Capítulo 24

1.7K 250 24
                                    

Gun.

Las arcadas continuaban a pesar de que había devuelto todo lo que había comido.

El conocimiento de que estuve a punto de irme con un traficante, incluso peor, con un asesino, llenaba mi cuerpo de escalofríos. Seguía sin aprender la lección, seguía cometiendo los mismos errores...

Cuando Off quiso llevarme a casa, a su casa, mi cabeza estaba por explotar. No entendía nada de lo que pasaba, no había entendido por qué se llevaron a Bruno.

No lo había hecho hasta ahora.

Hasta que, después de llegar donde Krist y ducharme, Singto me había contado todo lo ocurrido. Me hizo darme cuenta cuan ciego había sido al dejarme llevar por mi comportamiento pueril e irme con alguien, que era prácticamente, desconocido para mí.

No lloré, no.

No me merecía la pena.

Sentía tristeza, pero el sentimiento que me embargaba era la rabia. Montones de rabia.

¿Cuán bajo puede caer un ser humano? ¿Cuán iluso puede llegar a ser?

Quizá ya lo sabía. Tal vez, muy en el fondo, era lo que mi intuición varias veces me había alertado. Pero como el tonto que era, me deje llevar miedos infundados.

Un asesino. En un tiempo remoto me había tachado de esa forma a mí mismo. Y resultó ser un pensamiento erróneo, había convivido con uno y ese entendimiento me enfermaba. No obstante era mejor olvidarlo, era mejor hacerlo o mi cabeza reventaría.

Salí del baño y me recosté en la cama, Krist y Singto me habían dejado solo para que "asimilara" todo. Mi cerebro necesitaba desconectarse, descansar. No quería pensar en el "que hubiera sido sí" o "que hubiera pasado". No quería pensar en los hubiera y la mejor manera era dejarme arrastrar a otro mundo, y que mejor que el de Morfeo.

***

No funcionó.

Pensé que dormir me traería calma, pero con lo único que soñé fue con un Off envejecido por la preocupación, los harapos que traía de ropa y pantuflas. ¿Por qué recordaba las malditas pantuflas?

Rememorar la forma en que lo vi la última vez, con lágrimas en los ojos suplicando algo que no entendía, me partía el corazón. A pesar de que él lo había destruido casi por completo.

Singto me había querido hablar de él, pero le advertí que al momento en que lo nombrara, me bajaría inmediatamente del auto. Entonces calló.

Me senté en la cama con la mirada ausente.

Lo extrañaba. Mi corazón estaba pidiendo a gritos por él después de haberlo visto nuevamente. y odiaba eso.

Mordí mis labios que estaban temblando.

—¡Gun!

Mire hacia la puerta y un oso blanco se abalanzo sobre mí. Me abrazaba con tanta fuerza que no me dejaba respirar.

—N-no p-pue-d-do— trate de hablar al tiempo que apartaba a mi amigo. —¡No puedo respirar!

New me miro con lágrimas en los ojos.

—Te ibas a ir. —dijo. Un sollozo salió de sus labios.

Lo mire culpable.

—Y-yo...

—Te ibas a ir maldito cerdo. —Y me envolvió nuevamente en un fuerte abrazo, mientras empapaba mi camisa.

No había querido llorar, no había querido hacerlo...pero...sin darme cuenta las lágrimas ya nublaban mi visión.

Perdido -OffGun- TerminadaWhere stories live. Discover now