Capítulo 12: Jocker

72 33 12
                                    

Una vez un amigo mío me dijo que la vida no se vive por días sino por los momentos que nos brindan esos días.

Porque no importa cuántos planes tengas por hacer si no cuentas con la vida suficiente para realizarlos, aprendí que las cosas debes hacerlas cuando sientes que debes hacerlo y no esperar a que llegue un "momento indicado" porque no lo hay.

Es como si hubiese podido volver el tiempo atrás, porque me encuentro sentado al lado de un gran amigo mío, podría llamarse hermano.

Desde que tengo memoria él fue de los pocos amigos que estuvo ahí siempre, quien estaría a mi lado así ese día temblara o fuese el último día de la tierra, él estaría ahí.

Todas esas veces en que sentía que mi mundo se venía abajo Kendall fue quien me levantaba a seguir, quizás si no fuese por él, no sé dónde estaría yo ahora. 

Hace unos años cuando ocurrió el terremoto del 2017 yo me encontraba en un vuelo hacia Denver Colorado, así que del terremoto me enteré horas después de que ocurriera el desastre en cientos de estados de Latinoamérica, fue en septiembre de ese año que mi amigo estaba de visita con su familia en México cuando todo esto sucedió, era de madrugada, él intentó sacar de la casa a toda su familia para mantenerlos a salvo, no hubiese esperado menos de él, pero el terremoto fue tan agresivo que él fue el único que ya no pudo salir de la casa.

Toda la gente del vecindario intentó sacarlo con vida, pero su intento fue en vano y ese mismo día falleció.

Al bajar del avión comencé a recibir cientos de llamadas de mi familia y de la familia de Darren, ya que después de lo ocurrido todos estaban aterrados.

Fue difícil creer que mi amigo estaba muerto, uno se va tranquilo un día, pensando que volverás a ver a una persona al día siguiente y de repente la misma vida te dice que ya no podrá ser así, uno nunca sabe cuando será la última vez que reirá con alguien.

—Jock, ¿dejarás de verme así? De lo contrario voy a tener que golpearte—Escucho la voz de Kendall, quien a su alrededor destella una luz resplandeciente.

—Es solo que, no sé... ¿Cómo puedo estarte viendo ahora? Qué ha ocurrido?—Lo cuestiono exaltado sintiéndome en completa confusión.

—Hace unas horas tuviste convulsiones, fueron resultado de la abstinencia a los fármacos que te administraste a diario por varios años—Me informa. —¿Qué tratabas de hacerte cuando los metías en tu cuerpo?—Enfurece y espera una buena razón y yo comienzo a comprender dónde me encuentro.

—Echaba mucho de menos a Alex, era un amor que me lastimaba por dentro, sentía que cada día que vivía me consumía más y más no tenerla conmigo—Suspiro dejando escapar un poco mi dolor al decirle estas palabras.

—Hasta el momento no sé exactamente lo que ha pasado con ella, no sé por qué nos separamos y tampoco sé si a donde voy a buscarla podré encontrarla—Me encojo de hombros y siento que el corazón se me sale de la desesperación.

—Quizás lo entienda un poco, pero te has hecho demasiado daño tú solo, ninguna persona merece sufrir todo lo que tú has pasado hasta ahora— Acaricia mi hombro en señal de consuelo y cientos de recuerdos explotan en mi mente como un tornado.

—Amigo, quiero quedarme aquí contigo, no hay nada allá que valga la pena encontrar porque te tengo nuevamente conmigo—Le respondo y siento como mis ojos se vuelven húmedos.

—Lamento mucho no haber podido estar presente el día de tu entierro, lamento no haber podido salvarte como todas las veces que tú me salvaste a mí, lo siento mucho Kendall. Me culpo a mí por todo lo que te pasó—Sollozo mientras recargo mi frente en su hombro.

BYLUR (Editando)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant