Grandeza sin límites |Ouran host club|

🌸14. Un romance sin precedentes, parte 1.🌸

- Y-yo... - balbuceó con una voz temblorosa, mirando directamente hacia el piso - Hace tiempo que he estado pensando en ti. No puedo quitarte de mi mente... Eres una persona he-ermosa en todos los sentidos, y a-admiro mucho eso...

Rei alzó una ceja confusa, sin entender el punto de lo que le estaban diciendo. Se sentía halagada por las cosas bonitas que le estaban diciendo, pero no sentía correcto interrumpir con un "gracias".

- Y... Y es por eso que... - la timidez se adueñó de su ser por unos segundos, pero infló el pecho con valentía, y soltó lo que quería decir - ¡Realmente me gustas mucho, Hashimoto-san!

El hámster que corría en la cabeza de Rei se paralizó, sin hacerla capaz de procesar pensamientos, o al menos coherentes.

Hace una semana, empezó todo.

Rei había acordado estudiar con Haruhi y los gemelos Hitachiin en la biblioteca después de las actividades del club para un examen próximo. Ella no pudo resistirse a la idea de participar en esa clase de actividad, una muy normal entre amigos.

Amigos...

Pero si tan sólo no le hubieran dado ganas de ir al baño, ningún inconveniente hubiera pasado después.

La zona del baño más cercano al aula de ellos estaba un tanto concurrida, por lo que tuvo que entrar al de hombres (para no generar sospechas de que era mujer o un pervertido). Ignoró el hecho de que tal vez los chicos que la vieron entrar al cubículo podrían pensar que hizo del 2 o algo por el estilo, y se apuró en llegar a la biblioteca.

Fue a una biblioteca, pero resulta que era la equivocada, por lo que tuvo que darse un par de vueltas para encontrar la correcta y entrar, dispuesta a encontrar a sus compañeros de clases.

La biblioteca era grande y tenía muchos libros, como era de esperarse de una escuela rica que se empeña en mostrar su estatus, por lo que nuevamente empezó a darse vueltas sin saber dónde ir.

- Ah, maldita sea... - gruñó frustrada, apoyándose en un estante.

El estante se tambaleó y empezó a inclinarse con lentitud, haciendo que Rei se quitara con pánico. El mueble cayó, chocando con el estante vecino, haciendo lo mismo con el próximo, y así sucesivamente. Estaba quedando un desastre estilo dominó.

Rei siguió el rastro de cerca, queriendo hacer algo. Los estudiantes que estaban entre los estantes se quitaban del medio para no ser aplastados, pero había una persona, que estaba al final de la cadena de muebles, muy concentrada en un libro y que aparentemente no tenía idea de lo que estaba pasando.

La rubia corrió con más fuerza, y reaccionó lo más rápido que pudo.

- ¡Cuidado! - fue lo que alcanzó a gritar, pero no fue lo suficientemente rápida ya que el estante ya estaba cayendo sobre esa persona.

Rei no hizo más que lanzarse sobre el estudiante y cubrirlo con su cuerpo, recibiendo el impacto. Afortunadamente, como era el final de la fila de estantes, había una pared que había evitado el que el estante cayera por completo, por lo que sólo los libros fueron los que impactaron contra el cuerpo de Rei.

La mayoría de las tapas de los libros eran duras, y los textos eran gruesos, por lo que la llovizna fue un tanto dolorosa para ella.

¿Por qué Kami la odiaba tanto?

Cuando no sintió ni un sólo impacto más, se enderezó en su lugar y miró hacia abajo, donde estaba el otro estudiante, el cual estaba atónito por todo lo sucedido.

Era un chico, probablemente de primer año porque todavía tenía rasgos un poco aniñados, con el cabello castaño claro y ondulado. Las gafas estaban chuecas sobre sus ojos, de un azul tan claro y brillante como el cielo, haciendo sonrojar ligeramente a Rei.

- ¡Lo siento mucho! - se apuró a levantarse, quedando de rodillas entre las piernas del muchacho. Se levantó como un rayo - ¿Te encuentras bien? - ofreció su mano.

El muchacho parecía un poco en trance, pero apenas escuchó la voz de Rei, parpadeó y aceptó su ayuda para pararse.

Era menudo y un par de centímetros más bajo que Rei, por lo que es el ejemplo perfecto del estereotipo de un ratón de biblioteca.

Rei estaba contra la luz que se asomaba por las ventanas, por lo que esta se quebraba a los lados de su cabeza, haciendo brillar aún más su dorado cabello. A la vista del chico, era una imagen espectacular. De un momento a otro, Hashimoto le sonrió con interrogación, lo que hizo al muchacho sobresaltarse por el fuerte latido que sintió en lo más profundo de su pecho.

- ¿Qué hiciste ahora, Rei-kun? - se escuchó un tono sarcástico resaltando el "Kun", desde afuera del estante inclinado, de parte de Hikaru.

- ¡Oi!, Deja de molestar, ¡Pasamos por un momento de vida o muerte! - la naturaleza dramática de Rei salió a relucir.

Rei no soltó la mano del chico en ningún momento, y se aproximó a uno de los huecos que dejó el estante hacia el exterior.

- ¿Estás bien? - preguntó Haruhi, cuando Hashimoto ya estaba fuera.

- Si, creo que él resultó más herido que yo. - señaló a su acompañante, mostrando sus manos entrelazadas.

El chico reaccionó y se ruborizó hasta las orejas. Soltó la mano de Rei bruscamente y se acomodó las gafas en un santiamén, para luego irse corriendo de la escena - ¡Estoy bien!

Los gemelos, Haruhi y Rei se quedaron un momento en silencio, entre lo que una gran multitud se aproximaba con prisa a ver lo que había pasado con los estantes.

- Bah, que chico tan raro. - soltó Rei.

Entre los estudiantes aglomerados al rededor de los estantes, se escuchó el estridente grito de la bibliotecaria - ¡Quién es el responsable de esto!

Hikaru no dudó en apuntar. Se ganó un lugar especial en el odio de Rei. Haruka tuvo que pagar por los daños causados.

Y si Rei no se equivocaba, el muchacho que se le estaba confesando ahora, era el mismo de esa ocasión.

- E-e-e-eeeh, pero... N-nosotros... S-somossssss... Yo s-s-s-soy...

Ahora era más tonta de lo normal por el shock que estaba sufriendo.

¡Nadie había gustado de ella antes!, Siempre pensó que nunca nadie la querría de esa forma. ¿Cómo se supone que uno debe reaccionar a eso?

Además; era un chico, y a la vista de cualquiera, era una confesión hacia otro chico. ¿Era gay o sabía que ella era mujer?, Sinceramente, estaba aterrada por la respuesta.

- ¡No necesito una respuesta! - exclamó el chico, jugando con sus dedos. Formó una sonrisa nerviosa, fijando sus ojos celestes en los dorados de Rei - Esperaré.

Y se apresuró a escapar de la situación un tanto complicada para Rei.

Bueno, quitando todas preguntas que se le formaban en la cabeza. ¡Alguien se le había confesado!

Sus mejillas se calentaron de sólo pensarlo. ¡Su primera confesión!, De hecho, casi tenía novio. ¡Su primer novio!

¡Estaba muy emocionada, debía contárselo a Haruhi!

En otra parte de Ouran Highschool, en la tercera sala de música para ser más precisos, Kyoya estaba en su computadora, revisando las finanzas y página web del club.

Un sonido de notificación llegó a la computadora, y con eso una ventana en la pantalla. Con curiosidad la apretó, y su sonrisa inmutable se borró ligeramente.

En la foto se veían a dos chicos hablando frente a frente, pero era tan evidente lo que pasaba entre ellos que dolían los ojos.

La cara de uno estaba oculta por las ramas y hojas de un árbol, mientras que se podía ver ligeramente el perfil del otro.

Conocía ese perfil muy bien.

Hashimoto Rei debe una explicación; a él y a todos los miembros del club.