🌸13. Hitachiin VS el destino.🌸

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- Rei-kun, no puedo pasar este nivel. - dijo una clienta un poco desanimada, ofreciéndole la consola portátil al anfitrión recién nombrado.

- Huh, déjame ver. - pidió confiado Rei, sonriendo mientras apretaba los botones. Pero no importaba lo rápido y fuerte que apretara las palancas y botones, no podía esquivar los obstáculos del videojuego - ¿Qué demonios?

Por unos minutos, Rei se concentró en su consola portátil, haciendo que sus clientas se mirarán entre sí con incomodidad. Hashimoto farfullaba molesto, empezando a elevar la consola de arriba a abajo a semejanza de sus movimientos en el juego.

Por suerte, la hora del host club terminó, y las clientas de Rei se marcharon, con el silencioso acuerdo de nunca más pedir que Rei les enseñe su consola otra vez o si no resultaría una pérdida absoluto. Típico de hombres, pensaban ellas.

Tamaki observaba pensativo a Rei, sin estar seguro sobre que decir para llenarla de reclamos y correcciones que debía aplicar para no volver a cometer los mismos errores una y otra vez. Se le estaba haciendo difícil encontrar las palabras correctas, ya que no quería sonar muy estricto.

Así que hizo lo que mejor puede hacer un rey; contratar unos mercenarios (los gemelos Hitachiin) para hacer el trabajo sucio (quitarle el videojuego a Rei, y fastidiarla hasta que aprenda a no sacar esa porquería que la distraía de atender a sus respectivas clientas).

Hikaru y Kaoru se acercaron silenciosamente a la rubia, a quien aparentemente le han salido otros pares de brazos por la rapidez en la que los movía con la consola aún en manos. Ambos acordaron tomarla por sorpresa, por lo que se colocaron atrás de los hombros de Rei.

A lo lejos, Haruhi, quién tomaba el té con los anfitriones de tercer año, negaba sutilmente con la cabeza al ver la escena de los gemelos con Hashimoto. De verdad, no aprendían cómo tratar a Rei.

Cuando ambos hermanos estaban a punto de quitarle el juego a la rubia (uno la asustaría mientras el otro le arrebataría el aparato de las manos), Rei pudo ver con sus afiliados ojos dorados la pantalla con colores brillantes las palabras "Winner" en grande.

- ¡SI, LO LOGRÉ! - exclamó sin ningún cuidado, alzando los brazos a modo de celebración.

La sensibilidad de los nudillos de Rei era casi nula por tantos golpes que ha dado, por lo que no sintió realmente el impacto de su mano, y parte de la consola, contra el rostro de Kaoru. Un golpe directo e insonoro, que no fue captado por nadie a excepción del  gemelo en shock de la víctima.

Cuando Rei, sonriente y animada, iba a guardar su avance en el videojuego, se dio cuenta de la zona roja de su mano y unas pequeñas, diminutas, manchas de sangre fresca. A la chica le pareció raro, pues no tenía ninguna herida, entonces se dio media vuelta y observó a un hermano en el suelo con un río de sangre saliéndole de la nariz mientras el otro hermano se veía pálido mientras lo sujetaba como si fuera una escena de guerra.

Rei se congeló, sin saber cómo reaccionar.

...

- ¡Resisteee Kaoru! - lloriqueó Hikaru, con el brazo de su aturdido hermano sobre sus hombros.

- ¡Mantén su cabeza arriba, como te dije! - gritó Rei, con el otro brazo del gemelo sobre sus hombros.

Ella alzó la barbilla de Kaoru, quien llevaba servilletas tintadas en su nariz, ya que al fin y al cabo el gemelo mayor no había seguido sus órdenes.

Ambos terminaron espantados por el hecho de que Kaoru había quedado inconsciente, Hikaru por la seguridad de su hermano, y Rei por la posibilidad de enfrentar cargos de la familia Hitachiin. Era una familia rica, podrían pagar por un abogado, y además habían testigos.

Grandeza sin límites |Ouran host club|Where stories live. Discover now