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Hola chicas.

De seguro querían el capítulo de que ya, pero estoy algo triste.

¡HAY MUCHAS PERSONAS QUE LEEEN Y NO VOTAN O COMENTAN!

Eso me pone muy triste.

Pero claro yo siempre seguiré escribiendo porque se que hay chicas que siempre están pendiente, ellas saben las que son y de verdad les envió muchos besitos babosos.

Espero les gusté el capítulo y si no les gusta pues díganlo la verdad :ccc.

Estamos en 17k *se mata*

*.~*.*.*.*~|*.

Se me hacia extraño pensar que las cosas pasarán tan rápido. Pero, el tiempo era eso, rapidez. En estos segundos solo sentía nuestras respiraciones chocando una con la otra, mis mariposas alborotadas y su melena rubia en mis dedos. Puedo aceptar que no quería sentir nada más en el mundo, quería que este fuera mi única realidad. Puedo decir que llevamos un tiempo así, simplemente chocando nuestros labios, triste que esta era la despedida. Evan se iría. Aunque diga que quiera quedarse, el me dejaría y es asombroso lo que he podido sentir en tan pocos días, porque eso han sido, días. ¿Por qué me duele que se vaya? ¿Por qué quiero que se quede junto a mi? Extrañare su melena y sus ojos oscuros sobre los míos, también su extraña forma de expresarse, tan idiota pero lindo, lo odio. Odió tener que sentir esto por el, es todo un cobarde ¿por qué tiene que correr ahora?

Sentí como sus labios fueron poco a poco despegando, sintiéndome vacía una vez más, ¿cuándo no? La felicidad solo duraba segundos cuando era con Evan. Puedo asegurar que sí fuera por mi tomaría su cuello y lo acercaría una vez más, queriendo sentir sus rulos en mis dedos, por última vez quería sentirlo, vaya mentira, quería sentirlo por siempre. Esa era la verdad.

-Tengo que irme-susurro cerca de mis labios todavía, ni muy cerca ni muy lejos, a la distancia perfecta.

Mi corazón se rompió, ya lo estaba, pero ahora está en pedazos más pequeños si es que se puede, el se iría, aunque ya estaba segura de eso, pero escucharlo una vez más de el pues me dolía en lo absoluto.

-Lo sé, ve-señale la puerta y mire al piso, no queriendo ver como se iba de aquí, dejándome sola una vez más.

Vi como sus manos alcanzaron las mías, sus dedos se entrelazaron con los míos, me sentía protegida, de un ángel que estaba sencillamente roto, igual que yo.

-Te volveré a ver-escuche esa oración, la cual hizo que me sintiera más sola aún, aunque eso significaba que en realidad podía saber de el una vez más, no sería como ahora.

Evan le dio un apretón a mi mano y camino hacia mi puerta, alce la mirada, quería verlo por última vez. Cuando observe el ya estaba mirando hacia atrás, con una de esas sonrisas de lado de sólo el, la cual de verdad no era una sonrisa de felicidad, simplemente una mueca, la cual quedaba muy bien en su rostro en otros momentos pero ahora mismo sólo quisiera correr a abrazarlo, sentirlo por última vez.

Pero, Evan ya había salido de la habitación.

*.*.*.

Me encontraba en la sala, comiendo palomitas de maíz mientras observaba como Jacob jugaba un juego en su teléfono. Bien, había olvidado en que consistían las tardes con un novio. Jugando videojuegos, no es que fuera aburrido, pero tampoco era algo que me encantaba.

Tratando de olvidar lo tediosa que estaba siendo mi vida estos días, horrible, se sentía incomodo no recordar algo que hayas hecho hace apenas un mes, por supuesto, me sentía sola para tratar de irme, igual que mamá.

-¿Podemos hacer algo entretenido Jacob?-dije mientras trataba de llamar la atención empujando lo. Recordando que Jacob y yo parecíamos más amigos que novios.

-Claro bebé, ¿qué quieres hacer?-su voz rasposa e sin motivación retumbo en la sala, haciéndome sentir más aburrida que nunca.

-¿Por que no estabas cuando hice eso?-trate de sonar fuerte, pero mi accidenté me recordaba al hospital, del hospital iba a el año que perdí y de ese año que perdí me llevaba a pensar en Evan, del cual se supone que no pensara, se supone que lo haya olvidado, porque Evan fue eso, sólo un chofer. Y cuanto me duele aceptar esto de esa manera, pero todavía extrañaba a Evan, lo quería devuelta.

-¿Tan sí quiera me escuchas Isabelle?-la voz de Jacob de nuevo, esta vez un poco enojada.

-Lo siento. ¿Qué decías?-trate de sonar tranquila nuevamente, pero la verdad era que estaba harta de Jacob. Si, el era bueno pero sentía tanta falsedad en el, no siento nada, cariño y solo eso.

Jacob no contesto mi pregunta pero de nuevo había un momento incómodo en la habitación, dejándome aburrida una vez más, sumergiéndote en mis pensamientos de nuevo.

Me pare de aquel sofá. Quedándome parada frente a Jacob, este solo subió la mirada y arqueo sus cejas.

-¿Qué?-dijo el, frunciendo el ceño. Luciendo totalmente confundido por mi actitud.

-Se todo Jacob, ¿crees qué puedes cogerme de estúpida?-alce un poco mi voz, estaba cansada de esto.

-¿De que hablas?-Jacob se paró también, quedando frente a frente conmigo, chocando las respiraciones, de nuevo, sin sentir nada.

-Jacob dime que es lo que pasa, ahora mismo-lucía como su madre.

-Perdóname Isabelle-vi como miro al suelo, buscando algún refugio que no recibiría de mi en lo absoluto-Fue ella todo, ella siempre fue la que fue por mi, yo lo siento tanto-vi como sus ojos azules se cristalizaban.

-¿De qué diablos hablas Jacob?-grité y si, estaba pensando lo peor, lo que no podía ser. Mi cabeza dolió y puedo jurar que vi sombras o simplemente estaba empezando a soñar despierta.

-¡Te acostaste con mi mejor amiga!-grite pero esta vez sin importarme. Una vez más, sintiéndome vacía, sin nada adentro o quizás esa era la verdad, estaba vacía.

De momento sentí como me caía, todo negro y silencioso, lleno de obscuridad, me daba miedo volver a sentirme así. ¿Por qué estoy vacía? ¿Mamá por que no me llevas contigo? Me siento sola acá, estoy sola.

I don't know you » Evan PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora