Capítulo 24

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Abro los ojos lentamente miro el reloj de la mesita de noche marca las ocho de la mañana, aún tengo mucho sueño pero a Melina le toca su dosis de opioides y morfina para tener el dolor controlado, no quiero que sufra ni lo más mínimo. Ella se ha convertido en lo más parecido a una madre para mi, es tan buena que jamás me cansaré de repetirlo ella es la que siempre a estado conmigo en todo este asunto del amor. 

Aún duele como el demonio y me mantiene exhausta, recordé que mientras mantenía una charla muy amena con Melina, William llamó preguntando por mi sentí que el mundo se venía encima de mí, sentí una mezcla de emoción combinada con decepción y dolor. Melina por su parte se notaba incomoda ya que se limitaba a responder al instante supe que preguntaba por mi, al final sólo corto la llamada después de confirmarle que me encontraba con bien en casa. Se notaba molesta y no sabía el motivo, solo me quedé en silencio hasta que decidió hablar, me confeso que William se encontraba borracho y que le exigía poder hablar conmigo que repetía que me amaba que había cometido un grave error al casarse, que deseaba pedirme perdón. Situación que Melina evitó por no causarme más dolor, es por eso que decidió cortar la llamada. No mentiré sentí miles de mariposas revoloteando en mi vientre al saber que era él, las palabras que me dijo Melina me dejaron más pensativa que nunca.


Me ama suena lindo pero tristemente la realidad es otra, se que soy una tonta pero no lo puedo evitar, me coloco boca arriba observando el techo coloco una mano en mi vientre una sonrisa se posa en mis labios siento mucha felicidad 'seré madre y ahora se que tu padre me ama bebé.' Me repito mentalmente una y otra vez, la poca luz que emerge desde afuera se cuela por entre las cortinas que adornan el ventanal de esta habitación, a de ser nuevamente un día nublado ya que la luz no es brillante sino opaca, de pronto llegan los recuerdo a mi mente la bella historia que me contó Melina esta madrugada sobre su vida me llenó el corazón, esa historia es digna de ser una novela de romance o una película sería magnífico.

Siento admiración por ella y por su gran historia de amor, luchó y al final salió recompensada, es por eso que de hoy en adelante mi ejemplo a seguir será ella. ¿si ella pudo sola quien dice que yo no lo podré? no me dejaré vencer, ni mucho menos tomaré las decisiones que alguna vez tomó mi madre.

Lentamente me pongo de pie, las nauseas invaden mi cuerpo nuevamente corro al cuarto de baño y me arrodillo sobre el váter, vomito lo inexistente en mi estómago como cada día últimamente he estado alimentándome muy poco y eso podría traerme fatales consecuencias, ya tengo que comenzar a pensar con la cabeza fría, por mi bebé y también por mi. Él es lo único que me mantiene de pie, lucharé por él, que se ha convertido en lo más importante de mi vida mi motivo a seguir, me pongo de pie halo la cadena del váter y lentamente me desvisto, y entro a la ducha.

***

Me encuentro saliendo de mi recámara para ir con Melina le toca el medicamento, el hábito lo he dejado de usar desde hoy, me he decantado por usar una blusa manga larga color blanco y opte por unos Jeans y mis Nike negros con blanco. En la tarde pasaré con la madre superiora a revelar la verdad y entregarle el atuendo sagrado el cuál porte con mucho orgullo y el que alguna vez fue mi sueño. Después de darle miles de vueltas al asunto en mi cabeza, está disidido, dejaré el convento comenzaré mi vida normal como cualquier persona mundana, trataré de integrarme a la sociedad es lo mejor, no puedo seguir viviendo en pecado y faltando al respeto a Dios.

Golpeo suavemente la madera de la puerta de Melina, no obtengo respuesta alguna, ha de permanecer dormida aún. Recordé que anoche reímos como dos locas de atar le conté sobre Kian el chico místico que conocí en la catedral y que me trajo a casa muy amablemente, me pregunto tantas cosas sobre él, que hasta parecía agente del F.B.I. Le conté lo poco que supe de él. Me fui a la cama marcando el reloj las cuatro de la mañana, no sin antes prometer que traería a ese chico a casa a cenar, Melina quería darle su punto de vista bueno saber si era un buen chico y saber si merecía ser digno de mi amistad, Melina era demasiado protectora.

Sentimientos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora