Descendientes de las olas [Stony AU]

III: Red Wolf

Era noviembre del 1870, las calles frías de aquella noche en Boston estaban adornadas de decoraciones navideñas; el verde, el rojo y el blanco siendo protagonista, los niños corrían y los hombres bebían amistosamente mientras hablaban de cazar algún siervo. Las mujeres casadas probablemente estaban en casa, cocinando la cena y las solteras caminaban animadamente hacia algún lugar. Steve miró sonriente el ambiente, eran pocas las veces que la ciudad estaba así, eran pocas las veces en las que el pueblo olvidaba la corrupción, discriminación e injusticia que reinaba en el lugar. Miró cerca aquella casa que fue su hogar por un tiempo y bajó de su caballo, Brave, para caminar el resto a pie, habían sido doce días de viaje y estaba terriblemente cansado. 

—¡Hey, pero miren quién es! —Escuchó la voz del anciano señor James Barnes Senior de lejos, quien hizo el intento de correr hacia él pero la falla ósea en sus piernas se lo dificultaba. Steve se acercó a él corriendo, evitando que se desestabilizara— Estas estúpidas piernas son un desastre, Danny Boy.

Se había acostumbrado a aquel  apodo luego de que aquella  canción irlandesa se popularizara. Steve lo abrazó, alegre de poder ver a aquel hombre que lo crio como si fuera un hijo luego de encontrarlo en la arena.—Le dije que se comprara un bastón, señor Barnes. ¿Cómo se encuentra su esposa?

—Devastada, ha pasado un año pero aún no lo supera. Le digo todo el tiempo que nuestro hijo es fuerte y volverá como si nada de la guerra. ¿Está cuidando bien a mi nuera?

—Natalia cuida bien de mi, señor, no hay mucho que pueda hacer por ella pero es una mujer fuerte.

El anciano asintió, estando de acuerdo, aquella mujer fue lo suficientemente fuerte como para apoyar a su esposo cuando decidió ir a la guerra a pesar de estar embarazada y nunca lloró cuando perdió su embarazo por haberse caído de la escalera. Peleaba arduamente por los derechos de las mujeres, ayudaba a Steve en el trabajo y el tiempo le sobraba para limpiar, cocinar y hacer la lavandería, el irlandés se sorprendía cuando llegaba del trabajo y se encontraba con el hecho e que incluso su caballo estaba limpio y alimentado.

—Mi nuera y tú deberían quedarse aquí, conmigo y la vieja. Oh, creo que he dicho esto bastante veces ya pero no me agrada que estén en aquel pueblecito perdido y olvidado por Dios, es un desastre que tengas que hacerte cargo de un lugar así. Podrías ser el sheriff de aquí, le caes bien al actual, dice que eres un joven justo. Además, a su hija pareces agradarle también, es algo presuntuosa pero sería una buena esposa para ti.

—Me lo dice siempre que viene, señor Barnes pero mi respuesta sigue siendo la misma; Timely me necesita y no tengo deseos de casarme por ahora, tengo muchas responsabilidades y muchos enemigos, no estaría bien. ¿Entramos a la casa?

—No, mejor demos un paseo. El doctor me dijo que debía caminar.

Tomándolo del brazo con su mano derecha y tomando la cuerda amarrada al caballo con la derecha comenzó a caminar con aquel hombre que fue más padre para él que su verdadero progenitor. Recuerda ese día, cuando llegó mojado, confundido y asustado a la casa de la familia Barnes, con el señor James Barnes a su lado y el pequeño Danvers en sus brazos, a su otro lado encontrándose Peter Hooke, el mejor amigo y socio del señor Barnes. La señora Barnes los recibió feliz, diciendo que su hijo deseaba mucho tener un hermano menor y allí conoció a James Barnes Junior, quien se convirtió en su hermano mayor y su mejor amigo. Fue adoptado por los Barnes y al pequeño Joseph Danvers lo adoptaron los Hooke.

—¿Sabe, señor? Estuve pensando en los Hooke, ¿cómo se encuentran? —Le preguntó una vez se pararon frente al mar—

—De maravilla, vinieron de visita desde Pennsylvania el otro día y no los pudiste ver por estar metido en el ano del Diablo. —Comentó, causando la risa en ambos— Se escuchan muchas cosas sobre New México, entre ellas un gobernador tirano y muchas muertes sin sentido. Mi vieja reza todos los días por ti, cada vez que escuchamos una noticia desastrosa sobre ese lugar.