「Thirsty」 ;+p. jm

❝✾Thirsty 36#✾❞

¿Cómo era posible qué una simple cría tuviera tantos problemas?.. Aún más de los qué debería tener.

Luego de cortar la llamada de Hoseok, Hara le ruega que la busque ya que en si, no sabe donde está. Hoseok con la esperanza por delante murmura que el teléfono fijo tiene un localizador y que en tan solo unos minutos pasará por ella rápidamente.

A tan solo unos segundos luego de cortar la llamada, Hara sube con cautela en busca de sus pertenencias, los pasos suaves y la madera crujiente fueron nulos ante el potente sueño de el Sr. Park, pues la menor recorrió el cuarto en busca de sus cosas y antes de irse lo miró con cautela, no podía creer que había dormido con aquel hombre imponente y hermoso, parecía un ángel, una estatua perfecta que reposaba sobre aquella cama liviana y suave. Su rostro se encontraba en calma y sus labios estaban algo secos.

Era evidente, aún la menor se estremecía de tan solo pensar en aquellos labios y esos ojos hipnóticos, aún estaba enamorada, perdidamente enamorada.

¿Quién podía culparle de un acto tan común? Lo lastimoso de todo esto era que aquel hombre mayor acarreaba demasiados problemas que sin dudas la chica no necesitaba.

—Gracias por traerme Hoseok.—murmuró la menor bajando del auto a solo unos pasos de su casa, puesto que no podía detenerse precisamente en el frente, Hiwo podría haber llegado de improvisto.

—No hay de que mi niña, nos vemos luego.— y con una radiante sonrisa se marchó.

Suspirando camino de manera pausada mientras su cabeza iba a toda velocidad, ¿Había hecho mal..? tal vez, pero ya no había tiempo de arrepentirse. Llegó a la entrada y sintió como su corazón se detuvo por unos segundos que parecían eternos.

Jeon Jungkook se encontraba sentado a los pies de la puerta de su novia, llevaba un semblante poco agradable y su ropa grisácea combinaba a la perfección con los pequeños escalones de la entrada. 

—Jeon...—murmuró mientras el chico se levantaba con hastío y con cautela caminaba hacía ella.—Yo...— y la abrazó. Un abrazo suave pero rústico a la vez.

—Eres una estúpida....—suelta de repente aún teniéndola entre sus brazos.— ¿Donde demonios estabas? ¿Por qué no me avisaste?—sus cuerpos se separan mientras el la mira con reproche.—Quiero explicaciones, Hara. 

Se mantuvo en silencio, observando a un Jeon un poco molesto, pensó en decirle la verdad pero no sería tan beneficiosa, así que mintió.

—Estuve con Hoseok...

—Claro.

—Estuvimos por ahí, quiso llevarme a pasear y...

—Hara, detente— objetó el pelinegro molesto.— Se que mientes, no estuviste con Hoseok, de hecho al primero que recurrí al no saber de tu paradero fue a él, quiso mentirme diciendo que estabas con el, pero cuando llegué a su casa y lo encaré me di cuenta de que no era así. ¿Por qué mientes? Quiero la verdad Hara, la quiero ahora.

—Jimin...—murmuró la menor viendo sus zapatos.

Jungkook no había comprendido, pero al cabo de unos segundos se iluminó.

—Estuve con el Sr. Park.—Observó como el chico se encendía y su mirada se volvía penetrante.—Pero no es lo que piensas

El ambiente era tenso mientras Jeon no decía ni una palabra, mudo, como si los ratones le hubieran comido la lengua, pero solo bastaron unos segundos para que un fuerte estruendo se escuchara, Jungkook la había golpeado, provocando que la menor cayera al suelo junto con sus pertenencias.

Hara estuvo a punto de levantarse cuando un auto conocido se detiene de manera furtiva ante ellos. El sonido de la puerta siendo azotada con fuerza es poca ante los pasos rápidos del sujeto que baja de aquel auto.

A los segundos aparece un Jimin furioso caminando hacía ellos, el Sr. Park no vio a Hara solo a Jungkook de pie con el ceño fruncido, otro estruendo golpea el silencio, Jimin propinó un golpe seco en la mejilla de Jeon, provocando que este retrocediera con una cortaba cubierta con uno moretón en su mejilla derecha.

—Eres una cría estúpida...—escupe Jungkook ya un poco estable luego del fuerte golpe. La mira directamente a los ojos, no quiere pelear con Jimin ya que no quiere armar un escándalo en donde pueda llegar a ir preso, no vale tanto la pena como para dejar a sus dos hermanas solas.—Dime Hara, ¿Con quién te quedas?—levantó la quijada mientras Jimin aún furioso debido a la adrenalina sin poder evitarlo también la mira.

¿Con quién te quedas, Kim Hara?..