Sweet Lies| TAEJIN

S2-016.

Taehyung duerme plácidamente en la cama del hospital y me pregunto que soñara ahora. Me pregunto si aún dormido paga lo que me hizo o solamente duerme sin pensar nada. Aunque realmente ahora decir "paga lo que me hizo" es absurdo por qué a final de cuentas no fue más que mi culpa, debí alejarme como todos querían pero tontamente creía que él cambiaría.

Soñaba con el día en el cuál fuéramos verdaderamente felices.

Unos toques a la puerta me hacen voltear. —Doctor Kim.

Observo a la enfermera y levantándome de la silla salgo de la habitación, no digo nada solo me voy a paso lento a encerrar a mí oficina. Realmente agradezco no tener ningún paciente por qué no tengo cabeza para atenderlos.

Taehyung ha estado dormido desde ayer que logramos estabilizarlo y aunque está estable, realmente no podríamos dar una fecha para qué despierte.

—Pueden ser días, meses o años— murmuro jugando con mis gafas.

—¿Qué cosa?— me levanto abruptamente al oír la voz de Jimin.

Volteo poniéndome nervioso al verlo mirarme fijamente con las manos dentro de los bolsillos de su gabardina —¿Para que supiera qué lo de la otra noche era una despedida? — me pregunta, no cómo reproche más bien está dolido.

—Bueno ya que lo entendiste mejor, pensé que tardarías más en darte cuenta— me coloco mis gafas y decido ignorarlo centrándome en mi computador.

Pero Jimin me cierra molesto la computadora —¿Por qué?. Sabes que te amo y solo quiero hacerte feliz, ¡No soy igual a Taehyung!.

—¡Ya lo sé, joder!— exclamo alterado y me levanto —Y ya estoy harto de escuchar lo mismo, ¿Acaso no pueden entender qué no estoy listo?. Si me amas debes renunciar a mí, nunca podré estar estable en una relación, nunca.

— No te pido una relación, sólo déjame estar a tu lado hasta que logres sanar — murmura mirándome fijamente.

—Doctor el paciente ha despertado— la enfermera entra abruptamente y paso a un lado de Jimin ignorando su mirada adolorida.

Estoy verdaderamente harto de escucharlo hablar de amor a él y a YoonGi, de atormentar me pensando en Taehyung, de todo. Entro a la habitación y en efecto Taehyung se encuentra mirando hacia la ventana.

—¿Cómo te sientes?— cuestiono.

Y él brinca un poco, probablemente asustado—¿Eres mi Jin?. Desde que te perdí has aparecido en mis sueños e imaginaciones pero jamás podía tocarte.

—¿Acaso querías tocarme?, Antes lo hacías como un juego, ¿Por qué ahora sí querrías tocar a este aburrido nerd?— mi voz es calmada, no pretendo romperme de nuevo frente a él.

Taehyung busca mi mano y cuando logra colocar la suya sobre la mía, no la aparto, sus largos dedos acarician mis dedos y sonríe —Desde siempre ame tocarte pero tenía miedo, era tan cobarde para demostrarte qué ya no había más mentiras en mis acciones o palabras.

Intento retirar mi mano pero él me toma con más fuerza —Por favor, es la primera vez que puedo tocarte sin que desaparezcas.

Ambos nos quedamos en silencio y me estoy irritando al verlo sonreír como estúpido mientras sostiene mi mano entre la suya. Si tan solo él hubiera hecho esto antes, me duele pensar que pudimos tenerlo todo sin embargo nos quedamos sin nada.

—Por favor, perdóname, ¿Qué puedo hacer para obtener tu perdón?— me sorprendo al ver cómo se rompe frente a mí en llanto y lamentos. Tan ridículo, justo como yo me veía en el pasado. Tan lamentable.

Finalmente retiro mi mano y coloco mi mano sobre su lastimada mejilla —Te perdono Taehyung, ya te he perdonado y también me perdone a mí mismo.

Su mirada luce pérdida, no sé si entiende que está hablando conmigo realmente pero dejándolo solo en la penumbra de su habitación, me marcho; me encargo de dejar a mis pacientes en manos de mis colegas y dejando todo en orden decido finalmente alejarme de toda esta tontería, justo como debí haberlo hecho desde un principio.

Esta venganza era absurda desde un principio, lastimé a Dahyun quién estuvo conmigo desde siempre y no lo merecía. Alejé a Yoongi sin pensarlo, y enrede a Jimin en todo este asunto sin remordimiento alguno. Ninguno de ellos merecía mi irá, ni siquiera Taehyung. Tan sólo debía sanarme a mí mismo y alejarme de todo esto.

La luz del sol golpea mis pupilas con brusquedad y entre los rayos del sol puedo notar la figura de Hoseok abriendo las cortinas, intentó levantarme pero las agujas en mis brazos me lo impiden.

—Ah no. Tú ni te muevas de ahí, debes mantener reposo— me recrimina y después de terminar se acerca mirándome con dulzura —¿Tienes hambre?. Debes tener mucha, hace días no comes nada.

Parpadeo agotado y recorro con mi mirada el lugar lúgubre como lo es siempre una habitación de hospital.
—¿Es mi culpa, verdad?. Estar de nuevo aquí no es nada más que mi irresponsabilidad.

—Estuviste a punto de morir, tu corazón se detuvo tres veces— solloza mi hermano y puedo notar las ojeras bajo sus ojos
—Gracias a SeokJin ahora puedes estar aquí de nuevo.

Asombrado ante la mención de su nombre me es inevitable no sentir esperanzas, SeokJin salvo mi vida y eso me da a entender qué no me odia por completo o al menos qué sigue siendo aquel chico bondadoso del pasado
—¿Dónde está él?. Necesito darle las gracias.

—No lo sé, yo también lo busque pero me dijeron que ha renunciado al hospital— cuando mi hermano dice aquellas palabras, me levanto abruptamente quitándome con dolor las jeringas y salgo a los pasillos gritando su nombre.

Me niego a no poder ver su rostro una vez más.

Tan sólo déjame decirte adiós correctamente está vez.

Una enfermera y un médico corren a auxiliarme cuándo me desplomo en el suelo débil y ridículamente destrozado.

Realmente....¿Perderte será mi último castigo?. Pero está bien, si sacarme de tu vida te devolverá aquella hermosa sonrisa que me enamoró, lo acepto.

Por qué se que nunca te merecí. Jamás hice nada para merecer tu amor.