morena giró la cabeza para verle, y ahí lo vio sentado por el suelo de madera, aún con su calzado ninja, armadura y bolso de herramientas ajustado a la cintura. No lucía conforme.

—De una vez hablemos, saca todo lo que tengas dentro, porque terminando, tengo que ir a revisar a Izuna. —Hashirama se colocó frente de Tobirama, a un metro los distancia.

El albino comenzó a dialogar mientras lentamente alzaba la cabeza para ver a su hermana a la cara:

—Espero que todo esto no se convierta en el mismo infierno, y que él no siga lavando más tu cerebro, ¿acaso piensas que solo pudo haberse casado contigo por interés? ¡Por favor, Hashirama, no seas una ilusa, date cuenta que Madara es el mismo Judas en persona! ¡Todo el maldito sellado le conviene, porque sabe que tú lo sobrepasas, y a lo mejor quiere que tú peles sus peleas y así llevarse la victoria para los suyos!

—Tus palabras me suenan a que nadie me puede amar, que nadie se puede fijar en mí por quien soy, solo mi fuerza brilla ante mi persona... ¿Por qué eres tan cruel conmigo..., Tobirama? —Hashirama estaba deprimente, su hermano lo podía saber.

—¿Cruel yo? —cuestionó con sorna —. ¡Cruel, Madara, por hacerte creer que te ama!

—Váyanse... —se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del salón —, le das la copia del trato a nuestro padre, él es quien tiene la última palabra..., si lo acepta o lo deja.

Tobirama se levantó de golpe y exclamó furioso:

—¡Ahora nos das la esplada, ahora que has cambiado nuestro prestigioso clan por el del bastardo —rio con sorna —, abre los ojos, él nunca te amará por tu persona, sino por lo que puede obtener a cambio de sus sucias caricias!

El poderoso chakra de la Senju elevó como un volcán a punto de explotar. Su cabello tonó chocolate se alzó con su aurora color púrpura. Ella estaba tan molesta que su propio campamento comenzó a colapsar.

—Lo amo tan puramente que por tal de no dar lástima cada vez que me traicione... me lamentaré sola. Gracias por decirme la verdad, hermano, yo ya me daba esa idea —su voz sonó diferente a lo que transmitía su chakra, habló decepcionada.

—¡Te ha colocado en Genjutsu, y debe ser uno más poderoso de lo usual de su asqueroso clan! —Tobirama quería tomar a su hermana a la fuerza y llevársela a rastras, si él fuera más poderoso que ella, lo hubiera hecho desde que apareció con el kimono de bodas en ella.

El beso de Judas  "Un rey sin corona" [Finalizada] ANTI ROMÁNTICO Where stories live. Discover now