❝Capítulo tres.❞

4K 452 41
                                    

Heechul se encontraba sentado en el sofá, con los pies apoyados en la mesa, importándole poco que luego su esposa tendría que limpiarlos.

Desde la bofetada que le había dado a su mujer, ésta no le hablaba, sólo para preguntarle cosas muy importantes. Se veían en problemas económicos ahora que Jungkook sólo tenía un trabajo. Y aunque Heechul le decía una y otra vez a Yoona que cuando venderían a JungKook tendrían el suficiente dinero como para vivir como reyes, ella lo negaba. No quería que su hijo omega fuera vendido, era completamente comprensible.

No sólo tenían problemas económicos, también de amor. Heechul cada vez sentía más a su lobo querer acercarse a su omega, mimarla y decirla que todo estaría bien, que su hijo no sería vendido. Pero como siempre, Heechul usaba su fuerte lado racional para evitar que eso pasase, siempre hacía que su lobo volviera a estar tranquilo y metiera su cola entre las patas. Estaba dejando que su omega muriese. Y de qué forma. Ella se negaba a estar con él y, a él no le importaba para nada que su mujer no le haría caso. Probablemente ella moriría si no estaban juntos y él... Él viviría gracias a su rudo lado humano, su lobo no volvería. Jamás.

-Ahg, estúpido teléfono-gruñó cuando escuchó su celular sonar con insistencia. Lo sacó de su bolsillo y abrió la tapa de éste -¿Quién narices es?-preguntó escocido.

-Tranquilo viejo... Soy yo, SunHyuck. Encontré una oferta para tu hijo.-informó, Heechul frunció el ceño.

-Primero; no es mi hijo, llámalo por su nombre.-interrumpió.-Y segundo; ¿Qué oferta? ¿Cuánto ofrecen?-preguntó ahora curioso, sacando un cuaderno donde tenía anotado todas las ofertas hacia la compra de JungKook.

-No lo sé, no lo pone en el anuncio, te lo leo que lo tengo aquí, lo acabo de encontrar: "La familia real de la manada necesita un omega interno, pagamos lo suficientemente bien como para poder vivir en las islas más caras de Corea. Se busca omega capaz de cocinar, lavar, planchar, limpiar y cuidar de niños. Es un trabajo fijo y con habitación, comida, higiene y hogar gratis."-leyó el hombre al otro lado de la línea.

-Suena interesante, pero es un trabajo no una compra de omegas. Yo no quiero que después de unos meses JungKook vuelva a casa, ¿entiendes?-dijo.

-¿No escuchaste bien? Pone que es un trabajo fijo. Supongo que no volverá en unos años y suponiendo que todo el dinero que cobrará será el suficiente como para comprarse cuatro mansiones en Europa, tú, ya no estarás en Corea. No puede venir de vacaciones porque no te soporta. -rió.

Y con tan sólo escuchar e imaginar una escena en la que él fuera millonario, viviendo en Europa, siempre de vacaciones, viajando al rededor del mundo constantemente sin preocupaciones, junto con su omega y su querido hijo, necesitando más de ocho vidas para gastar su dinero y comiendo constantemente de las carnes y pescados más lujosos, cantando vinos elegantes y exclusivos, vistiendo con los ropajes más caros procedentes de diseñadores que por tan sólo comprarte un cinturón te cobrarían mil euros europeos, se convenció. Sintió que una sonrisa surcó sus labios y una emocion comenzó a recorrer su cuerpo fuertemente.

-La verdad es que sí... Bien, creo que lo tengo, voy a presentar a JungKook al trabajo. Espero que le acepten, porque si no, no sé qué hacer ya... YooNa está cada vez más pesada y me suplica constantemnente que no venda al chiquillo, no sé por qué le quiere tanto, es un omega asqueroso y bueno... Nadie querría estar con él-dijo.

-Tú ignora a tu omega, total, es inútil desde aquella vez que... Ya sabes... "se cayó accidentalmente" de una escalera mientras limpiaba los cristales. De todos modos, claro que aceptarán a esa crío, tu hijo sabe hacer de todo, lo has educado bien, además es exquisito... Huele tan bien... Y tiene unas piernas tan perfectas... -comentó SunHyuck desde la otra línea, baboseando con pensamientos impuros y procedentes de un muchacho de tan sólo dieciocho años.

Omega a sueldo. [YugKook, omegaverse]Where stories live. Discover now