XXVI.Primera Cita

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Thunderstruck de AC/DC sonaba a todo volumen chocando contra las paredes, algunas ondas sonoras incluso escapándose por las grietas de aquella vieja madera. Se escuchaba, debajo del ruidoso rock de los 90's, los golpes del martillo contra el metal y un cántico murmurado saliendo de los labios carnosos del castaño que se movía al ritmo de la guitarra eléctrica.

Tomó un descanso, poniendo a un lado a un lado el mazo y quitando de su cabeza la máscara de soldar; suspiró, tomando su pequeña toalla para secarse el sudor de la frente y la grasa de sus manos. Caminó, evitando tropezar con todos los "cachivaches" —como solía llamarlos el Capitán—. Dum-e se movió frenéticamente haciendo algún ruido extraño que sirvió para advertirle de que probablemente de estropearía una vez más.

—¡No, Dum-e!¡Estúpida chatarra! —Gritó acercándose cuando la garra del robot cayó estrepitosamente en el suelo, pero sin fijarse de los cables que había en medio, con los cuales tropezó y cayó a un lado de la garra que pretendía levantar—

Así lo encontró Steve cuando entró; tirado en el suelo en medio de chatarra y con sus pies enredados en al menos cinco cables diferentes. Hubiese sido hace un tiempo atrás y habría corrido preocupado a levantarlo y asegurarse de que esté bien, pero no, en este año había conocido lo suficiente a Tony e incluso la cantidad de veces que lo había encontrado en la misma situación era ridícula.

Rió, dejando la taza de café que había llevado para el castaño en el escritorio que él le había hecho meses atrás.

—¡Hey Cap! ¿Vas a ayudarme o te vas a quedar allí riéndote de mi hasta el cansancio?

La sonrisa del rubio ensanchó a medida que se acerca a desenredar los pies del otro. —Hola cariño, que locura que te encuentre así cada vez que llego del trabajo. ¿Cómo te la apañas sin mí?

Tony le sonrió, aceptando la mano que le fue ofrecida para levantarse del suelo. Miró al rubio sin que se desapareciera la sonrisa de sus labios, rodeó su brazos en el cuello del otro, teniendo que ponerse en puntillas para lograrlo. Le besó castamente en forma de saludo.

—No sé como lo hago sin ti. Tardaste mucho esta vez, ¿supiste algo de tus amigos?

Steve negó, abrazando a su novio por la cintura. —Scott y yo anduvimos todos sus lugares frecuentes y no hay completamente  nada. Ni de Bucky, ni Natasha, ni Sam. Scott habló con el rey T'Challa y le dijo que Nat había terminado su trabajo como le fue dicho, luego se fue a reunir con amigos según le contó el secretario Everett. La cosa es que esos amigos eran Sam y Bucky.

—¿Quieres que hablemos esto en la casa? Pepper es una mujer inteligente, puede ayudarnos.

Steve asintió, dándole un último beso antes de salir juntos del taller.

♡♡♡

Pepper tenía siempre metas bien fijas. Desde pequeña siempre supo que quería estar cerca de las personas poderosas, guiándoles; su padre decía que ella era mandona, y era cierto. Amaba mandar, por eso viéndose a sí misma en su presente trabajando las finanzas de una granja que ni era suya mientras actuaba como la madre de un rey prófugo... se sentía bien, estaba en su zona de comfort.

Creyó que extrañaría muchas cosas pero no extrañaba nada. Clint, el dueño de la granja, les dio permiso de trabajar en esta como si fuera suya y les pidió que en vez de guardársele un 50% de las ganancias como solía hacerse solo le guardaran un 10%. Dejando los 50% a los trabajadores y al capataz y un 40% para ellos, para que pudieran tener un ingreso mientras estaban allí.  Steve aceptó, prometiendo devolverle el dinero.

Ellos vivían bien, como dioses a decir verdad. Pepper solo tenía que preocuparse por cocinar para ella y Tony cuando Steve no se encontraba; y llevar las finanzas de una granja no era tan complicado si se comparaba con sus trabajos anteriores.

Descendientes de las olas [Stony AU]Where stories live. Discover now