Cap. 9: Diferente a las demás

Start from the beginning
                                    

-Disculpa, ¿Sabes donde está la dirección?.- le pregunté a una muchacha de cabello castaño oscuro que estaba junto a mi.

-Sí.- dijo y me miró entera.

-Y... ¿Puedes decirme donde es?.- pregunté.

-Sí.- volvió a decir y luego se calló.

-¿Vas a decirme o no?.- pregunté irritada por sus tontas y monosílabas respuestas.  

-No.- dijo y sonrió con malicia.

Esto era perfecto, simplemente perfecto. No llevaba ni tres horas en ese lugar y ya me topaba con una engreída, el destino no está de mi lado, eso está más que claro.

-Está bien, gracias por nada. Adiós.- le dije con una cínica sonrisa y me volteé. No podía ponerme a pelear, no el primer día.

Salí al exterior irritada y con ganas de matar a esa chica, la odié de inmediato. Respiré profundo para relajarme y me senté en las escalinatas, no tenía ganas de ponerme a buscar la dirección sola, de seguro me perdería... pero tampoco quería que otra chica me respondiera así, ya que de seguro no pensaría dos veces el ser amable.

Solté el aire de mis pulmones pesadamente y miré la bella entrada en busca de una respuesta, y ahí estaba. Vi a un hombre de unos cuarenta años cortando unos arbustos, lo que me dio a entender que era el jardinero. Sin pensarlo mucho me levanté de un salto y corrí hacia.

-Hola.- le dije y el se sobresaltó haciendo que las grandes tijeras de podar casi me cayeran encima.

-¡Oh!.- exclamó.-¡Lo siento, señorita!.- dijo algo asustado por mi expresión de espanto, ver unas filosas tijeras caerte encima no es la mejor visión.

-Estoy bien...- dije algo afectada.-No pasó nada, así que estoy bien.- repetí esta vez riendo de alivio.

-Por favor, perdóneme.- se volvió a disculpar.

-No es nada.- dije más relajada.-Entonces... quiero preguntarle algo.- le dije mirando su gigantesco bigote que llamó mi atención.

-Diga usted.- dijo.

-Me llamo Laila.- le dije.-¿Cómo se llama usted?.- pregunté.

-Pedro, un gusto.- dijo.

-Pedro, ¿Sabe donde queda la dirección?.- le pregunté y él sonrió dándome a entender que sí sabía.

Luego de que Pedro me diera las indicaciones amablemente, fui capaz de encontrar la dirección. Sentí un alivio impresionante al llegar ahí, fue como encontrar la luz en medio de la oscuridad. Toqué la puerta y entré al despacho de una secretaria, me acerqué a ella y le expliqué que era nueva, pidió mi nombre y me dijo que pronto la directora me llamaría. Me senté junto a varias otras nuevas estudiantes y esperé pacientemente hasta que llegaron a la letra “R” y me llamaron.

Al entra la directora también me miró sorprendida, pero luego volvió a su expresión normal y se levantó para saludarme.

-Bienvenida, Laila.- dijo y estrechó mi mano.

-¿En serio se da el trabajo de saludar a todas las nuevas?.- le pregunté mientras me sentaba. A mi me daría flojera tener que saludar a las cientos de alumnas nuevas.

-Es necesario, me gusta conocer a las chicas.- dijo y tomó una carpeta.

-Apuesto que no se acuerda ni de la mitad.- dije a modo de chiste, pero ella ni sonrió, por lo que me callé la boca.

-Laila Renault, tu abuela estudió aquí.- dijo de pronto.

-¿Mi abuela? ¿Qué abuela?.- pregunté.

-La madre de tu padre, claro.- dijo como si fuera obvio.

-¡Ahh! ¡Esa abuela!.- exclamé.-No la conozco así que no tengo idea de que me habla, y aquí entre nos... no me interesa saber su pasado.- le confesé.

-Bueno... sólo era un dato curioso.- dijo.

-Muy curioso.- la apoyé. Yo nunca en mi vida había conocido a una abuela mía, ¿Acaso existen?.

-Pasando a otro tema, tus calificaciones son impresionantes.- dijo complacida.

-¿Impresionantes...?.- pregunté confundida.

-Sí, bastante.- dijo y me estiró la carpeta que revisaba.

La tomé en mis manos y comencé a mirarla, las notas más altas estaban en Historia, Música, Literatura, Filosofía, Idiomas, Biología y Matemáticas. De pronto algo hizo “click” en mi cabeza, esas no eran mis notas... eran las de Tyler. ¡Oh Dios! ¡Cambiaron las notas para que me aceptaran aquí! Abrí los ojos como platos por la impresión, no pensé que manipularían mi entrada y lo peor de todo... ¡¿Cómo podría mantener la imagen de genio si no lo era?!

DescontrolWhere stories live. Discover now