Sé que estoy enamorado de ti

268 25 47
                                    

N. de la A.: ¡Sean todos bienvenidos a un nuevo capítulo!

Hoy, que es sábado, he vuelto después de publicar extraordinariamente el jueves pasado.
¡Querida amiga Saturnine! Espero que este capítulo sea de tu agrado :) y que no quieras matarme con lo que se viene xD (has reaccionado muy bien a la info confidencial JAJAJAJAJAJA) ¡Eres la mejor! Gracias por todo, querida mía. ¡Estoy muy feliz de que podamos fangirlear como niñas chicas con todos estos ikemen que tanto nos gustan!
Y, por supuesto, un gran saludo a mis lectores: Opalo Hope, Karen Subero, OmegaSW, KenjiHimura, Enzo Pompolo, jhopeau, Made_querol, virgin_sky, maricristiana2001, angelus9996, lalala199x, Betsy0511, HaydeeTuci, LadyYomi, VickyCarlas, y todos quienes pasan por aquí en silencio. ¡Muchas gracias por el apoyo!

Disclaimer: Los personajes utilizados aquí son propiedad de Takehiko Inoue. ¡Gracias por dibujar y escribir una historia tan hermosa!

.

.

Sé que estoy enamorado de ti.

Lo primero que entró al campo visual de Ryusei fue su hijo sentado en el suelo con las piernas recogidas frente al sofá de dos cuerpos. Y, en segundo lugar, la chica que lo ocupaba recostada sobre su espalda. Tenía un aspecto lacio, como si se estuviese recuperando de un fuerte desmayo.

Yohei abrió los ojos en ese momento, y la tranquila expresión de su rostro fue rápidamente sustituida por otra que combinaba sobresalto, vergüenza y un poco de molestia.

—¿No que llegabas más tarde, viejo?

Fujii se convirtió en una estatua, con la mano que tenía en la piel de Yohei paralizada, y en menos de un segundo reaccionó como si se tratase de un dibujo animado: se irguió para quedar sentada de manera convencional con la respiración arrebatada. Por un instante, deseó tener el pelo largo de nuevo para conseguir ocultar el intenso bochorno que sentía. ¡Excelente carta de presentación le estaba entregando al padre de su novio! Si tan solo no hubiera estado tan concentrada acariciándole el rostro a Yohei, habría escuchado la puerta...

Ryusei escupió algunas risitas que consiguieron aumentar su profunda vergüenza.

—Como dijiste que tu novia podría venir hoy, me las arreglé para regresar antes a casa —explicó tratando de ponerse serio otra vez, utilizando una voz muy grave e hipnótica. Yohei encogió los hombros mientras se arreglaba el pelo con una mano—. No creíste que me iba a perder la oportunidad de conocerla luego de todo lo que te insistí en que la trajeras, ¿o sí?

Sin esperar respuesta, dirigió sus pasos hacia la niña para saludarla, y esta se puso de pie inmediatamente elaborando una profunda reverencia.

—Se... señor Mito, me llamo Fujii Koizumi... y yo... s-salgo con... —Al diablo todo el discurso que tenía planeado, ni siquiera conseguía terminar una frase sin tartamudear.

Yohei observó con una mueca burlona cómo su progenitor se agachaba un poco para quedar al mismo nivel que Fujii y obligarla a equiparar la mirada con él.

—Qué bonita eres, Fujii-chan —murmuró con expresión cálida.

La aludida sintió que volvía a hervir cuando sus ojos se cruzaron con los de Ryusei, tal y como en ese apasionado beso francés de hace tan solo unos minutos atrás. Comprobó que la fascinante sonrisa de Yohei le venía de él, porque era prácticamente un calco de su gesto habitual, con nota sarcástica incluida.

—¿Siempre es tan tímida? —preguntó a su primogénito, el que asintió de buen humor—. Espero que mi hijo no te haya atacado mientras estaban solos. —La frase emergió teñida de cierta nota ocurrente.

Melodía de inviernoWhere stories live. Discover now