- ¿Desea cortar el cordón? -Preguntó el médico, giré mi cabeza y pude ver como Raoul lloraba a mares de la emoción mientras asentía lentamente.

Una enfermera acercó unas delgadas tijeras que Raoul sostuvo con nerviosismo con su mano derecha mientras que con la otra retiraba algunas lágrimas de su rostro, con cuidado acercó las tijeras al cordón, respiró profundo y lo cortó poniendo un poco de esfuerzo en ello.

El médico sonrió y Raoul tapó su boca con su manos mientras las lágrimas seguían cayendo como si no quisieran detenerse, al igual que conmigo.

Una enfermera caminó hacia nosotros y tomó al bebé en sus manos, retrocedí unos cuantos pasos para ver como ella le entregaba el bebé a Christine quien se encontraba semiconsciente, Raoul, sin dudarlo, avanzó hacia Christine y cuando esta tenía al bebé en sus manos ambos acariciaron al pequeño individuo para después compartir un tierno beso.

Del rostro de Christine las lágrimas se derramaban a mares comprobando que todos estabamos llorando por el nacimiento del bebé, todos excepto los médicos.

Respiré profundo y limpié mis lágrimas con ambas manos, suspiré y después avancé hacia el rostro de Christine quedando al otro lado de la camilla donde Raoul se encontraba, es decir, enfrente de este.

- Es hermoso -Susurró Christine entre algunos pequeños sollozos.

- Lo es -Dijo Raoul mientras se limpiaba algunas lágrimas.

- ¿Cómo piensan llamarle? -Pregunté.

- Philippe -Susurró Christine- Como tu hermano, Raoul

Raoul comenzó a llorar más, su hermano mayor, Philippe, llevaba meses desaparecido, desde aquel día en que me hice pasar por Christine en el teatro Garnier.

- Gracias -Susurró Raoul mientras limpiaba con cuidado sus lágrimas.

Christine acercó su mano al rostro de Raoul y lo acarició levemente mientras retiraba algunas lágrimas de su mejilla, Raoul colocó ambas manos encima de la de Christine y la llevó a sus labios para depositarle un pequeño beso en la misma.

Un extraño sonido inundó la habitación, era como un pitido sumamente estruendoso que hizo que retrocediera un poco para ver a los médicos, una enfermera corrió rapidamente al pequeño monitor al que estaba conectada Christine y a otra hacia Christine para retirar con cuidado al bebé de sus brazos.

- Es una línea plana doctor -Dijo la enfermera girándose a ver al médico.

Raoul giró a ver al médico quien rápidamente llegó al monitor, lo vió, tomó el pulso de Christine y volteó a ver a las enfermeras.

- Asistolia -Susurró mientras acomodaba ambas manos en el pecho de Christine- Tendré que darle compresiones, ustedes tienen que retirar la placenta de su interior 

No comprendía lo que el médico decía pero sabía que no era algo bueno, las enfermeras asintieron y rápidamente se colocarón entre las piernas de Christine enfrente de su vientre, retrocedí un poco mientras cubría mi boca con ambas manos, la rápidez con la que actuaban era impresionante.

Volteé a ver a Raoul y pude darme cuenta que su mirada pasaba de un lado hacia otro en cada segundo, estaba en pánico y tampoco comprendía que era lo que sucedía ante sus ojos.

La respiración estaba comenzando a hacerme falta, deseaba con ansias retirarme el cubrebocas ya que sentía que este impedía el paso del aíre a mis pulmones, pero lo único que hice fue retirarme las manos de la boca y comenzar a jugar con ellas con nerviosismo.

- Doctor -Dijo una enfermera- La paciente esta perdiendo demasiada sangre

- Traten de suturar la herida -Dijo mientras seguía empujando sus manos con fuerza sobre el pecho de Christine.

Mi vista pasaba del doctor hacia las enfermeras pasando por Raoul en el proceso, estaba nerviosa, no sabía que pasaría, solo deseaba con todas mis fuerzas que Christine estuviera bien, necesitaba estar con su hijo, vivir tranquila, ya había sufrido demasiado en esta vida, necesitaba un poco de dicha en ella.

Los minutos pasaban y mis nervios aumentaban, pronto en la sala entraron más médicos, venían a ayudar, Raoul se acercó a ellos a preguntarles sobre aquello que estaba pasando pero ninguno supo darle respuesta alguna, mientras tanto yo me alejé lo más que pude de la escena llegando a chocar con la pared por desear estar lo más lejos de aquello que pasaba ante mis ojos.

- Lleva 20 minutos así -Susurró un médico que estaba justo enfrente de mi.

Los médicos se abrieron dejando paso a ver que era lo que pasaba en la camilla, el doctor dejó de hacer aquello que hacía, el monitor seguía emitiendo aquel estruendoso sonido y las respiraciones de todos en la habitación eran demasiado pesadas mientras el ambiente se sentía tenso.

El médico mantenía la cabeza agachada, Raoul caminó hacia él y cuando estuvo cerca de este levantó la cabeza; contuve la respiración casi sin darme cuenta cuando vi que el médico colocó su brazo encima de Raoul mientras este lo veía desconcertado.

- Lo siento mucho -Dijo el médico- No e podido salvar la vida de su esposa

Mi vista se volvió borrosa al escuchar aquellas palabras salir de la boca del médico, Raoul permaneció estático unos segundos y después comenzó a mover su cabeza hacia los lados mientras susurraba un ligero "no".

- Usted esta mintiendo -Dijo Raoul- Christine no puede... ella no

- Lo siento mucho señor 

Raoul empujó con fuerza al médico y corrió hacia la camilla, entre susurros se podía escuchar como suplicaba con fuerzas que aquello que le había dicho el médico no fuera real, la escena ante mis ojos era desgarradora, Raoul quería con todas sus fuerzas regresar a Christine hacia nosotros, hacia la vida.

- ¿Por qué? -Susurró Raoul entre sollozos- Acaba de nacer nuestro hijo Christine, él necesita a una mamá, él te necesita -Las lágrimas y los lamentos de Raoul eran cada vez más fuertes- No puedes dejarnos sólos, no puedes...

Llevé mis manos a mi boca nuevamente para impedir que aquel lamento saliera de mis labios cuando aquel sonido desgarrador salió de las cuerdas vocales de Raoul, sentí como las lágrimas se resbalaban a mares por mis mejillas mientras veía como pasaba lo mismo con Raoul.

- No puedes dejarnos -Volvió a susurrar Raoul entre sollozos- Te amo Christine

Esas palabras hicieron que no pudiera contenerme y caí de rodillas al suelo mientras lloraba abiertamente, ambos se amaban y aquel amor estaba concluyendo hoy, ante mis ojos, ante los ojos de todos los médicos y enfermeras.

Aquellas tres palabras fueron como un balde de agua fría, esas tres palabras dejaban en ver que lo que estaba sucediendo era real, no era un sueño, estaba pasando y estaba pasando justo enfrente de todos nosotros, aquello estaba rompiendo promesas, estaba rompiendo esperanzas, estaba destrozando familias.

Christine había muerto, mi mejor amiga había muerto, la mejor persona que había pisado este mundo se había ido, se había ido sin disfrutar algún día de dicha y simple felicidad como cualquier persona y eso dolía, dolía mucho.

Retiré con fuerza el cubrebocas de mi rostro haciendo que las ligas del mismo hicieran algunos araños en mis mejillas por la brusquedad del movimiento pero aquél dolor no era nada comparado con el que sentía, había perdido a la única persona en la que podía confiar y nada podría llenar ese enorme espacio vacio.

Christine se había ido, se había ido para nunca volver, se había ido para siempre dejando a su único amor, dejando a un hijo sin madre a quien querer y dejando a un ángel sin tener a quien cuidar.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Nota de la autora: Hola <3

Antes que nada quiero pedir perdón por todo el tiempo que duré sin publicar, este capítulo me llevó mucho tiempo entre que investigaba y tomaba valor para escribir aquello que deseaba.

También quiero agradecerles por hacer que esta historia llegara al 2k de leídas (el domingo 10 de noviembre del 2019) me hacen demasiado feliz por ello, por cada voto, por cada comentario, gracias, muchas gracias por todo.

Nos vemos luego en otro capítulo.
<3

De Vuelta en la OscuridadWhere stories live. Discover now