Prólogo 2

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Cuando abrí los ojos, estaba tirado en el suelo en el centro de un gran charco de sangre. Esa vez habían conseguido apuñalarme en un sitio delicado y me había dolido horriblemente. Nunca me acostumbraría a eso. Llevaba muchas décadas en el mundo y había muerto de muchas formas, definitivamente, morir apuñalado no era la peor de todas, pensé mientras sonreía a medias.
Me incorporé lentamente y me quedé sentado un momento en el asfalto. Aún siendo inmortal, necesitaba un descanso después de haber muerto. Miré a mi alrededor y entonces vi al chico que acababa de ayudar. Estaba abrazando sus rodillas con fuerza y meciendo su cuerpo sollozando desgarradoramente, como si ese vaivén le aliviara en cierto modo. Parecía totalmente desvalido y no paraba de decir entre lágrimas "perdóname..." Eso me conmovió profundamente. Me puse en pie sin esfuerzo y miré al joven tiernamente.
"No llores, por favor" dije suavemente.
Verle así de angustiado me entristecía. El joven se volvió con una expresión de asombro pintada en el rostro.
"No... No es posible... Estabas muerto" dijo él en un susurro y entonces se desmayó.

Mermaid's loveWhere stories live. Discover now