If you were Me [JiKook]

Especial: Singularidad

Nota de autora: ¿Qué hace esto colgado aquí de repente después de un año y más de que if you were me terminó? Es un especial de capítulos - pocos, máximo 4- centrados en Jimin luego de marcharse. Para aclarar, estos son validos sólo para el final original. (Preguntas y consultas, las contestaré todas, amor y cariños para quienes lean)

POV Taehyung

Jimin vuelve a tumbarse sobre el césped a media noche, el mismo lugar, sin variar la posición. De espalda mirando el despejado cielo nocturno, la punta de su nariz se inclina y con los ojos muy abiertos llora en silencio. La misma rutina de hace cuatro semanas se repite. Podría haber algo variando, el número de lágrimas que se deslizan débilmente por sus pómulos y se pierden hundidas por la gravedad en algún recoveco de pasto.

—Algún día dejaré de hacerlo. — musita él sin apartar la vista del cielo.

Recostado a su lado parpadeo un par de veces y me giro de modo que pueda mirarle mejor.

—¿El qué?

—De sentir este vacío. — Jimin hace un puchero.

—Algún día, pasará. — le aseguro. En medio de mis palabras, él sonríe con un dejo de tristeza.

—Me convertí en un agujero negro, Tae. — se ríe, pero no luce feliz. —Destruí todo lo que amaba.

—A mi me amas, y yo sigo enterito. — bromeo, pero él tensa los músculos faciales.

—¿Crees que me busque?

Abro y cierro la boca sin saber en un principio bien a qué se refiere, luego me permito suspirar y volver a recostarme por completo para mirar las estrellas como lo hace él.

—Que te buscará, si, pero solo en los sitios que conoce en los que podrías estar. El departamento, la universidad, el celular. Pero no estás en ninguno de ellos — carraspeo la garganta observando el brillo titilante de una estrella que parece está por apagarse. —, y no te encontrará. ¿Quieres que te busque por hacerlo, o para encontrarte, Jimin-ah?

Jimin no responde.

—Si me encontrara, de todos modos, no soy el mismo Jimin que atravesó el departamento la primera vez que lo vi.

Sonrío con pereza.

—Estabas en tu etapa de sol.

—Al menos era más entretenido en ese entonces. — Jimin frunce el ceño. Ha dejado de lagrimear, sin embargo, de pronto, en lo que parece un arrebato se jala los cabellos y suelta un gruñido que me hace saltar del césped. — No podré olvidarle... Tae. — solloza. — No podré sacarlo de aquí.

Cuando recupera un poco la compostura estiro mi brazo para acariciarle las mejillas y acurrucarme a su lado.

—No te resistas, Jimin-ah... Hay personas que parecen se tatúan en la piel, o en el alma, y es difícil olvidarlas. Déjalo vivir lo que tenga que vivir en tu corazón. Algún día dejará de doler y se transformará en un buen recuerdo. ¿Sí? Porque Jungkook era un buen muchacho, al fin y al cabo, así quedará para siempre en nuestras mejores memorias.

—Me dices eso como si estuviese muerto, Taehyung. — se queja. —No quiero olvidarlo, no quiero dejarlo ir, porque así al menos una parte de mí sigue sintiéndose cálida.

—Eso es apego. — murmuro, pero él no me escucha.

—¿Será un muchacho feliz? — inquiere. Ahora clava los ojos acuosos sobre los míos.

—Lo será. — aseguro, recordando a Jungkook con nostalgia. — Debes desear que sea feliz, Jimin-ah.

—Quiero que sea feliz. — dice. — Quiero que lo sea.

—Y tú, — entrelazo su mano con la mía y con la libre apunto una estrella brillante en el cielo. — también lo serás, y volverás a brillar.

Jimin no contesta, pero mira taciturno la estrella indicada.

—¿Puede ser feliz alguien que se odia, Tae?

—Si puede amarse después de odiarse, sí. — aprieto sus manos, y acaricio la falange de su dedo índice. — Sólo después de eso, es seguro que puedas amar a alguien más.

—Ojalá existiesen mundos paralelos. — Jimin cierra los ojos con fuerza y luego busca mi pecho para acurrucarse allí y volver a sollozar. — Uno en el pudiese haberme amado antes, para haber podido amar bien a Jungkook.