Bailando con el demonio (Paperhat Omegaverse)

Dieciséis

Después de un corto viaje llegué al hospital y pregunté por un doctor que pudiera ayudarme, se resistieron al principio por el hecho de no haber hecho una cita, sin embargo luego de hablar un poco me dejaron entrar a ver al doctor.

Tuve que explicar la situación tal cual se haria en cualquier caso, le conté, en pocas palabras que fui tomado por un alfa en mi tiempo de celo y el nudo se había formado.

—De acuerdo, me gustaría hacerle unos análisis –se bajó las gafas, dejando a la vista sus ojos, que eran de un azul obscuro.

Asentí y me dijo que lo esperara sobre la camilla, me levanté

—¿Qué edad tiene? –pregunté de repente sin la intención de incomodarlo –Doctor Erwin... –leí el nombre de su placa mientras él metía una jeringa en mi brazo.

—Tengo 27 años, ¿y usted? –sonrió levemente y sacó la aguja de mi brazo.

—Tengo 25 –solté un suspiro y sostuve un algodón sobre el piquete mientras él colocaba la muestra en un tubo de ensayos –eres mayor que yo...

—No lo parece –me miró por unos segundos, analizando mi rostro –Flug, usted trabaja mucho ¿no?

Asentí y él salió por unos segundos del consultorio con el tubo en manos y volvió sin él.

–En unos minutos tendremos los resultados –se sentó en su escritorio y con un ademán me invitó a sentarme frente a él, y eso hice –en caso de que la respuesta fuera positiva me gustaría que dejará de trabajar tanto y descansara un poco más ¿si?

A partir de ahí comenzamos a hablar un poco de varias cosas hasta que sin saber cómo de la nada desapareció el usted y comenzamos a tutearnos.

De pronto apareció una enfermera con unos papeles y se los entregó, él agradeció y los tomó.

–Aquí están los resultados –abrió el sobre que le habían entregado y lo leyó –tiene un nivel elevado de GCH*.

Aunque entendía los términos, no sabía si era obra de mi cabeza e imaginación lo que estaba escuchando.

–¿Qué significa eso? –me acerqué a su escritorio.

–Eso significa que estás esperando un bebé –se levantó de su silla con una sonrisa –felicidades a tí y a tu alfa.

—Yo... –comencé a decir apenado –yo no tengo un alfa.

La expresión del doctor cambió a una de sorpresa aunque pronto regresó su sonrisa.

—Me postularía a ese puesto pero un pobre beta como yo no podría hacer mucho por tí –mi cara enrojeció en cuestión de segundos tras oírle decir eso y eso lo hizo reír un poco –nos vemos dentro de dos meses para el ultrasonido, Flug.

Caminó hacia mí con una sonrisa –nos vemos... Erwin –bajé la cabeza por la vergüenza y salí de ahí, sintiendo su mano en mi espalda al pasar a su lado.

Regresé a casa con una sonrisa en la cara y ganas de contarle la noticia a mi pequeña y por supuesto, a White Hat.

__{Black Hat}__

Desde que la niña estaba en casa, ya casi como si de un habito se tratara todos los días me sentaba a su lado cuando comíamos, nunca la dejaba sola para eso y después de eso, cuando se ponía a dibujar me quedaba ahí a mirarla o hablar con ella; cuando terminaba me daba los dibujos y se iba a jugar a su cuarto o a dormir un rato y yo colgaba sus dibujos en una de las paredes de la oficina.

—Mi papá dice que te quiere mucho ¿sigues sin quererlo? –me preguntó mientras comíamos mirándome fijamente.

—Se podría decir que lo quiero más que antes, pero aún no tanto como él merece