Seis

6.3K 686 161
                                    

「Flug」

Conduje un buen rato y conocí al chico, su nombre según me dijeron es Apolo, como el dios griego de la música... Tiene 23 años, tiene los ojos grises y el cabello castaño, mide 1.68 es un poco más bajo que yo.

Era perfecto para el jefecito, así que decidí firmar el contrato; de mi cuenta caerían 1000 dólares cada mes que pasará con él, era una cantidad fuerte pero valdría la pena.

Tarde menos de dos horas en firmar y entregar los productos, no tenía nada más que hacer, así que volví a casa.

Al abrir la puerta lo primero que encontré fue a Demencia durmiendo y le dispare con el rayo rápidamente, no quería despertarla pero aún así sucedió.

—Gracias Dr. Idiota –dijo levantándose del suelo –por cierto, Black Hat te estaba buscando y no parecía nada contento.

La miré con miedo y ella estalló a carcajadas

—Dijo que te veía en su oficina, yo que tú me apuraba –trepó la pared y huyó rápidamente.

Probablemente se quedaría afuera de la oficina a oír lo que decía el jefe.

Caminé rápidamente hasta la oficina, cuando llegué toqué la puerta y cuando oí la respuesta de mi jefe, entre.

—¿Me puede explicar porque se fue sin avisar? –no esperó que siquiera cerrara la puerta cuando empezó a hablar, se notaba un poco intranquilo.

—Yo... Quise hacer las entregas pendientes pero no lo quería molestar

Escondí un poco lo que hice; es decir, si hice las entregas y obviamente no lo iba a llevar a ver al omega que me iba a reemplazar... Duele el solo pensarlo, lo único con lo que lo podía alegrar y complacer iba a ser tomado por alguien más y yo no podía hacer nada.

—Cualquier decisión se me debe de ser informada, no se manda solo Doctor.

Cada vez que uno de los dos hablaba se veía más molesto, se le notaba en la cara, en la voz y me daba miedo.

—Yo... Yo... –si cada decisión que fuera tomada debía ser anunciada al jefe, debería informarle que iré a trabajar con su hermano ¿No?

En cuanto firmé el contrato lo llamé, dije que aceptaba el trato y que si era posible mañana mismo me iría de la mansión. Se puso tan feliz y dijo que me iba a recoger, solo que hablara con Black Hat...

Tenía la seguridad de hacerlo pero en cuanto Demencia dijo que me buscaba y que no estaba nada contento toda mi seguridad huyó... Ahora mismo estoy tratando de luchar en contra de mi mismo para poder decirlo sin terminar llorando.

—¿Usted que, Flug? –su semblante serio, fastidiado por mi tartamudez y molesto por lo mismo lo empeoraba todo.

—Y... yo renuncio –dije por fin, lo dije lo suficientemente alto para que me escuchara aunque como a poco el nudo de mi garganta se iba agrandando.

—Ya habíamos hablado de esto

Creo que detecto algo en mi voz o simplemente no me quería dejar ir porque me quería seguir utilizando o porque no sería fácil encontrar otro científico.

—Empezaré a trabajar con White Hat, y un nuevo científico está aquí para trabajar con usted –mi voz comenzaba a temblar, era la primera vez que me revelaba en su contra.

—¿Y que pasará conmigo? ¿Eh?

Lo sabía, él no me quería detener por quererme, solo era mi cuerpo... Solo eso.

—Un omega vendrá en unos días para estar con usted –ahí fue donde me quebré, ya había firmado el contrato y lo iba a aceptar pero dolía decirlo... Dolía tanto que esperaba que la discusión terminara pronto.

Black Hat resopló, supongo que estaba cansado de la situación

—¡Lárgate, animal! –gritó finalmente.

—Je... Jefe tengo un producto que mostrarle –titubeé, no me quería ir sin antes mostrarle en lo que había trabajado.

—¡QUE TE LARGUES! –gritó y salí corriendo con la misma velocidad con la que los lágrimas partían mi rostro en 3.

「Black Hat」

¡Lo sabía! Maldita sea, sabía que White Hat le había dicho algo; él está tan enamorado que no le importa que lo único que pueda hacer por mi sea ser mi pasiva. Flug nunca pensaría buscar un reemplazo por si solo.

Supongo que el nuevo científico no será un omega, de lo contrario el sistema de seguridad anti olores del laboratorio seguiría ahí.

Estaba tan furioso que comencé a arrojar cosas, incluso rompí la medalla de Alistor... No puede ser, me prometí que cuidaría esa medalla como si fuera mi vida porque es lo único que me recuerda a él.

Lo perdí hace tanto tiempo y ahora estoy perdiendo también a Flug, eso lo supe desde el momento en el que dejó de llamarme por su absurdamente tierno 'jefesito'.

Llamé al causante de todo esto –White Hat –apenas contestó dije su nombre arrastrando las letras con odio.

—¿Si? –contestó rápidamente con un toque de miedo en la voz, algo totalmente natural en él.

—¿Como es que te llevas a Flug? –dije sin rodeos, quería aclarar mis dudas lo más rápido posible.

—Mañana llegará Slug y 6.0.6 a trabajar contigo.

No pregunté eso, pero igual me servía. Como lo imaginaba, el científico que trabajaría conmigo sería un alfa, por eso Flug reinstauró el laboratorio.

—Dejame explicarme mejor –tome aire, estaba comenzando a enfadarme la conversación que parecía no llegar a ninguna parte –¿porque te lo llevas?

—Él tiene inventos que revolucionaran la vida de los omegas, desde pastillas para disfrazar las feromonas hasta supresores de larga duración –esas cosas eran totalmente desconocidas para mí, si tan solo el imbécil las hubiera mencionado antes pudieron haber salido al mercado hace mucho –además trabajando con otros omegas no correrá ningún riesgo –me estaba retando, aunque realmente tenía razón –pero ¿a ti que te importa? pensé que era un subordinado solamente.

—Lo es, pero me preocupa que no tome decisiones coherentes –la frustración comenzaba a ganarme.

—¿PORQUE TE DA MIEDO ACEPTAR QUE LO AMAS?

Escuchar gritar a mi hermano era algo nuevo, nunca nada hacía que su paciencia se acabara, pero creo que al fin encontré la kriptonita de este héroe. Los romances frustrados o unilaterales.

—¿Y QUE LE PASE LO MISMO QUE A ALISTOR? ¡LO SIENTO, PERO NO PODRÍA SOPORTARLO! –lo solté, llevaba milenios guardandome aquello.

Recuerdo perfectamente a Alistor, fue de los primeros humanos con los que tuve contacto... Crecimos juntos y sin pensarlo nos enamoramos, él tenía el cabello un poco rizado y castaño, sus ojos eran castaños y era pálido. Lo vi envejecer, hicimos de todo juntos e incluso tuvimos la idea de abrir una tienda de sombreros y la abrimos, por eso siempre los uso. Pero pasó lo inevitable, murió.

No sin antes darme una medalla que él había grabado con nuestras iniciales. Lloré tanto que prometí que nunca iba a enamorarme de nuevo.

Mi corazón se pudrió y con el tiempo me di cuenta que los villanos eran lo mejor que el mundo podía tener, eliminaban a los héroes; ninguno de ellos podía ser tan bueno como lo fue Alistor.

—Tienes la magia suficiente para hacerlo inmortal, no tiene porque volver a pasar –dijo mi hermano más tranquilo, creo que sintió el nudo que se hizo en mi garganta.

—Olvidalo, más te vale que tú científico y el oso lleguen mañana –me resigné, mi hermano estaba ganando la pelea –Flug estará mejor contigo.

Esa noche traté de hacer lo que pude para reparar la medalla, pero no pude. Como tampoco pude reparar el corazón roto que me dejó la muerte de Alistor.

Bailando con el demonio (Paperhat Omegaverse)Where stories live. Discover now