—¿cómo sabes tanto?— pregunta, curiosa

—soy mayor que tu padre y mis propios padres creían en todo eso— suspiro. Miro el jardín bien cuidado de Scott, la alberca sin ninguna onda de movimiento. Todo esta muy tranquilo.— a lo largo de mi vida he adquirido muchos conocimientos acerca de ello— me rasco mi tatuaje de la brújula— sólo los que tienen sangre infernal controlan las marcas y las convierten en maldiciones— explico— cada marca es poderosa pero si unes varias puedes incrementar el poder— ella asiente— necesitaría ver las marcas de ese tal Aaron... algunas son fáciles de quitar— un atisbo de felicidad noto en sus ojos. De inmediato, se pigmentan a un naranja— entre más cerca estén del corazón y de la cabeza, son más difíciles porque son las que están ligadas al alma— comento— sólo hay dos formas de eliminarlas

—¿cuales?— pregunta

—matando a quien lo maldijo o que las cumpla— suspiro— y sólo hay una forma de matar a la realeza del infierno

—¿cómo?— pregunta Less

—realeza contra realeza— respondo— tienes que ser reina, princesa o ser descendiente directo o lejano de la realeza— digo. De inmediato, Less parece tener un click en su cabeza pues su emoción y ansiedad crece al triple

—¡Atenea!— comenta— ¡es descendiente directo de la corona inglesa!

—ella puede matarla— le sonrío

—créeme, si la reina del infierno llega a tocar a Lily yo mismo le clavo su corona en el pecho— gruño. Mi corazón de repente late fuertemente pero sé perfectamente que no soy yo. Es mi alma gemela.

—mi padre dice que tienes las marcas de la estrella y la cruz... ¿qué significan?— eso hace que me tense. Sé la respuesta pero nunca lo he entendido.

—la cruz es el origen y la estrella lo puro, el arcoíris que es la entrada para ver esas marcas... hace alusión a los cambiantes— explico— se supone que quien tenga esas marcas además de conformar la legión dorada... — me muerdo las uñas— hay muchos mitos y leyendas pero muchas apuntan a lo mismo— Lessly me mira con más intensidad— dicen que fuiste procreado por el bien— alzo los hombros con indiferencia.

Llevo más de doscientos años en esta tierra y en ningún momento esas marcas que tengo detrás de mi oreja me han hecho más o menos poderoso.

Es como si sólo estuvieran de adorno.

—Dominic— interrumpe Scott. Su voz hace que mi corazón lata a un mil por ciento más... tenía mucho tiempo que no hablaba tan serio.

Less y yo volteamos y nos encontramos con mi alma gemela decaída, con los ojos llorosos y en shock. De inmediato, me levanto para ir con ella... me duele en el alma verla así.

Carajo, no pensé depender nunca de nadie.

Y aquí estoy, desmoronándome por ella.

—¿recuerdas cuando te explique cómo funcionaba mi poder de leer mentes?— Scott interrumpe antes de que llegue con ella.

—es un mar de pensamientos, tú sólo eliges que mente leer— respondo. ¿Qué carajos pasa?

—meses después de que naciera Harry desarrollé más mi poder y pude detectar a Blake un día después de que Alaska y yo...— lo corto

—no quiero saber eso— me río un poco y él sonríe ligeramente. Pero su sonrisa no dura mucho

—no son pensamientos, son sensaciones que logro captar de un niño en el vientre... así hayan pasado sólo horas de que lo hayan procreado— frunzo el ceño aún sin entender

Maldita Eternidad #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora