Y convertirme en tu ideal

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Sé que mi silencio te desgarra por dentro

Construiste una fortaleza para esconder tu dolor

Crees que has ganado, pero es un empate

Porque no hay vencedores en una guerra de orgullo

Love Is War, Bon Jovi.

Y convertirme en tu ideal

Se había devanado los sesos desde su conversación con Matsui el día anterior buscando la manera de encarar a Fujii sin meter la pata. Podría afirmar incluso, si alguien se lo preguntaba, que aquella charla era la más importante de su vida, y no estaba dispuesto a reconocer abiertamente que el tener a su grupo de amigos secundándolo en sus planes le aportaba mucha seguridad, aunque era la pura verdad.

El Trío de Idiotas de Wakou, junto con Hanamichi, Matsui, Nanami e incluso Haruko (que se mantuvo a prudente distancia del pelirrojo), se desplegaron como un equipo táctico por el perímetro que rodeaba el salón de clases en donde Fujii realizaba sus labores como delegada de la clase. Ese día su trabajo se limitaba a transcribir algunas notas y hacer un aseo ligero, por lo que a los muchachos solo les quedaba asegurarse de que nadie, nadie, se acercara siquiera a un metro de distancia del dichoso salón.

El joven de peinado estilo pompadour cerró los ojos y suspiró profundamente antes de abrir la puerta corredera. Al ingresar, sus fosas nasales se vieron invadidas por una agradable mezcla de aromas —la lavanda del líquido para limpiar pisos, el suavizante floral con que fueron perfumadas las cortinas temprano esa mañana, las hojas húmedas del exterior por la bruma del inminente invierno que se entrometían a través de la ventana semiabierta, y el sutil matiz a río y eucaliptos que pertenecía a Fujii—, tanto que no tuvo más remedio que detenerse en seco por un instante, embebiéndose del entorno. Abrió los ojos, notando que los había cerrado otra vez, y lo siguiente que hizo fue observar a Fujii.

Estaba dándole la espalda, afanada en borrar el pizarrón... ¿con la mano izquierda? Un detalle que le resultó algo extraño. A esa distancia no lograba verla con grandes detalles, por lo que terminó de cerrar la puerta con cuidado y avanzó unos pasos hacia ella. La vio dar un respingo, tras lo cual se volteó rápidamente... y sus miradas se cruzaron. De nuevo.

Fue similar a lo ocurrido en el patio la mañana anterior. Como la colisión de dos asteroides en el espacio; así se enredaron nuevamente en un lenguaje mudo, donde solo podían comunicarse a través de sus expresiones. Vio en ella algo que asemejaba a un caldero en ebullición, como si tuviera un cúmulo de emociones a punto de estallar. Pudo leer sorpresa, ira, y, sobre todo, miedo, algo que le dolió muy hondo pues lo último que buscaba era asustarla.

Cambió entonces su inflexión hacia una pasiva. Al percibir que parecía bajar un poco la guardia, tragó saliva y dijo:

—Hablemos, por favor.

Fujii no respondió, era su lenguaje corporal el que hablaba a gritos por la cautela con que se agitaba. Le temía, maldita sea, y solo había un culpable: él. Mierda.

—Fujii... —susurró.

Ella se encogió, como si el sonido de su voz le hiciera daño.

Yohei decidió que era momento de acortar un poco la distancia física. Con suerte, también lograría hacerlo con la distancia emocional. Así que, a pasos muy lentos, fue avanzando hacia la muchacha hasta que estuvo a poco más de un metro de su posición.

Fue entonces que su interior se contrajo quitándole el aliento de golpe. El impacto de observarla de cerca por completo, con total atención luego de tantos meses evitándola, fue más grande de lo que jamás imaginó, y comprobó que su imaginación no le hacía justicia en absoluto. Allí estaban ella y sus mejillas teñidas de rubor, sus labios de flor de cerezo, su piel tersa, y esos ojos almendrados... que parecían chocolates en proceso de derretirse a la lumbre de su intensa mirada. El cabello le creció hasta tocar sus hombros. Se veía algo mayor y más deseable de lo que podía recordar. Haberla mirado a los ojos el día anterior no menguó el efecto devastador que provocaba en la cadencia de su respiración, que en ese momento rogaba por oxígeno como nunca.

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⏰ Last updated: Feb 19 ⏰

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Melodía de inviernoWhere stories live. Discover now