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¡¡Volvemos con Eres Mía, Cadete a lo grande!! ¡¡Me siento emocionada!!>w< ¡Disfrutad!💫❤

Siento el pesado cuerpo de Levi empujarme encima de la cama y agarrarme las muñecas a ambos lados de la cabeza. Sus intensos ojos grises se clavan en los míos como dagas, y veo el deseo en ellos, ese deseo que lleva cuarenta días reteniendo.

(Para aquellas que no lo sepáis, hay que esperar 40 días después del parto para tener relaciones :³)

Levi: ¿Sabes cuánto me llevo reteniendo, mocosa?-me susurra, con un tono de voz lujurioso que me demuestra que es cierto.

____: Mm...¿acaso sabes cuánto me llevo yo conteniendo?-respondo, con el mismo tono y una sonrisa pícara.

Levi: Menos que yo, eso seguro.

Baja sus labios hasta posarlos en mi clavícula, y empieza a dejar pequeños besos mojados mientras asciende lentamente hacia mi cuello, haciendo que suspire

____: Tsk...qué sabrás...-contesto, tratando de evitar los pequeños gemidos que su contacto me provoca.

Succiona mi piel hasta dejar una marca de tamaño medio, y luego sigue escalando hasta llegar a mi mentón, y de ahí, a mis labios.

Lo recibo intensamente, esta noche es para él y para mí. Es nuestra noche de bodas.

Su lengua juega con la mía de forma casi salvaje. Se nota que lleva con ganas de esto demasiado tiempo. Yo también, echaba de menos lo que era sentir a Levi uno conmigo. Y hoy, al fin, volveré a descubrirlo.

Sus manos siguen sujetando mis muñecas fuertemente, tanto que creo que me va a dejar marcas. Es su forma de decir que soy suya y que soy de su territorio, en otras palabras, de marcarme. Poco a poco, va aflojando y baja las manos hacia mi cuerpo, acariciándomelo por encima de la ropa. Coloca una de sus piernas entre las mías, demasiado arriba diría yo, lo que hace que esté aún más impaciente.

Sigue bajando hasta tocar el dobladillo de mi camiseta, y en una fracción de segundo, se encarga de quitarla y dejarme con el torso únicamente vestido con el sujetador. Hacía tanto que nadie me miraba, que ver como Levi me observa embobado, provoca un leve sonrojo en mis mejillas.

Vuelve a subir y me besa apasionadamente, a la vez que sus manos comienzan a desabrocharme los pantalones. Poco a poco, va dejando besos por mi mandíbula, mi cuello, mi clavícula, mi ombligo, y llega al comienzo de la costura de la ropa interior. Sus ojos, ardientes de deseo, me miran como para decirme qué es lo que va a hacer y, con una mano, me sujeto a las sábanas. Así, lentamente, comienza a quitarme la ropa que se encuentra debajo de mis caderas, hasta que lo único que llevo puesto es el sostén. Lo que llevaba unos segundo planeando, lo lleva a cabo, y siento su lengua recorrer toda mi intimidad de la misma forma que lo hacía cuando vivíamos en el subterráneo. Evito soltar gemidos todo lo que puedo, y aprieto las sábanas con fuerza.

Levi introduce el primer dedo, provocando en mí una sensación de placer que llevaba tiempo esperando. Suelto suspiros ahogados y cierro los ojos. Me relamo los labios antes de morder el inferior, y con la mano que tengo libre, acaricio su pelo y le tiro de las puntas, provocándole unos pequeños gruñidos que significa que le excita. El segundo y el tercero vienen a la vez, casi sin esperarlo, lo que provoca un poco de dolor por la brusquedad.

____: L-Levi...me voy a...-lo aviso, con la voz temblorosa.

Me tiembla el cuerpo y siento cómo sudo. La mano que tiene libre, la pasa por mi espalda arqueada, y se encarga de quitarme lo único que me quedaba puesto de ropa interior. Masajea lentamente uno de mis pechos mientras me pierdo en una espiral de placer que nunca hubiera imaginado.

Eres Mía, Cadete | 𝖫𝖾𝗏𝗂 𝖷 𝖱𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora