💌 Carta 34 💌

87 25 0
                                    


¡Querido Diario!

Recién me di cuenta que a Luca se le ve bien con gorros de lana. Nunca creí que los usará pero hoy llegó a casa usando uno de color azul oscuro.
Debo decir que lucía tan tierno.

En la tv se reproducía Friends, uno de mis programas favoritos, y por influencia mía ahora también de Luca. Él reía ocasionalmente por los chistes, me dediqué a mirar su sonrisa y a deleitarme con su risa, lo miré con atención, contemplé cada pequeña y mínima facción de su rostro hasta que me di cuenta de algo inusual.

De un tirón retiré el gorro de lana de su cabeza. Al principio pareció sorprendido pero después reparo en la situación que ahora nos encontrábamos.

— Luca, ¿qué hiciste? — indague incrédula, sin poder creer lo que veía

Dónde yacía una cabellera castaña abundante y llena de rulos ahora no había nada.

No podía creerlo, no podía creer que en serio lo había hecho.

Me levanté del sofá con el gorro en una mano y la mirada atenta en el suelo de madera color camel.

— ¿Por qué lo hiciste? — indague, mirándolo por fin

— Haysel, yo...

— ¡No tenías que hacerlo! No se supone que hagas éstas cosas por mí

— ¿Qué? ¿Por qué no? Realmente quería hacerlo, Haysel. ¿Acaso eso no vale nada para ti? — indagó ahora también de pie

— Que lo hayas hecho es todo para mí, pero nunca te he pedido que hagas éstas cosas

— Exacto. Lo hice porque quise, no porque me lo pediste

— Lo sé, pero no quiero que marqués tu vida de esta forma. Esto que hiciste quedará en el pasado, y no quiero ser esa clase de recuerdo, ¿me entiendes?

Luca se acercó a mí para acunar mis mejillas con sus manos.

— No importa lo que digas o hagas, voy a expresarte mi amor, Haysel Sellers

Y sin más que agregar, eliminó la distancia entre nosotros con un dulce y tierno beso.




Con amor, Haysel...

11:52pm.

Con amor, HayselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora