CUARENTA Y OCHO

5.8K 612 235
                                    

—Falto un día ¡Un día, Valeria! —grité exageradamente—. ¡Y hacís puras hueás!

—¡A ver! —habló la Vale, usando un tono de voz parecido al que yo acababa de usar—. Si te refieres a que me intereso de forma considerable en nuestras notas y por ende, nuestro futuro; pues sí, me declaro culpable.

Fruncí el ceño. ¡Hueona chamullenta!

—¿Y eso qué tiene que ver con que sacaras al Felipe de nuestro trío y pusieras al Tomás?

—Todo —respondió, elevando sus hombros mientras se echaba unas gomitas de ositos en la boca—. El Felipe es pésimo con las manualidades, el Tomás es el puto amo en artes. Si hasta es el favorito de la profe.

—¿Qué dijo el Pipe? —cuestioné, la vena en mi frente iba a reventar en cualquier rato.

—No he hablado con él y aunque lo hiciera tampoco tiene mucho que decir po, si así funcionan las cosas. No dejaremos de ser amigos por no hacer un trabajo juntos.

Entreabrí los labios.

—¿Pero tenía necesariamente que ser el Tomás, Valeria? —cuestioné.

—¿Qué parte de que es el favorito de la profe no entendiste, amiga?

Apoyé la esquina de mi cabeza en la pared, analizando la situación desagradable en la que nos había metido mi mejor amiga.

Debido a que al profe con el que nos tocaba a la última hora se le habían presentado problemas personales; nos habían dejado la tarde libre y por eso mismo con la Vale nos habíamos ido a conversar al cuarto piso del colegio ya que era más silencioso.

Cinco días habían pasado desde el carrete.

—Tengo dos teorías. —solté, luego de un rato de tormentoso silencio.

—¿De qué? —cuestionó mi mejor amiga, parecía chata y eso que yo ni siquiera había empezado a hablar.

—De tu extraño acercamiento al Tomás y la repentina lejanía con el Pipe.

—Oh, que lata. —puso sus ojos en blanco mientras cruzaba ambos brazos sobre su pecho, aparentemente molesta conmigo.

¡Y eso que yo no había dicho nada todavía!

—La primera es que quieres volver a acercarme a él porque estoy soltera ahora —empecé a decirle con el ceño fruncido—. Lo cual déjame decirte que me parece absurdo teniendo en cuenta que eres mi amiga y deberías saber que no quiero estar ningún hueón, al menos por lo que dure mi luto del cual somos conscientes que tiene pa' rato.

—Créeme que si tuviera que emparejarte con alguien, el Tomás sería mi última opción —contestó con el ceño fruncido mientras abría su botella de agua y le daba un sorbo—. Es por mera conveniencia, te lo dije...

Levanté mi dedo para hacerla callar.

—Todavía no termino —le aclaré, relamiendo mis labios—. Mi otra teoría es que pasó algo entre el Felipe y tú en el carrete de la Amelia.

—¡Sale! —gritó, demasiado rápido como pa' considerarlo una respuesta confiable—. ¿Qué iba a pasar entre nosotros?

—No sé po —entrecerré mis ojos hacia ella para luego acercarme un poco y presionarla con mi mirada—, tú dime.

—No empecís a pasarte rollos raros porfa. —contestó, sin esquivar mi mirada.

PAPI MECHÓN (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora