❝✾thirsty 26#✾❞

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Yuso revisó por última vez el bolso de Hara para luego dárselo mientras la abrazaba. Fin de semana, el sol brillante y la suave brisa mañanera daban buen inicio al día.  La mujer se despidió de ella mientras Hiwo buscaba su maletín y se marchaba al trabajo.  Hara quedo sola en la casa observando impaciente la puerta en espera de la llegada de Hoseok.

El golpe seco sobre la madera pulida hizo que sus piernas se tensaran y que su cuerpo brincara del sofá a la puerta. Hoseok la miraba sonriente desde el otro lado con un auto rojo a sus espaldas. Cerró la puerta y con cierto miedo se acercó al auto.

Hara no era muy sociable y creía que aquello afectaría todo, de seguro se sentiría muy incomoda con gente nueva, pero la oportunidad lo valía. Tímida, subió al auto mientras este marchaba. Sin mirar si quiera de reojo la casa de los Park.

Tres chicos altos y de piel morena acompañaban en las canciones de la radio a Hoseok. Los cuatro chicos cantaban a coro mientras la brisa fresca circulaba en el auto. Dos chicos a delante y el otro a un costado de la puerta. Eran agradables y de fácil trato, lo cual relajo a Hara. 

Pero había uno. El chico del asiento delantero que cantaba agudo y se reía de todo, de cabello rubio y ojos claros, con una dentadura brillante y unos ojos pequeños que se perdían cuando reía. La miraba de reojo con sonrojo. No se podía negar que la menor era linda, Hoseok se daba cuenta y con una pequeña sonrisa acompañaba el viaje.

Luego de haberse estacionado ante el sol brillante, Hoseok salió primero del auto para enterrar sus pies en la arena caliente, luego lo siguieron los otros dos dejando a la chica al lado del vehículo con un chico curioso que la escaneaba. Pero antes de que ocurriera algo Hoseok llego hasta ella con la mitad de sus bermudas mojadas para tomarla de los brazos y jalarla hacía la playa. Hara reía al ver como los otros chicos jugaban entre ellos, definitivamente el haber venido había sido una buena opción. 

El rugido feroz de una motocicleta rompió el leve silencio de la desierta playa, unas botas negras chocaron contra la arena escurridiza y unos ojos brillantes observaban la playa con cautela. 

Jungkook dejó su casco a un lado mientras sus cabellos se mecian sobre su rostro. Divisó a lo lejos a los cinco chicos y sus ojos rápidamente cayeron sobre Hara. Frunció el ceño burlón al ver como un chico rubio le miraba sonrojado a la menor. Y con una sonrisa oscura camino hasta ellos sin ser aún visto mientras se despojaba de su chaqueta quedando en una fina camisa blanca. 

Sus brazos rodearon el cuello de Hara sorprendiendola en sobre manera. Los otros dos chicos le miraron y el rubio se alarmo. ¿Acaso aquella niña tenía novio? Hoseok llego hasta ellos y con una sonrisa cómplice negó.  La pego a su pecho con una sonrisa en los labios. 

—Amor, pensé que no te dejarían venir...—actuó rápido.—Que bien que estés aquí.

Miro de reojo al chico observado como algo apenado bajaba la cabeza con disimulo. Jungkook la soltó mientras daba la vuelta y regresaba a su moto. Hara quedo aturdida ¿Qué hacía Jeon aquí?  Miro a Hoseok y este rápidamente huyó.  

Después de las instalaciones en la pequeña cabaña rústica todos estaban afuera jugando con la pelota. Hara se encontraba sentada debajo de una sombrilla amarilla con ropa ligera, no tenía traje de baño y no le apetecía tener uno. Hoseok estaba sentado a su lado con solo una bermuda dejando que su pecho se bronceara levemente.  La chica miro al frente observado como Jungkook, Hyeung, Jihok y Cheonsang jugaban con destreza sobre la arena. Ya los conocía y sabía que el rubio se llamaba Jihok,  luego de que Jungkook apareciera el ponre chico no se acercó a Hara. 

El pelinego llevaba una camisa ligera con algunos botones abiertos de tonos azules con flores tropicales con unas bermudas cortas, su cabello y todo el estaban cubierto de agua salada y tierra caliente. 

Y por primera vez lo vio reír.  Sus dientes de conejo se ancharon sobre su rostro mientras sus ojos se perdían y su nariz se arrugaba, su tonada suave la sorprendió al instante, su cabello se mecia sobre el viento mientras su camisa se adheria a su cuerpo. Le alegraba que su compañero se la pasara bien. 

Era hora de que todos jugaran en el agua y aquello a Hara le aterro, sus pulmones no estaban preparados para tragar agua salada y ser llevada por la marea potente, quiso echarse para atrás pero Hoseok se lo impidió.  

Y como era de esperarse Hara se ahogó.  Las tablas de surfs quedaron flotando solas en el agua mientras Hara era cargada en brazos por un Jungkook preocupado,  la posó en la arena mientras sus dedos arrugados tocaban desesperadamente las mejillas de Hara, hasta que tocio dejando medio oceano a sus pies. Los chicos suspiraron aliviados e intentaron ayudarla, pero Jeon se los impidió. 

La tomo entre los brazos y la llevo a la cabaña dejando a los demás afuera. 

—Lo siento...—soltó Hara ya adentro y con un Jungkook pálido. El chico le miró para luego acercarla a él y abrazarla con fuerzas.

—Te odio...—susurro cansado. —No debiste hacertela de guay e intentar nadar, pabo.

El sol cayó dando paso a la luna plateada cubierta de estrellas,  los cuatro chicos rodeaban una fogata con comida entre sus manos. A excepción de Jungkook. El chico estaba alejado de ellos, sentado a la orilla de la playa con la luz lunar acogiendo su rostro. Hara lo miro y por unos momentos se sintió mal. 

Hoseok le codea mientras mastica su salchicha quemada;—Ve, no lo dejes allí solo boluda. La chica asintió. 

—Jungkook...—susurró mientras se sentaba junto a él.  Jungkook le miro y sus ojos brillaron. 

—¿Qué haces aquí,  Hara? Deberías estar en la fogata hace frío. —soltó mirando el océano. Hara le tendió in pedazo de comida el cual el acepto sin recelo. 

—¿Cómo sabías....

—Hoseok me invitó. —le cortó mientras suspiraba. —Al principio me dio miedo su cara y lo iba a golpear, pero cuando me dijo que tú estarías aquí acepte.—le miró.—No me cae del todo mal, pero su cara no deja de asemejarse a un caballo.

Hara río.

Ambos se miraron a los ojos, el viento frío hizo que ambos sin darse cuenta se acercaran más buscando calor, la marea dormía mientras ellos hablaban con la mirada de Hoseok sobre ellos. Luego de que Hara sonriera de nuevo, Jungkook se quedo mudo observándola.

Se veía preciosa con el cabello húmedo y los labios morados por el frío, sus mejillas habían tomado un bronceado sutil y sus ojos estaban rojos, desde donde estaba podía contar los granitos de arena que se posaban sobre su rostro y cabello. Se estaba volviendo loco, joder.

—Oye...—llamó casi mudo. La chica le miró—Se mi novia, Hara... 

Quedo muda por unos segundos, la había tomado desprevenida y no supo como actuar, se iba a levantar y huir, pero Jimin y el sufrimiento llegaron a ella congelandola más que el propio frío. Y queriendo olvidar todo, asintió con sonrojo.

Ella también se olvidaría del Sr. Park y para eso estaba Jungkook...

「Thirsty」 ;+p. jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora