❝✾thirsty 08#✾❞

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La cabeza de Hara dolía, sus ojos se abrieron a la par en el momento de haber sentido como unas manos gruesas y ásperas tocaban su frente. Se levanto de golpe haciendo que su acompañante se alarmara y dejara de tocarla. Su respiración se acelero y sus mejillas se calentaron al ver que era su vecino quien la acaricia y se encontraba con ella.

― Yo lo siento... ― murmuro mientras pasaba sus manos sudorosas por sus rodillas. ― No fue mi intención de que te sintieras incomoda. ―agrego mientras se alejaba un poco de ella, cosa que era casi imposible debido a que ambos se encontraban en el sofá de la casa de Hara.

La chica se levanto confundida y miedosa. No sabía si él le había hecho algo mientras ella se encontraba inconsciente, así que se alejo.

―Disculpe, pero ¿Qué hace usted aquí?―pregunto Hara mientras detallaba los fornidos brazos de aquel adonis. Jimin sonrió compasado y se levanto del sofá marrón mientras se limpiaba.

―Vaya manera de tratar a tu vecino.―confeso mientras retiraba el cabello de su cara.―Solo he venido porque te he visto mal.―la miro.―Estabas desmayada cuando llegaste aquí con aquel muchacho flacucho.―objeto algo brusco mientras se acercaba.―Estaba en el jardín cuando los vi, lo siento si me he quedado aquí por cuenta mía, pero no podía dejarte sola. Eres una niña.―finalizo para luego alejarse al momento de darse cuenta de que a Hara le incomodaba.

Se mantuvo en silencio por unos momentos, si se acordaba de Jungkook y del accidente, pero luego de eso todo era confuso.

―Gracias...―murmuro hacia su vecino. Su tensión bajo al momento de acordarse del colegio.―Por favor no le diga nada a mi padre de que estoy aquí y no en el colegio. ―soltó suplicante mientras lo miraba.

A Jimin aquel gesto le causo ternura.

―Tranquila, no delataría a la niñera de mi hijo.― Sonrió haciendo que los nervios de Hara volaran.―Creo que debo irme, nos vemos mañana.―Hara lo miro confundida.―¿No lo recuerdas? Mañana cuidaras a mi hijo.―se despidió para luego salir de la casa de la chica.

Hara se lanzo al sofá exhausta tratando de recordar todo lo que pudiera de lo sucedido hace algunas horas.

Nada, no le llegaba nada.

Por otro lado Jimin se encontraba nuevamente trabajando en su jardín mientras disimuladamente echaba una mirada hacia la casa de Hara. No entendía por que había hecho eso. No era por ser buen ciudadano, porque en definitiva Jimin no era muy amable.

Algo se poso en él cuando había visto a aquella chica en los brazos del pelinegro el cual se detenía en varias casas preguntando en donde vivía Hara. Quería correr y quitársela de las manos, pero no entendía por qué. Su mente reproducía miles de veces la escena que había montado en la entrada de la casa de Hara, Jimin se le había acercado a Jungkook preguntándole angustiado que le había pasado a la chica que tenía entre sus brazos completamente dormida, Jungkook al ver a aquel hombre imponente y masculino sintió una pizca de celos en solo pensar si Hara lo conocía. Así que monto una escusa diciendo que no era nada importante y que no lo molestara, y eso a Jimin lo molesto.

Prácticamente lo corrió de la casa de Hara mientras le quitaba a la chica de sus manos y le decía que se largara, Jungkook molesto se había negado pero Jimin lo alejo, haciendo que el pelinegro se fuera echando humo por la cabeza y dejando sola a Hara con Jimin.

El cuerpo del anaranjado se encontraba temblando al sentir como la chica se movía débilmente sobre sus brazos y como su respiración calmada chocaba contra su pecho. Se adentro a la casa junto con ella y sin buscar mucho la soltó sutilmente sobre el primer sofá que observo.

Hara cayo suavemente sobre los cojines y debido al movimiento provoco que el pequeño escote de la chica se pronunciara y llamara la atención de Jimin, quien en ningún momento dejo de mirarlo.

Se sentía bien ver aquel diminuto cuerpo tendido sobre el sofá descolorido de la sala, con sus cabellos alborotados y su falda levemente elevaba dejando volar a la imaginación. A Jimin le picaban las manos por no poder tocarla, por no poder saber si aquella piel blanquecina era tan suave como se veía.

Se moría por tocarla.

Pero se controlo, por un momento se le había olvidado que era una cría y que se encontraba inconsciente.

Las manos de Jimin temblaron mientras tomaba la pala y comenzaba a cavar en su jardín, el solo pensar en lo que pudo haberle hecho a esa niña lo habían sentirse caliente.

Joder niña, ¿Qué me estás haciendo?

「Thirsty」 ;+p. jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora