XVI. Villanos

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De vuelta a Timely, todos volvieron a sus labores: el matrimonio Barnes a la cantina, Steve a la alcaldía y Tony a su taller que se encontraba mientras en la cantina, "mientras" porque estaba ahorrando para construir uno para él solo.

Gail se había quedado en Boston, decía que amaba la nieve y se quedaría allí todo el invierno, Rogers no estuvo muy de acuerdo con esa decisión pero al final la dejó porque ya no eran nada y no tenía ningún poder sobre ella*.

Ese día, Tony estaba en la tina siendo él mismo por unos minutos y comenzó a preocuparse. Él pensó anteriormente, que la razón por la que se estaba deteriorando a través del teseracto era el hecho de que estaba Gail Richards siendo la comprometida de Steve, de que ella se iba a casar con el hombre por el que arriesgó su vida. Pero si era así, supuso que una vez el compromiso entre Steve y Gail terminara, todo volvería a la normalidad, pero mirando a su pecho... No era así.

Emocionalmente se sentía mejor pero físicamente seguía desgastándose, él y la piedra a una misma frecuencia. Podía taparlo por toda la ropa que utilizaba gracias al frío de invierno, pero su piel se estaba llenando de horrible venas negras, como si el Teseracto le estuviera envenenando poco a poco.

Tenía miedo y estba confundido.

Todo estaba normal con él y Steve, a veces discutían pero la mayoría del tiempo incluso parecían una pareja au que no se había hablado de serlo. Claro, que no se habían besado.
¿Sería ese el problema?

-¿Tengo que besarlo para que esto se detenga?

Estaba siendo difícil, ahora estaban en Timely y ambos estaban ocupados y siempre rodeados de personas. A él no le importaba besarlo delante de todo el mundo, pero sabía que al rubio le avergonzaría y le molestaría.

Tony bufó y se deslizó para entrar su cabeza por completo en el agua, su aleta saliendo aun más de la tina al no caber por completo. Tocó la piedra que ya no brillaba y comenzaba a corroerse por algunas esquinas, tomando un pálido color gris. Intentó adivinar cuánto tiempo le faltaba, ¿años?¿Meses?¿Días?

Red Wolf le dijo que era una piedra muy poderosa y peligrosa, lo segundo podía verlo pero lo primero... Lo dudaba. ¿Qué tan poderosa es una piedra que supuestamente tiene consciencia si se deja morir solo porque él no le ha dado un beso al amor de su vida? O tal vez es una piedra malvada.

Aparte Red Wolf le había dicho que mucha gente sabía de la existencia del Teseracto y por eso fue enviada al mar. ¿No era extraño que nadie pareciera saber sobre la existencia de él? Fue a Bibliotecas buscando libros y no había nada.

Aunque sobre sirenas sí había mucho, de hecho, alguien sí le reconoció...

-Eres un hombre pez. -Adivinó James Barnes padre, cuando estaban solos en la sala y todo el mundo dormía-

-¿Perdone?¿De qué habla?

-Eso, que eres un hombre pez... Un tritón. No había visto uno con piernas, pero sí he viato muchos como tú antes, cuando era un niño.

-¿Cómo lo supo?

-Ustedes son diferentes a nosotros, no solo por la cola de pez, sino por otras cosas que no necesariamente son físicas. Las sirenas que conocí tenían buen corazón, ¿sabes? Me salvaron de ahogarme y se quedaron procurando que me despertara hasta que mi padre llegó y las cazó. Ellas eran dos, una murió al instante y la otra vivió para escuchar mis disculpas. Aún muertas, las tiré al mar para que mi padre no pudiera exhibirlas que eso quería.

-Pero eso no explica el cómo sabe que yo lo soy.

-Salvaste a Steven hace unos años de ahogarse. Él me dijo que tenías cola de pez, yo estaba seguro de que eras un tritón. Y lo sigo estando, digas lo que me digas.

Descendientes de las olas [Stony AU]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora