❝✾thirsty 17#✾❞

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Hara enrollo sus piernas sobre la tierra humedad del jardín. Estaba feliz, contenta a mas no poder. Hiwo no estaba así que podía ser ella misma. Y luego estaba el Sr. Park. Quien estaba con la chica hablando mientras enterraba las rosas. El padre de la joven había recurrido a Jimin para que arreglara su desastroso jardín delantero. El, gustoso acepto solo con la simple idea de poder ver a Hara. Y allí estaban, el sonreía ante las anécdotas de la menor mientras ella enredaba el pasto entre sus manos mientras le veía.

—¿Entonces nunca quisiste mudarte a Corea?—pregunto Jimin mientras flexionaba sus rodillas y regaba las plantas. La chico lo miro por unos segundos, detallando su cuerpo brillo so por el sudor y en gran parte por el terrible sol que había, su cabello húmedo y despeinado el cual constantemente el hombre peinaba con sus dedos para evitar que cayera sobre su rostro. Jimin la miro esperando respuesta y ella rápidamente se ruborizo. 

—No.—murmuro sintiéndose intimidada por la mirada de aquel adonis.—Mi madre, ella...—no sabia como decirle a aquel ser que su madre no le quería y que solo estaba aquí por producto de los celos.—Quiso que me quedara un tiempo con mi padre.—mintió descaradamente. Bajo la mirada mientras una mueca de confusión adornaba los labios de Jimin.

—Me parece justo.—medito por unos segundos pensativo.—Tu madre no puede cargar contigo todo este tiempo mientras tu padre rehace su vida sin ti. 

La chica se quedo en silencio. Jimin se levanto y mientras se quitaba con sutileza los guantes de jardinería, murmuro;—Si fueras mi hija...—comenzó, ganándose la mirada curiosa de la menor.—Jamas te separaría de mi lado...—se acerco a ella dejando los guantes en el suelo, la miro desde arriba con fiereza. Hara trago sonrojada.—Se que no me estas diciendo la verdad Hara, pero lo entiendo. No te culpes por algo que no has hecho.—una sonrisa ininteligible adorno sus labios.—Te tendría aquí, a mi lado...—volvió a comenzar.—Junto a mi, sin poder irte, sin poder huir. Presa entre las paredes de mi hogar...—sus ojos brillaron provocando retortijones en la chica.—Si fueras mi hija... jamas saldrías de mi vista...—las piernas de Hara temblaron sobre el césped húmedo, Jimin se agacho ante ella sin despegar sus miradas. Su sombra, su presencia la cubría dejándola vulnerable. Aquel olor a almizcle invadió sus fosas nasales a medida que los segundos pasaban.—de mi presencia..—acerco lentamente su mano al rostro de la chica y con sutileza casi de manera invisible rozo sus mejillas calientes. Un suspiro involuntario se escapo de la menor haciendo que Jimin se tensara.—Presa entre mis brazos...—se acerco aun mas, como si ya no estuviera demasiado cerca. Su respiración caliente cayo con descaro sobre la nariz de Hara, esta entre abrió los labios atónita.—Sin poder marcharte...—sintió como Jimin plantaba un beso húmedo sobre su mejilla. Cerro los ojos inconsciente me sintiendo como su estomago se descontrolaba.—No sufrirías...—Jimin la miro por unos segundos, la chica aun mantenía sus ojos cerrados y sus mejillas calientes. Llevo su mirada a aquellos labios entreabiertos y unas ganas incontrolables de morderlos lo consumió en medida. 

Sintiéndose ajeno a aquellos sentimientos que lo albergaban cerro sus ojos mientras sentía como sus labios calientes rozaban los de ella. La chica se estremeció ante el tacto suave de Jimin, sus labios quemaban, ardían a mas no poder al sentir como aquel adonis se unía a ella. Jimin aun con su mano sobre la mejilla de Hara la acerco mas a el, deseoso por aquellos labios de fresa abrió su boca mientras sacaba con sutileza su lengua y la restregaba sobre la de ella. Hara gimió sin poder evitarlo, la mano de Jimin ardía sobre su mejilla y se sentía en la cima. Apretó la grama entre sus dedos mientras Jimin se estremecía al sentir  como la chica temblaba. Por un momento se había olvidado de todo, pero cayo en cuenta al recordar que era una niña, una pequeña de solo dieseis años a la cual le estaba comiendo la boca con descaro. Abrió sus ojos y aun sin dejar de besarle observo a la chica temblando sobre el suelo, con sus mejillas totalmente rojas y su cuerpo tiritiante. Estaba mal, estaba haciendo mal. No podía refrenar las ganas de estar con ella, pero no podía. Se alejo de ella rápidamente, provocando que la menor abriera los ojos alarmada. Jimin observo aquellos labios hinchados y una ola de placer recorrió su cuerpo, luego, miro sus ojos y un nudo se formo en su garganta al ver como Hara lo miraba aterrada. Se levanto de manera furtiva y se alejo sin mas hacia su casa, llevándose consigo la mirada de la chica sobre su espalda y el sabor de aquellos labios dulces en su boca. Hara miro como se encerraba en su casa dejándola sola en la entrada, llevo su mirada a las rosas y luego suspiro. Aquel beso había sido magnifico. 

「Thirsty」 ;+p. jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora