7

79 11 4
                                    

Jonghyun

La sensación de los labios del profesor Lee sobre los míos cuando nos hemos besado en los servicios de esa cafetería aún se mantienen en mis labios, mientras reviso por última vez mis tareas del instituto, acabando con las de matemáticas, últimas antes de ir a dormir.

Me deshago de mi ropa, dejándola a un lado de mi habitación, guardo mis cosas y me meto en la cama, tapándome hasta la cintura después de apagar la luz de la lámpara de mi mesita de noche y poner mi alarma, durmiéndome a los pocos minutos.


— Jonghyun hijo —las manos de mi madre me balancean, despertándome cuando me llama por segunda vez —hijo despierta. Han llamado del instituto.

— ¿Qué? —mi voz suena ronca, aún estoy más dormido que despierto —yo no he hecho nada.. ¿para que han llamado?

— Se han anulado las primeras clases pero tienes que ir igual hijo —me incorporo frotando mis ojos con las palmas de mis manos —no preguntes, vístete y ve al instituto. Baja a desayunar.

Confundido miro hacia la puerta por donde mi madre desaparece y me levanto, arrastrando mis pies hasta el cuarto de baño, haciendo mis necesidades básicas, dándome una ducha rápida, vistiéndome, bajando a desayunar justo cuando mi madre ya sirve el desayuno, quedándome solo cuando me avisa que se va a trabajar. Termino mi desayuno en menos de diez minutos, yendo al baño de nuevo a cepillarme los dientes, cogiendo mis cosas para ir al instituto, encontrándome por el camino a Baek.

— ¿A ti también te han llamado? —se anticipa cuando voy a preguntarle lo mismo.

— Si y es raro porque suelen avisar en clases no de esta forma.

— Este curso están pasando cosas extrañas —nos sentamos en nuestros respectivos sitios —como eso de despedir a un profesor cuando el curso ya ha empezado y toda una clase dando la cara por el señor Lee. Hasta el profesor Lee está actuando raro este año.

— Algo —me apoyo en mis manos, intentando no sonreír por el recuerdo de nuestros labios unidos —no tiene que ser fácil que te puedan despedir asi de pronto.

— ¿De que crees que será la charla?

Me encojo de hombros porque realmente ni me imagino de que será. Tampoco es que tenga mucho tiempo para responderle porque nuestro profesor, acompañado de otro hombre, ya está en clase y nos pide a todos guardar silencio antes de presentarnos a todos lo que supuestamente vamos a hacer.

— Guardar silencio por favor —el profesor Lee observa a todos y cada uno de los que hemos venido —aún falta algún alumno pero no podemos retrasarlo más. Se que os hemos llamado tarde para avisaros del cambio y por eso falta la mitad de la clase pero bueno, irán llegando. Hoy en lugar de las clases normales, dirección ha decidido que una charla sobre sexualidad os ira bien a todos. Estáis en una edad correcta para ello y yo también coincido que no es mala idea que muchos de vosotros estéis aquí. Los profesores no somos ciegos y sabemos lo que hacéis aunque creáis que no. Fuera de este centro obviamente no pero aquí si y espero que si tenéis preguntas, aunque creáis saberlo todo, las hagáis. Y tener un poco de respeto mientras el señor Cho habla.

— Bien chicos como vuestro profesor ha dicho me llaman señor Cho pero podéis llamarme Kyuhyun —todos saludamos, yo observando al señor Lee, que ya está sentado en su asiento habitual —¿alguno tenéis algún problema con este tipo de charlas?

Los que estamos nos miramos entre nosotros. Un par levantan la mano y se marchan con permiso de nuestro profesor, los demás nos quedamos.

— Se respeta todo tipo de decisión —prosigue el orador —¿tenéis alguna pregunta o duda antes de empezar?

Levanto la mano rápidamente, aunque no es una costumbre en mi, llamando incluso la atención de mi profesor.

— ¿Tu nombre?

— Kim Jonghyun —me pongo en pie —quisiera saber.. ¿si se mantienen relaciones sexuales y y uno de los dos involucrados sufre de algún problema físico y de salud en general.. puede ser compatible? Si yo beso a una persona y esa persona me corresponde y después pasamos a mantener relaciones sexuales.. ¿debería ir despacio para que su vida no corra peligro por la actividad que puede afectar a su salud?

— Si una persona tiene una enfermedad ya sea física como desarrollada en algún órgano ya sea los pulmones o el corazón puede tener relaciones sexuales. Pero controladas. El corazón carga mucha presión al día ya que es el que hace que todo nuestro organismo funcione y si uno es brusco teniendo relaciones sexuales, haciendo ejercicio, excediéndose en la alimentación podría fallarle e incluso morir. ¿Tienes relaciones con alguien así?

— Solo era curiosidad. Mi tío si tenia ese problema y acabo sin poder hacer gran cosa el resto de su vida —vuelvo a sentarme.

— Gracias por la pregunta Kim Jonghyun. ¿Alguno más?

Nadie pregunta nada y el orador continua con la charla que dura dos horas. Es algo aburrida en cierto modo pero yo no me aburro tanto, aceptando de vez en cuando cuanto el señor Cho nos muestra, regalándonos incluso muestras de preservativos. En lo que dura la charla no puedo quitar tampoco el ojo de mi profesor, quien me mira de vuelta cuando nota la atención que pongo en él, frunciendo el ceño evidentemente molesto.

— Bueno chicos —desvío mi atención al señor Cho —ha sido todo un placer daros clase hoy. Sois una clase curiosa con todas esas preguntas que nunca imaginaria llegar de alguien tan joven. Recordar usar siempre protección si no queréis traer una vida al mundo en plena adolescencia.

Hacemos una reverencia conjunta cuando se marcha y nos sentamos, atendiendo ahora a nuestro profesor.

— Gracias chicos por comportaros como es debido en estas dos horas y por colaborar. Podéis salir a almorzar o iros a casa si queréis. Como ya sabéis hoy no habrán clases por las charlas asique no hay problema. Mañana si que habrán clases asique venir todos y con los deberes hechos.

Todos salen, quedándome rezagado aunque no tengo en realidad nada ni que guardar. Cierro la puerta cuando se marcha el último, acercándome al señor Lee, sentándome en la mesa frente a él ganándome de nuevo esa mirada seria, de ceño fruncido.

— Tu pregunta no me ha gustado en absoluto —se cruza de brazos, inclinándose sobre el respaldo de su silla —tengo problemas de corazón no de comprensión Jonghyun. Deshecha esa idea que ronda por tu cabeza porque tu eres mi alumno y yo tu pro..

Le hago callar de la mejor manera que se me ocurre. Unir nuestros labios, enredar su lengua con la mia, escuchar el gruñido que suelta por su garganta quedando atrapado entre nuestros labios es algo que me imagino muchas veces y me gusta. Y se que al profesor Lee también por como cruza sus muñecas detrás de mi nuca, incorporándose, dejándose llevar cuando mi cuerpo y el suyo quedan tan juntos que podría jurar que siento su erección clavándose en mi pierna. Nos giro, atrapándole esta vez al señor Lee, cruzando sus piernas en mi trasero. Deslizo mis labios por su cuello, dejando pequeños besos sin marcas. Subo una de mis manos por encima de su camisa, hasta llegar a su corazón, sintiendo sus latidos cada vez que dejo un beso sobre su piel, volviendo a sus labios, a unir nuestras lenguas hasta que me aparta de su cuerpo, jadeando, los dos, mordiéndome el labio al notar los suyos hinchados siendo acariciados por su lengua.

— ¡Basta ya Kim Jonghyun! —su grito me hace sobresaltarme —¡vete a casa y ni una sola vez más esto!

— No puede negar que le gusta si se deja llevar —cojo mis cosas, yéndome lo más rápido posible, ignorando la erección que poco a poco baja.

La sensación de sus labios y los míos unidos, nuestros cuerpos también, su corazón latiendo tan rápido como el mio.. su rechazo solo por ser alumno y profesor.. me tumbo en mi cama bocabajo, presionando mi cabeza contra la almohada, quedándome así ni se por cuanto tiempo, ignorando a Sodam cuando llega a casa, cambiándome de ropa cuando mi hora de trabajo llega, calmándome cuando llega la noche y la hora de dormir, aunque el recuerdo de todo eso vuelve a mi mente, a mis pensamientos, cuando a mitad de camino a mi casa, mientras paseo a Roo, mi perra de casi dos años, escucho a alguien llamarme y una mano firme sosteniendo mi muñeca izquierda tira de mi, teniendo que llevar a la fuerza a Roo conmigo, deteniéndonos cuando me empuja al interior de una casa, escuchando el portazo que incluso hace ladrar a Roo.

— ¿Qué demonios le pasa para empujarme como si fuese un maldito saco?

¡Oh profesor, Mi profesor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora