Capítulo 6 - Esperanza

2.6K 116 21
                                    

El lugar ardía en llamas, y escuchábamos gritos.
No lo pensamos y corrimos hacia el lugar para intentar ayudar a nuestros amigos.
Ellos gritaban el nombre de Lydia. No entendimos al principio, luego entendimos que quizás fue ella la que inició el fuego. Ella no estaba, o eso creíamos. Lucas trataba de sacar de un hueco a Briana y a Philip. Parecía imposible que lo lograra solo, el fuego cada vez ardía más. Tuve que entrar a ayudar. Riley no quería que entrara, pero no tenía opción. Entré.
Sentía que me quemaba. El calor y el fuego me hacían sentir en el mismo infierno.
Le ayudé a Lucas. Primero salió Briana, luego por fin Philip. El lugar iba a estallar. En él había pipas de gas, por lo que tuvimos que correr mucho, pero, ¿Lo lograríamos?
La respuesta fue sí, lo hicimos, y salimos.
Boom. El lugar estalló por completo. Pedazos de madera, hierro, y diferentes materiales acabaron en distintos lugares.

-¿Qué pasó aquí? -Pregunté exaltado-.

-Lydia, nuestra Lydia, enloqueció por completo. –Dijo Briana, e hizo una pausa-. No era ella cuando hizo lo que hizo. No sabemos de dónde consiguió gasolina, pero lo hizo. Se la echó encima, al igual que a parte de la estación, y el resto es historia. -Explicó Briana con lágrimas en los ojos-.

-No puede ser cierto... No más. Ya van tres amigos, tres de nuestros amigos que mueren cuando ni siquiera va una semana de apocalipsis. No puedo con esto. -Dije lamentándome sin saber qué decir-.


No hubo movimiento ni palabras durante un buen tiempo, mientras tanto mirábamos con apreciación lo que quedaba de la estación. Era arte caótico. La noche, el fuego, amigos. Magia en medio del fin. Yo en lo personal no sabía cómo vivir con muertes cercanas, simplemente no sabía hacerlo.

Estábamos exhaustos, no dábamos más. Era muy tarde en la noche.
Tuvimos que seguir caminando, en busca de un lugar dónde descansar, o por lo menos uno donde estuviéramos seguros.
A pesar de lo ocurrido, Lucas parecía fuerte, estaba muy "normal" como para lo que pasó. Además Lydia no era cercana a él. Llevaba con nosotros 2 días.
Es un buen chico, en un futuro se convertiría en un buen amigo.
Caminábamos, caminábamos y caminábamos en la oscuridad. No teníamos nada.
Pero, para mí no fue tan malo estar toda la noche caminando, a pesar de mi espalda adolorida y no tener dónde descansar, estaba Riley.
Tenía a Riley, y para mí era suficiente. No sé si ella piense lo mismo, pero, me hace una gran compañía.

-Hace frío, ¿No? -Le pregunté a ella-.

Ella sólo me mira y medio sonríe. Tenía los brazos entrelazados.
No dijo nada, pero supe que tenía frío, así que le pasé el abrigo que llevaba yo.

-Oye, es un bonito acto, pero no, no pasa nada, estoy bien. Te dará frío.

Se negó, dijo que yo lo necesitaba más, hasta que por fin logré que se quedara con este.
Hablamos de todo, creo que ya nos conocíamos mucho. Cada palabra que salía de aquella boca era una maravilla para mí.
No me había dado cuenta lo que estaba sintiendo, o pensando. El caso es que, ella era la mejor chica de lo que queda de este mundo, pensé desesperadamente.
Las cosas no parecían mejorar. El dolor que pensé desaparecido, ahí seguía, y estaba sintiéndolo más, necesitaba descansar. No dije nada.
Habíamos encontrado algo, demasiado raro para ser real. Después de estar varias horas caminando sin rumbo, de charlar, de callar, de reír, de desesperar, ocurrió un milagro.

-Oigan, ¿Esto qué es? –Pregunté señalando y mirando al suelo-.

-Parece ser la entrada a algo, como un búnker. -Respondió Lucas mientras se agachaba-.

Estaba cerrado desde adentro. Tocamos y tocamos. Nadie daba respuesta.

-¡¿Hola?! -Gritó Philip-. Necesitamos ayuda, por favor, no nos queda nada.

Nos estábamos cansando de tocar, quizás no había nadie. Yo me estaba rindiendo, pero los chicos estaban entusiasmados, así que no dije nada.
Escuchábamos muchos Z viniendo hacia nosotros, no nos quedaba tiempo, y tampoco teníamos el aliento para seguir corriendo. Poco a poco se fueron acercando los Z. Poco a poco la adrenalina aumentaba en nosotros. Ahora nos preguntábamos, ¿Viviríamos para contar nuestra historia?

 Ahora nos preguntábamos, ¿Viviríamos para contar nuestra historia?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
The InfectionWhere stories live. Discover now