Capítulo 42.

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Capítulo 42.

Desperté al sentir como acariciaban mi cabeza con cuidado. Al abrir mis ojos, mi mejor amiga me dio una pequeña sonrisa, aún sin dejar de acariciar mi cabeza.

Dinah: Hey... ¿Cómo te sientes?

Alcé los hombros, recostándome en mi cama un poco, y miré al resto de mis amigas.
Ally y Normani estaban en el marco de la puerta de mi habitación hablando con mi madre, supuse explicando todo lo que yo no quería.

Mis ojos ardían y mi cabeza dolía tanto, que quería dormir por días. Tal vez para que el dolor de mi pecho desapareciera también.
Las chicas se acercaron a mi cama junto con mi madre, y sólo me cubrí hasta la cabeza con las mantas, para no llorar frente a ellas.

Ally: Vinimos a verte porque no fuiste a la escuela, y tu madre nos contó lo que ha pasado. Lo sentimos mucho, cariño.

Asentí mientras quitaba las mantas de mi rostro, e intentaba sonreírles ligeramente, pero sólo logre que mis ojos se llenaran de lágrimas.

Normani: ¿Aún quieres ir a Nueva York?

-Necesito saber si... si realmente hay un cambio, o al menos saber si quiere mejorar. Lo que sea, no lo sé. -suspiré, mirando a mi madre, quien asentía levemente.- Si no hay nada... creo que lo mejor será acabar con todo esto.

Ally: No puedes ayudarla más de lo que ya has hecho. -se sentó al borde de la cama, y acarició mi pierna por sobre las mantas.- Es algo que debe comenzar con ella. No puedes hacer nada más, Camila.

-No puedo dejarla sola.

Ally: Debes hacerlo, porque te está destruyendo también.

*POV Lauren*.

Estaba devastada, y en todo sentido posible.
El cansancio a penas me permitía mover los pies, sin embargo, vine a la escuela, y es que necesitaba distraerme y terminar el estúpido último año. Necesitaba salir de este lugar.

Entré al salón cabizbaja, y con mi pulso acelerado.
Había consumido antes de entrar a la escuela, así que al menos estaría bien por un par de horas. El problema era lo que vendría luego de eso.

xx: Diablos, hace cuánto no duermes.

Uno comentó cuando me senté en mi banco, y opté por ignorarlo.
Mis ojos quemaban, y estaba teniendo un ligero mareo que me provocaba odiarlos a todos instintivamente.

Lucy entró al salón quedándose de pie por unos momentos, sólo observándome.
Lo único que pensé, fue en que la golpearía tan fuerte que se arrepentiría de entregarme a la policía y de arruinar todo en mi vida.

Tras de ella entró el profesor, logrando que todos se sentaran. Lucy justo a mi lado.
Mis manos se convirtieron en puños, y mi respiración se aceleró. Estaba tan enojada con todo mi alrededor, y sobre todo con ella.

Había un gran caos en mi cabeza, y realmente no podía entender muy bien lo que era correcto en este momento. Lo único que quería era sacar todo el enojo que llevaba dentro.

Lucy: Lo. -susurró.- Hey... ¿Cómo estás?

-Cállate o te partiré la cara.

Lucy: ¿Es que aún no lo entiendes? -habló angustiada, y sonreí sarcástica, aún sin mirarla.- Quiero lo mejor para ti, soy tu mejor amiga, idiota. Tenías que acabar en la policía para notar lo mal que te encuentras. Tenías que perderlo todo para notar que...

Y me cansé.
Me volteé con rapidez golpeándola directo en el rostro, logrando que cayera de su banco conmigo sobre su cuerpo.
Una y otra vez mis manos se estamparon en su cara, hasta que el profesor, junto con otro chico pudieron alejarme de ella.

Next To Me. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora