Capítulo 24: Ronda de preguntas.

25 2 0
                                    

—Mejor será que...cambiemos de tema y nos tranquilicemos. No nos pueden ver así, hay que guardar la apariencia. Si quieres.. puedes preguntar lo que quieras —le dio otro sorbo al ron y volvió a dejar todo en su sitio.

—¿Es cierto lo que leí? —le preguntó con impotencia.

—No sé que viste —dijo seco.

—Todo esto te pertenece —mencionó dubitativa.

—Sí, estás en lo cierto. Todo lo que dice en los lugares donde lo hayas visto, te están diciendo la pura verdad —explicó.

—¿Tienes más empresas?

—¿A parte de esta? —respiró profundo.

—Si..

—Otra más, luego la verás —dijo Gorka.

—¿De qué se trata? —preguntó alucinada.

—¿Qué es lo que no entiendes de "luego la verás"? —contuvo los gritos que lo estaban invadiendo por dentro.

—Solo es una pregunta, ¿eh? Te lo he preguntado en son de paz —replicó ella.

—Y yo te contesté bien —aseguró.

—Ya, si tu.... —se calló para no empeorarlo más—. Tu eres quien me dijo que te preguntase lo que quisiera, no he dicho nada del otro mundo.

—Siguiente pregunta.

—¿Cómo te hiciste con la fábrica? —formuló una nueva cuestión.

—Mi abuelo me heredó los cimientos cuando falleció. La dejó en mis manos y la que luego verás, la fundé yo y hice todo lo necesario para convertirla en lo que hoy en día es —espetó.

—¿Tienes algo más en mente? ¿Entonces todo esto es obra tuya?

—Si, aquí mi abuelo tenía otra fábrica pero yo me encargué de que tiraran todo y lo hicieran de nuevo. Si todo me sale bien, no descarto alguna posible expansión en otros países —le comentó algunos de sus planes.

Ingrid cambió su semblante.

—Entonces debes de tener mucho dinero.

—De hecho, no es por presumir pero soy mi fortuna triplica la de muchos famosos como Julio Iglesias o Leonardo Dicaprio —dijo con orgullo.

—Todo un hombre de negocios.. —soltó Ingrid.

—Así es, Ingrid. ¿Qué edad tienes? No hemos hablado de eso antes.

—Con razón tienes tanta pretendienta.. por interés te quiero Andrés —se le escapó.

—Contesta —ignoró su comentario.

—¿Te interesa? —se interesó ella.

—Mucho, no quiero meter la pata si alguien nos pregunta sobre algo tan básico. Ah, también deberíamos de hablar de como te conocí, tu vida fuera de aquí y eso. Aunque sea mentira lo que se cuente, los dos tenemos que coincidir.

—Me parece bien —lo miró con odio.

—Tu edad, por favor.

—Veintiocho, ¿y vos? —le contestó la verdad.

—Treinta y cinco —se puso a pensar.

—¿Cuándo quieres que hablemos de ello? —le preguntó ella.

—Quizás luego.

De nuevo, se hizo el silencio en el despacho.

—Tengo sed —anunció Ingrid—. ¿Dónde puedo conseguir algo de beber?

—Si quieres ron, tengo aquí. ¿Te sirve?

—Lo que sea —dijo desinteresada.

Gorka le sirvió una copa y se la cedió. Ingrid la cogió y de un trago se la bebió.

 Ingrid la cogió y de un trago se la bebió

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Enfrentamiento mortal. ©Where stories live. Discover now