Grandeza sin límites |Ouran host club|

🌸03. Secreto no secreto, parte 1.🌸

No podía creer lo que acababa de escuchar, de verdad que no podía creerlo. Clavó sus uñas con fuerza en los extremos de sus cejas con furiosa incertidumbre. Su mal temperamento estaba siendo alterado de manera increíble.

- ¿... Por qué? - murmuró con dificultad por sus dientes apretados con fuerza.

- Tranquila, no es la gran cosa.

- ¿Que no es la gran cosa?, ¡estoy arriesgando mi vida escolar por esto!

El mayor la miró por unos segundos en silencio, internamente divertido por la expresión desencajada la rubia. Barrió el aire con su mano en señal de poca importancia – Definitivamente; no es la gran cosa.

Los dientes de Rei rechinaron, y humo pareció salir de sus oídos.

Todo por la simple petición/orden de Kyoya sobre ocultar su verdadero género. Ya era tarde como para retractarse de todas formas, todos creían que era un chico.

Claramente, Rei reaccionó totalmente a la defensiva. Detestaba que le digieran que hacer y qué no hacer, sobre todo si perjudicaba su propia integridad.

Por un momento se levantó de golpe de su asiento frente a su Senpai, con todo el deseo de ahorcarlo, pero volvió a sentarse frustrada al ver que en un rincón se encontraban unos aterradores guardaespaldas.

- Tienes tanta suerte de que no te arranque la cabeza de un mordisco. – murmuró ella entre dientes, clavando sus dedos sobre los mangos del asiento.

- Seguro que sí. – respondió Kyoya con ironía, ignorándola tras leer unos menajes que recibió su teléfono móvil.

Rei se retorció en su asiento aguantando su furia.

Se levantó de un salto, dispuesta a irse, bajo la suspicaz mirada alzada de la pantalla del teléfono de Kyoya. Él no evitó sonreír levemente.

...

- Haru. – llamó aburrida Rei. Fue a encontrar consuelo en la recién nombrada, asomándose por el respaldo del asiento en el que estaba sentada la otra.

- Dime. – respondió suavemente la castaña, tomando un sorbo de café instantáneo.

- ¿No es muy difícil hacerte pasar por hombre? – preguntó con la mejilla contra el borde del respaldo, mirando con sus ojos miel a los grandes y castaños ojos de Haruhi.

La sorpresa hizo que la castaña separara abruptamente sus labios de la taza, dejándola sin habla por unos segundos.

- ¿Cómo... cómo lo sabes? – no había terminado de procesar sus propias palabras cuando las pronunció, hasta que adaptó una postura pensativa y murmuró - ¿Te lo dijo Kyoya-senpai?

Rei sopló un mechón de cabello que obstruía su visión - ¿Cómo dices?

- Oh, nada, nada. No me hagas caso.

Haruhi sonrió un poco, y despejó la frente de Rei con un movimiento suave de su mano. Hashimoto se sintió apenada, pero aceptó los mimos amistosos con una ligera sonrisa. Ambas rieron, siendo escuchadas por los demás miembros del club.

- ¿De qué creen que estarán hablando? – murmuró Tamaki, apoyado en una columna tras escuchar la risa compartida de ellas, mientras los otros miembros miraban a la misma dirección sin prestarle la mayor importancia. Si no hubiera estado acuclillado con depresión hace unos segundos, hubiera visto la escena de Haruhi y Rei digna de ser de un manga Shojo, algo fatal para su complicado corazón.

- Tal vez estarán planeando su primera cita. – murmuró Kaoru con un semblante burlesco en el oído del rubio, produciéndole un escalofrío.

- O su boda. – murmuró Hikaru de la misma forma que su gemelo.