Capítulo 38 - Conclusiones

1.2K 57 103
                                    

Estuve a punto de lanzar el cuchillo, pero entonces de entre las sombras salió Alex.

-Miguel, soy yo. Necesito ayuda. Acompáñame, por favor.

No me dio tranquilidad, porque lo que Daniel nos dio a entender era que Alex tenía un problema en la cabeza. No sé porqué accedí a seguirla.

-¿Qué pasa? ¿Ayuda a ésta hora? Son como las 2 de la madrugada, Alex. ¿Acaso Daniel no puede ayudarte?

-Daniel no me quiso ayudar. Necesito tu ayuda. -Dijo ella-.

Insistió tanto que me harté y decidí ir. Al voltearme, mientras Alex no me veía el rostro ni me escuchaba, desperté a Laura y le hice señas de que se escondiera y me acompañara.

-Ven, es por aquí. -Dijo Alex-.

Tenía miedo de lo que ella pudiese hacer. Se puso rara. Habló de forma como de querer poner el ambiente "Romántico", cosa que le salió muy mal por obvias razones.

-Es que... ya sé lo de Laura y tú, y por eso vengo a hacerte una propuesta. Laura no se tiene que dar cuenta de esto.

Decide acercarse a mí, pero entonces pongo los brazos tratando de detenerla sutilmente.

-Alex, no lo haré, y tengo muchas razones para no hacerlo, y las más importante y la única que necesito es que amo a Laura. Perdón, pero no soy de esos. 

-¿Qué tiene ella que yo no? ¿Por qué eres así? 

-Alex, por favor. Ni siquiera te conozco un poco para decir que por lo menos puedo confiar en ti. Lo siento, pero no lo haré.

Alex comienza a llorar con rabia. Me da entonces miedo y no hago nada. Parecía una niña de 5 años. Laura entra en escena.
Alex agarró un cuchillo, y se cortó un poco el brazo.

-¿Qué está pasando aquí? -Pregunta Laura-.

-Él, Miguel... mira lo que me hizo... ¿Te parece bien? A parte dijo que quería enrollarse conmigo.

-Oye, Alex, no vayas a empezar. No tengo razones para lastimarte, incluso fuiste tú la que me dijo que viniera, y lo único que hiciste fue...

Laura me interrumpe con voz de celos, cosa que amo de ella.

-Eres una cualquiera, ¿Qué te pasa? Estuve escuchando y vi todo lo que pasó, ¿Me quieres hacer creer que Miguel te iba a lastimar sin razón alguna? No, Alex. Esto no está bien.  -Añadió Laura-.

Alex se fue sin decir nada.

Laura y yo nos abrazamos, y volvimos al dormitorio.
Cerramos con lo que pudimos para que nadie pudiera entrar.

-¿Qué le pasa a Alex? -Preguntó Laura-.

-No lo sé, pero a veces me da miedo. No quiero si quiera volver a intercambiar palabras con ella.

-Tampoco exageres, no sabemos la razón de que sea así. Eso sí, que no se vuelva a meter contigo.

Nos abrazamos, nos besamos, y nos acostamos a dormir abrazados.
Despertamos.
Los chicos tocaban la puerta desesperadamente. Nos dijeron que corriéramos, que el agua se había filtrado y que el búnker se estaba inundando. Laura y yo agarramos nuestras cosas, y salimos tan rápido como pudimos del búnker.
La horda de zombies ya había pasado.
El clima estaba diferente.
No podíamos perder más tiempo, así que nos dirigiríamos lo más rápido posible a la comunidad de Alex y Daniel.
Caminamos todo el día sin parar, y al final llegamos en la noche.
Era un lugar diferente, porque por lo que pude ver a simple vista, era como aquel "Fuerte de guerra" en Rusia, que tenía hasta un acuario.
Éste era un campamento gigante. Casas por doquier. Gente feliz, tranquila, y trabajadora.
Recibieron a Daniel y a Alex, y nos dejaron entrar gracias a ellos.
Pensé que nos pondrían en alguna habitación o algo, pero no fue así. Nos llevaron con el líder del lugar, quien para mi parecer, dejaría el puesto pronto debido a su edad.
Era el lugar perfecto. Era impenetrable.
Dijeron que el precio de vivir acá era que teníamos que ayudar a que esto creciera internamente, por lo que nos asignarían trabajos, o bueno, nos dejaron elegir.
Emma y Chloe fueron las primeras en hablar.

-Quiero ayudar en la parte de primeros auxilios. Escuché que estaba esa opción. Hice un curso antes de todo esto, y en una comunidad anterior también trabajé en esto. -Dijo Emma-.

-Emma, entonces creo que por primera vez en nuestras vidas, nos vamos a separar, porque quiero trabajar en investigaciones relacionadas con los alimentos... eso se puede, ¿O no? Sinceramente soy médica, alcancé dos semestres, pero quisiera encargarme de esto que nos mencionaron. -Exclamó Chloe-.

-Claro que sí. - Respondió el chico que nos estaba asignando trabajos-.

Era momento de elegir, y sinceramente no sabía por cuál camino irme.

-Hagámoslo juntos, ¿Quieres?

-Siempre, amor. -Le respondí a Laura-.

-Laura y yo queremos ser "soldados". Si se puede, ayudaremos en cada situación que se nos permita. -Dije yo-. Sinceramente queremos acción. -Dije entre risas-.

Todos ya habíamos elegido nuestros cargos. Aquí nos separamos y nos llevaron a nuestros puestos.
Nos separaron de nuestros amigos, o bueno, sólo de algunos. Laura y yo nos quedamos con Briana y Riley, quienes también harían lo mismo que nosotros.
Era un lugar muy bonito, muy tranquilo, y armonioso.
Ahora sí nos llevaron a nuestros dormitorios, alejados completamente de nuestras áreas de trabajo, y de nuestros amigos.

-Cariño, ¿Cómo te sientes con todo esto? -Le pregunté a Laura-.

Laura me miró con una sonrisa.

-Estaría mal de la cabeza si no estoy bien. Oye, esto era lo que habíamos estado esperando durando mucho tiempo. Se acabaron los días de no tener qué comer y de estar matando Z todo el día. Es nuestra oportunidad, y la quiero aprovechar, ¿Te unes? -Dijo Laura-.

-Jamás oí expresarte así. Y sí, acepto.

¿Todo llegaba a su fin? ¿Acaso era éste nuestro objetivo?
Estábamos cansados. Era un cansancio acumulado.
Nos metimos a la ducha. Reímos, hablamos de todo, nos besamos, abrazamos, y sentimos cómo éramos el uno para el otro.
Me sentí completo.
Nos vestimos y salimos de la habitación.
Había una carta en la entrada dirigida para Laura que decía:

"Mira Laura, no quiero peleas contigo, por lo que te voy a pedir en paz que dejes tu relación con Miguel, ¿Acaso no ves que no combinan? Déjalo, no lo mereces. Aunque creas que llegas a un lugar seguro, no lo vas a estar, porque incluso esto puede llegar a ser peor que afuera. Cuídate, Laura." Anónimo.

No sabíamos qué pensar. ¿Acaso era Alex?
Laura solamente entró de nuevo a la habitación. Estaba muy tranquila. Se sentó en la cama, y me llamó para decirme algo.

¡Aquí no acaba esta aventura! Ya se encuentra disponible la segunda parte de esta historia, la pueden ir a ver en mi perfil como "The Infection: En busca de un final"

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.


¡Aquí no acaba esta aventura!
Ya se encuentra disponible la segunda parte de esta historia, la pueden ir a ver en mi perfil como "The Infection: En busca de un final"

The InfectionTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang