El día en que robaste mi mirada

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N. de la A.: ¡Sean muy bienvenidos a un nuevo capítulo!

No tengo mucho por decir, solo que estoy en modo zombi. De nuevo XD ¡perdón! De verdad han sido unas semanas terribles en el trabajo.
Perdón por lo tarde que publico hoy. No quería dejarlo para mañana.

¡Gracias a todos por su apoyo, sus estrellitas, sus reviews, y sus palabras de ánimo! Me hacen muy feliz, sépanlo.

Disclaimer: Los personajes utilizados aquí son propiedad de Takehiko Inoue. ¡Gracias por dibujar y escribir una historia tan hermosa!

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El día en que robaste mi mirada.

La preparatoria Kainan concluyó su partido contra Umamiya ganándole por más de cincuenta puntos de diferencia, lo que no hizo sino traducir en cifras la enorme distancia que separaba a ambos equipos en cuanto a desempeño y habilidades de sus jugadores. El público presente estalló en gritos exultantes puesto que Kainan era uno de los favoritos para llevarse el trofeo del campeonato.

Sannoh y Shohoku ingresaron a la cancha para comenzar el precalentamiento, pero Hanamichi tenía otros planes: pareció haber perdido la razón cuando le pidió a uno de los jugadores rivales que le entregara el balón que sostenía entre sus manos. Su cara le dio tanto miedo al chiquillo que la soltó sin pensar. Sakuragi no perdió ni un minuto y corrió enajenado hacia la canasta, efectuando una perfecta Slam Dunk, clavando la pelota justo al medio del aro con un estruendo poderoso que silenció a todo el gimnasio.

Mientras Hanamichi continuaba colgado del aro, sus amigos y las chicas lo observaban con unos ojos abiertos hasta lo imposible. Haruko tenía la boca atrapada entre sus palmas y Noma escupió un «Lo hizo» en tono contenido, aunque quería gritar, pero el silencio sepulcral del entorno lo reprimió.

Todo el estadio reaccionó súbitamente con un montón de gritos en su contra. Hanamichi sonrió torcido sin importarle un comino echarse al mundo encima.

—Solo quería saludarlos —se mofó.

Devolvió el balón al chico de Sannoh sin mirarlo porque su atención estaba puesta en Ryota y Mitsui, quienes alzaron sus palmas para chocarlas aprobando la exhibición. Y luego se giraron al mismo tiempo hacia sus rivales mostrándoles los músculos de sus brazos izquierdos, otra señal más de desafío.

Lo que nadie esperaba era que el mismísimo Sawakita, considerado el jugador más fuerte de Sannoh y, por mayoría, también del torneo, aceptara el reto preparándose para responder con otra Slam Dunk... la que falló igual que Sakuragi al inicio, golpeando la pelota en el borde del aro.

Akagi y Rukawa, usualmente muy tranquilos, sorprendieron a todos los presentes burlándose de Sawakita por su fracaso. Kogure los miraba a todos como si se encontrara al borde de sufrir un aneurisma cerebral.

El árbitro convocó a ambos equipos para iniciar el partido, y como respuesta, la algarabía reaccionó eufóricamente; en el rincón de Shohoku Norio Hotta y los demás amigos de Mitsui se desgarraron la garganta gritando porras a su favor, el Club de fans de Rukawa (que cada vez contaba con más integrantes) meneaba sus falditas cortas al ritmo de un cántico tan desagradable como efectivo a la hora de ponerle los nervios de punta a los rivales de turno, y por último, Yohei y Haruko lideraban los gritos de sus camaradas animándolos a echar las mejores porras de sus vidas. Incluso Kainan al completo se encontraba presente para ver el partido junto con las preparatorias de Aiwa y Taie, que deseaban conocer la razón del porqué un equipo de tan bajo nivel como Shohoku se las había arreglado para entrar al Campeonato Nacional.

Melodía de inviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora