Capítulo 29: Deseo compartido

Magsimula sa umpisa
                                    

-Tu... Nunca llegaras a gobernar.... Mifnix... Mi-mi reina s-se encargará de destruirte antes... De... Que eso pase.

Suspiré y pensé bien en mis palabras antes de pronunciarlas: -No tengo planes de ser destruida en un futuro cercano, ¿Sabes? Dile eso a tu reina si logras volver a su mundo y arrodillarte ante ella

Mire el rostro contraído por el dolor de Drika, ¿Como alguien con una pariencia tan hermosa y visiblemente delicada y frágil puede ser realmente un ser oscuro? He llegado a responder esa pregunta por mi misma; hasta los mismos demonios se disfrazan de los más hermosos ángeles.

Alze mis alas y la ignore por completo, sabiendo que el fuego blanco que le ataba se desvanecería. Ahora lo que importaba era asegurarme como estaban los demás.

Lumina, Leo y Jhon habían acabado con lo que restaban de las sombras. Habían sido tan veloces, tan eficientes y sorprendentemente magníficos, pues además de estar algo sudados y un tanto agitados, estaban en perfectas condiciones.

-Es un honor haber estado presente en la primera Trasformación completa de la futura heredera del trono de Mifnix.-Jhon hizo una ágil y perfecta reverencia, reí ante eso al igual que los demás.

-El honor es mío al haber combatido con los mejores fénix de todo Mifnix y la Tierra.-Correspondí la reverencia con otra y todos estallamos en una sonora y burlona carcajada de victoria.

Leo se acercó y mi sangre empezó a bombear demasiado rápido. Colocó un brazo sobre mis hombros y acercó su rostro hasta mi cuello. -Luciendo como toda una guerrera y expresándote de esa manera tienes a todos los seres vivos de todo el universo bajo tus pies.-susurro. Mi piel se erizo y quise golpearlo mientras lo besaba en ese preciso momento. El me ponía nerviosa.

-Hora de limpiar este desastre. Vamos, princesa... Senix. Y tu, Leo, déjala respirar y de acaparar su atención. La nesesitamos en todos sus cabales-se burlo Lumina.

-¡Hey!-protesté-Gracias pero no, gracias.

-Ya hacía falta tu rebeldía -volvió a susurrar el rubio en mi cuello. Le dedique una sonrisa divertida y me incline de puntillas hasta su mejilla y depositar un largo beso. El se estremeció bajo la sensación. Toma esa, guardián lunar.

El caos temporalmente había acabado, nos merecíamos un poco de espacio y tiempo para asimilar todo y asegurarnos mutuamente de que estábamos bien. Porque así era. Mientras tuviera a mis amigos bien y al chico de orbes zafiros "acaparando mi atención" como dijo Lumina. Estaríamos bien.

*****

Habían pasado dos días después del ataque de las sombras dark y Drika quien las lideraba. No la capturamos ni siquiera para interrogarla y pedirle respuestas acerca de lo que pasó y con qué motivo sino causar caos habían atacado. Los demás no me juzgaron cuando decidí que lo mejor era que ella se fuera, si ella no cambiaría y nos contaba por su propia cuenta, no servía de nada, además, los métodos de tortura no eran lo mío. Ni de mis amigos.

Y seguramente por haber fallado en esta misión sería castigada en Drynox por la reina que ella misma veneraba. O quizás por el mismo Ryan. No había pensado en el desde hacía mucho. En primer lugar; tenía mucho en lo que pensar, segundo; no quería ilusionarme y creer que el podría haber cambiado y dejar la sed de venganza hacia nuestra raza de luz.

También quería creer que el había sido el que había ayudado a liberar a Miranda y a los tres hermanos. Sí, ya me sé toda esa historia. Los chicos se encargaron de hacerme saber cada detalle, cada meticuloso y mínimo detalle de toda la historia para no perder los hilos. Si había sido Ryan quien los cazo desde un principio y el los liberaba... ¿Era justo, verdad? Tenía que serlo. Sólo que Miranda sospechaba que podían haber descubierto su pequeña traición a la corona oscura y castigarle por eso.

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon