18. La Llave

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Era el momento decisivo. El final de la recta para detener a White Demon, cual verdadero nombre era Clavis Ostium. El destino de la Tierra dependía de lo que Alexander Smith, también conocido como Blue Night, hiciera.

El grupo reducido de Alex sólo contaba con Dylan, Scott, Billy y Matt, quien estaba encerrado en un contenedor por sus grabes lesiones. Ellos eran todo el apoyo que el joven héroe tenía. El plan era hacer volar todo el edificio aunque eso significara que él sería enterrado vivo.

-Bien, niño -dijo el demonio blanco-. Has sido una astilla clavada en mí. Fue divertido jugar contigo, pero ya se acabó. Yo gano.

-Sobre mi cadáver -exclamó como grito de guerra, para luego correr colina abajo para llegar a la profundidad de la excavación, justo a la gran Puerta que ahí estaba.

En el último instante, saltó. Ya sea por la carrera realizada que sirvió como impulso o por sus propias habilidades, el joven héroe logró realizar un gran trayecto aéreo mientras unía sus dos bastones para formar uno solo para cuando al caer, impactar de lleno a White Demon con una punta, la cuál llegó a esquivar a duras penas. Alexander no perdió tiempo y con una maniobra rápida golpeó al demonio con la otra punta, dándole en un costado de su torso.

La criatura de ojos carmesí no tardó en devolver el golpe, dándole una patada en la cara que lo devolvió al suelo. Clavis Ostium se puso encima del indefenso héroe y arremetió contra él, lanzando golpes a diestra y siniestra, lo cual le dificulto al momento de tener que usar su bastón para protegerse. Cansado de estar golpeando sin éxito, alzó su zarpa oscura y de sólo un movimiento, partió en dos partes el arma.

Alex trató de usar eso a su favor, golpeándolo con ambas fracciones, pero el demonio las tomó y las volvió a partir con sus garras. Indefenso, decidió darle una contundente patada en el pecho a su rival para quitárselo de encima de una vez. Se arrastró en la tierra mientras el otro se recuparaba del golpe. Al verlo arrastrarse por un segundo más de vida, White Demon no tardó en soltar una seca carcajada.

-Arrastrate, lucha por tu vida -Se acercó al héroe y le dio un pisotón en la espalda, haciéndole comer polvo-, pero al final vas a morir de todas formas -le puso nuevamente el pie encima, pero esta vez en una pose de victoria sobre su enemigo mientras Alexander Smith se quejaba y luchaba por liberarse-. Y en un mundo gobernado por Darksoul, nadie te recordará.

Levantó en alto su brazo derecho y estiró más las puntas de sus garras, listo para clavarselas directo en el corazón.

Pero su plan se vio interrumpido cuando una patrulla maltrecha irrumpió en el recinto, yendo a toda velocidad para luego "saltar" al vacío que había por la excavación, dejándole una caída en trayectoria directa hacia los dos contrincantes. Alexander no pudo ni tuvo tiempo de reaccionar, pero White Demon se quedó viendo como el gran vehículo se le venía encima.

El joven héroe cerró los ojos y espero que la patrulla lo aplastase, pero por un azar de la suerte, el vehículo sólo se llevó por encima al demonio blanco varios metros atrás. Alexander temblaba por el susto que se había llevado, juraba que sentía la espalda destrozada por el peso del auto sobre él, pero sólo era por las pisadas recibidas.

Sin tiempo que perder, se levantó quejándose de dolor, y miró atrás, tanto preocupado por si su enemigo seguía vivo o por el piloto del auto. Pero una voz en lo alto calló su miedo.

-¿Estás bien? -preguntó Dylan, quien estaba recubierto de polvo y tierra, por el hecho de que saltó del vehículo en movimiento en el último tramo. Se le notaba agitado.

Alexander asintió agotado, pero aún su lucha no terminaba. No tenía tiempo para pensar en que casi moría en dos ocasiones en menos de dos minutos.

Blue Night: El inicio de un héroeWhere stories live. Discover now