Donde Mackenzie Brady, hermana menor del legendario quarterback de la NFL, Tom Brady, escapa de los Estados Unidos con un par de maletas mal cerradas y una cuenta bancaria a reventar, gracias al dinero que obtuvo por su cuenta modelando sin parar po...
El resto del día lo paso llorando y aunque intentara detenerme, no podía parar. Erin fue a comprarme dos potes de helado de vainilla y chocolates para llenar mi vacío con muchas calorías.
—¡Llegué! Tell me you're alive, please (dime que estás viva, por favor) —entra gritando, dejando todo en la mesa del cocina.
—I'm dead and you're seeing a ghost... ¡Boo! (estoy muerta y estás viendo a un fantasma) —digo sarcásticamente.
—I hate you (te odio) —Erin me mira entrecerrando los ojos y se sienta a mi lado, dándome un golpe en el muslo—. Ahora, hay que hablar sobre la venganza.
—¿Venganza? —cuestiono—. Sabes que eso no va conmigo. Cuando venga de la concentración, hablaré con él y listo.
—¿Hablar? ¡Mackenzie, por dios! Te mintió todo este tiempo y tú quieres hablar, ¿que dices, flaca? —mi prima se ataca y empieza a hablar con las manos. Mejor me tapo la cara para que no me golpee—. Tienes que dejarle en claro que nadie se mete con un Brady y mucho menos un jugador de soccer.
—Es fútbol —la corrijo—. ¿Qué quieres que haga, Riri? No tengo ánimos para nada y me parece innecesario vengarme de él.
—Intentemos comunicarnos con Scarlett.
—Ni de coña —la interrumpo—. ¿Cómo vamos a hacer eso? Digo, no tiene sentido...
—Cállate —me interrumpe ella a mí—. Revisé tu móvil y vi la solicitud de mensaje, estúpida. Ahora mismo, le vas a contestar y le dirás que necesitas juntarte con ella para hablar sobre este tema, aunque parece que ella ya sabe.
Miro mi teléfono que estaba en la mesa y volteo a ver a Erin, quién me hace señas para que lo agarre y eso hago. Entro en mis mensajes directos y veo el de Scarlett, acepto la solicitud y trago en seco antes de escribir.
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¡Hola! No sé como decirte esto, pero hay algo que deberías saber.
Hola, ¿de qué me hablas?
Creo que hay que hablar en persona. ¿Te parece vernos en un bar en la noche?
Es propiedad de mi familia y muy privado
Sí, me encanta la idea. Llevaré a mi prima conmigo, Erin Brady
¿Me pasas la dirección o el nombre?
Se llama Kiss Republic
¿Nos vemos a las nueve?
Nos vemos!! Visto
—¿Eso es lo que querías? Ahora tengo que conocer a la chica con la que me engañan.
—Querida, Marco la engañaba a ella contigo —me corrige y ruedo los ojos—. You need to stop (tienes que detenerte)
—¿Qué?
—Has pasado por cosas terribles para que vuelvas a ese infierno por un hijo de puta que piensa que necesita tener millones de chicas, porque juega al fútbol.
—Marco no es así —digo rápidamente—. Él no es así.
—¿Y cómo es? —cuestiona, cruzándose de brazos.
—Es dulce, cariñoso, bromista, atento...
—Blah blah —me interrumpe—. Ayer dijiste que entendías porque tenía era así contigo y ahora lo amas, que confusión tienes.
—Amar es una palabra muy fuerte.
—El amor es ciego y tonto, así estás actuando —me regaña y me siento como una niña—. Tienes tres meses conociéndolo y hasta ahora, sabes que trató diferente porque te estaba ocultando cosas. ¡Tienes que darte cuenta, Brady!
Mi prima me toma por los hombros y me sacude. Pestañeo varias veces, buscando llorar de nuevo, pero no me salen lágrimas. El dolor que tenía el pecho se había desaparecido y ahora estaba culpándome por ser tan ingenua e ilusa. Quizás Erin tenía razón, le di espacio en mi vida a una persona que nunca llegué a conocer realmente.
