17. Pura mentira

7.1K 293 30
                                    

Estaba sola, estaba perdida y condenada.

No sabía muy bien cuanto tiempo había pasado desde que estoy aquí. Perdí la cuenta a partir del primer momento en que me di cuenta que nadie me ayudaría, en que mi vida ya no era mía, tan sólo era mi encarcelamiento en estas cuatro paredes. Odio estar aquí, odio a Cayden Dunkel y que todos los malditos días intente acercarse a mi, que no sea capaz de comprender que el amor no es algo que se imponga y menos después de cargarle la vida a una persona. Intenté negociar con él, ofreciendo no decir que él era el autor intelectual de mi secuestro; pero nada más no entiende, sólo se enfada y rompe cosas. .

De lo único que era yo consciente, es que no podía dejar ese maldito día atrás, todas las noches recordaba sus asquerosas manos en mi cuerpo y la salvajidad con que lo poseyó. Tenía miedo, estaba confundida pero sobre todo me encontraba cansada. Cuando me habló de su obsesión conmigo, creí que seria algo pasajero, que equivocada. Supongo que el único pequeño consuelo que tengo, es que a pesar de todo el muy maldito no ha intentado tocarme de nuevo.

¡Maldición!

Esto no tenía sentido, nada en esta historia contaba con resolución sólida, que explicará realmente, el porque me pasaba esto a mí.

—Despierta— lo escucho entrar a mi "habitación" suena serio. —Alejandra, ya despiertate— decía en el mismo tono. ¿Porque la noche debía culminar tan rápido? Yo sólo quería tener la paz que él me había arrebatado, añoraba que todo esto tan sólo se tratará de una pesadilla de la cual no tardaría en despertar.

—¡Levantate, ahora!—

No quiero.

Si, últimamente el profesor Dunkel ha estado en sus días. Bueno, desde lo sucedido

—Despierta— ordena otra vez.

Que se pudra.

—Alejandra, levántate. Ya es muy tarde como para que sigas durmiendo— ¿Y? No es como si eso me importará. Entré más duerma menos lo veré.

—Alejandra, hablo enserio.— podía escuchar sus dientes rechinando u eso me asustaba.

Así que lo vuelvo a ignorar.

—Mi amor.....

—No me digas amor y déjame en paz— suelto.

Siento la cama sumirse, supongo que se ha sentado al borde de la cama, abrazo mi almohada y me doy la vuelta dándole así la espalda.

—Creí que estabas dormida.

Bufo— ¿Cómo voy a lograr dormir sí no me dejas?— digo en tono para nada amable. 

—Hasta que despiertas, bebé— dice en tono seco.— te traje el desayuno.

No se porque me vuelve a encadenar, si por más que grite nadie me escucha y por más que intente correr él siempre logra alcanzarme.

—¿No dirás nada?

—Gracias— digo en un hilo de voz.

Subí un poco la mirada, encontrándome con sus ojos. Eran hermosos, muy azules con un contorno oscuro delineados con las negras pestañas que rodeaban a ambo. Si sólo prestaras atención en ellos probablemente jamás se darían cuenta de la maldad que lleva en su interior.

—De nada— se pone de pie y comienza a caminar para salir de la habitación. Siempre es lo mismo, me trae comida y se va para regresar cuando termino y llevarse los trastes. Algo demasiado aburrido, pero a la vez, algo que no cambiaría por nada. Prefiero morir de aburrimiento a estar en la misma habitación que él.  Ya tampoco me llama con apodos lindos, y si lo hace, los dice secamente como ahorita. Pero como lo dije antes, no me interesa por mi, esta mejor si no lo hace. 

Secuestro ObsesivoOnde histórias criam vida. Descubra agora