I will

2.8K 180 83
                                    

  Todo era rápido. Las enfermeras entrando y saliendo. El doctor se veía preocupado, incluso angustiado. La car de Hannah estaba pálida, sus manos apretadas a Evan, observándolo igual.

  De vez en cuando sus ojos bagaban a donde mi, solo puedo decir la envidia que siento por ella ahora. Pero que más, siempre ha tenido todo lo que he querido.

  Vi como se acerco al oído de Evan y susurro algo, claro yo no podía escuchar por tantos "beeps" de las máquinas.

  Evan la miro con una expresión confundida y me observó. Camino a donde mi sonriendo de lado.

—Ella quiere que seas tu la que este junto a ella—se que mi cara ahora estaba más pálida que la de Hannah. A penas habíamos intercambiado miradas en estos días, se podía decir que yo era una desconocida.

—¿Por qué ella querría eso?—mi voz sonaba rota, no quería estar allí y esa era la verdad.

—Supongo que ahora se da cuenta que tu eres lo único que tiene—Evan sonrío, dejándome saber que era correcto estar junto a ella en su parto.

  Lo abracé fuerte, Dios si esto no sale bien, solo quiero que Evan me de la oportunidad de estar en su vida.

  Mis pasos fueron lentos hasta la camilla de Hannah, cabeza baja igual.

—¿Que sucede?—escuche su voz baja.

—No encuentro la razón de que me escojas a mi—dije siendo realista, se sabe que ella ama a Evan con todas sus fuerzas.

—Pues, tu me has dado tantas cosas, tu hogar, tu familia, incluso me diste el hombre que amas, siendo yo una ilusa—dijo vagando buscando mi mano.

—Yo te perdoné, y no te lo di, el es mi novio pero, padre de tus hijos—rechazando su tacto.

—Fui una perra contigo—espetó.

—Es la verdad, pero esos bebes no tienen la culpa, los amaré con mi vida y daré todo por ellos—es la verdad.

  Hannah sonrío asintiendo a lo lejos.

  Las máquinas empezarón a sonar, muchos "beeps" por todas partes, irritándome.

  Miré a Hannah y sus ojos se cerraban, la veía lejos. Mis ojos fueron a donde Evan, sus ojos abiertos como platos.

—Algo anda mal, ¡DOCTOR!—gritaba—Hannah despierta ahora—le gritaba, moviéndola de un lado a otro.

  El doctor y varias enfermeras llegaron al instante, corriendo por la sala. Empezaron a hacer cosas que en realidad no podía entender. Los ojos de Hannah vagando, y de su boca salían palabras difíciles de entender.

  Su mano me apretaba con fuerza, pero no me importaba.

—Ahora es momento de que pujes Hannah—decía el doctor y Hannah no hacía ni ruido, pero en su cara se notaba que estaba haciendo lo más que podía.

—Hannah sigue haz lo más que puedas—le decía en el oído y ella asentía.

—Hannah estas haciéndolo muy bien ya veo la cabeza—empezó a decir el doctor y Hannah sonrío.

  Vi como el doctor fue sacando de Hannah un pequeño bebé, demasiado pequeño.—Es el niño— Miré a Evan y sus ojos brillaban, sonreí, esta es su felicidad.

  El doctor lo paso y se lo dieron a Evan.

—Bien Hannah, despierta falta solo un poco,dos pujones fuertes y terminamos—sentí como Hannah pujaba agarrando mi mano con fuerza.

—¡Hannah para! la bebé tiene el cordón enredado en su cuello—

  Todo a mi alrededor se puso lento. Las enfermeras cada vez llegaban más. Evan solo lloraba sobre su bebé, murmurando cosas mientras me miraba.

  La mano de Hannah cada vez era más débil, el doctor luchando para poder salvar las dos vidas, lo que era difícil.

—Isabelle, c-cuida a mis beb—

—Lo haré—

 

I don't know you » Evan PetersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora