Capítulo 41.

1.9K 143 2
                                    

Capítulo 41.

-Lauren Jauregui.

Pedí, luego de que me permitieran ver a mi novia que se encontraba en detención desde anoche.
Uno de los policías me llevó a la celda, y pude ver cómo estaba sentada en una esquina, abrazando sus piernas con fuerza, pareciendo que intentara detener su cuerpo de movimientos involuntarios.

Policía: Abstinencia.

Me explicó con un tono que pude identificar como burla, que me provocó más impotencia de la que ya tenía conmigo.

-Hola.

Hablé casi de manera inaudible, pero agradecí que me haya escuchado.
Alzó la cabeza y sus ojos dieron con los míos. Estaban rojos, hinchados y agotados, al igual que el resto de su rostro.

Estaba con esposas y con sus manos completamente destrozadas. Sus nudillos sangraban, y sus muñecas tenían pequeñas heridas y marcas. Demostrándome que intentaba quitárselas, pero sin resultados. Se estaba lastimando aquí.

Se levantó y caminó hacia mí, aferrándose a las barreras que nos separaban. Apoyando su cabeza y dejando caer las lágrimas por su rostro.

Sus dientes chocaban entre sí, sus manos temblaban al igual que su cabeza, y sus ojos no podían mirar un punto fijo.
Estuve observándola unos momentos, intentando juntar a la chica que tenía frente a mí, con la que había conocido hace tanto tiempo. Nada.

-Saldrás esta noche. -miré el suelo, y es que no pude continuar mirándola.- Yo me voy esta tarde. Vengo a despedirme.

Lauren: Camila, yo...

-¿Basta, si? -suspiré agotada, y ya sintiendo el nudo en la garganta, avisándome que lloraría en cualquier momento. Cosa que no pensé iba a suceder luego de haber estado llorando toda la noche.- No necesito explicaciones.

Lauren: Sólo escúchame.

-¿Hace cuánto pasó todo esto? -alcé la mirada, y lloré por lo quebrada que me dejó el verla de tal manera.- ¿Hace cuánto eres adicta a las anfetaminas?

Lauren: Cinco me... meses.

Mi estómago se revolvió, tal vez por la idea de tener que digerir todo esto.
Cinco meses y tuve que tener las pastillas en mis propias manos para darme cuenta.

-¿Por eso actuabas tan extraño cuando fuiste a Miami? -insistí, queriendo saber cada una de las veces que había jugado conmigo.- ¿Consumiste allá?

Ella cuando asintió, soltó una ligera sonrisa y ahí fue cuando mi tranquilidad simplemente explotó.
Seguía jugando conmigo, y no iba a permitirlo.

-¡Consumías anfetaminas frente a mí! -le grité, dando un golpe a los barrotes de la celda con una de mis manos, provocando que se alejara un poco. Ella nunca me había visto así.- ¡Consumiste drogas frente a mi hermana pequeña!, ¡Me mentiste en la puta cara!

Lauren: Las necesito, Camz.

Susurró, pero no le presté atención. Sólo comencé a recordar cada una de las cosas que habían pasado la vez que fue a verme a Miami.
Las salidas repentinas, los cambios de humor, los golpes.

-La noche que saliste por marihuana, ¿Compraste anfetaminas?

Lauren: Me estaba volviendo loca. -recordé, llevando sus manos a su cabeza.- Sólo te mostré la marihuana.

-Me decías que me amabas, mientras me mentías a cada segundo.

Mi voz se rompió, y el llanto me ahogó.
Cómo pude ser tan estúpida.

Next To Me. «Camren»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora