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kim jisoo
Mis mejillas se mantenían sonrojadas pues ese era el efecto que ocasionaba en mí la cerveza, podía jurar que los demás de burlaban por mi manera tan boba que me colocaba con unos cuantos tragos, pero algo que podía burlarme de ellos era que yo mantenía la compostura y podría lucir como si no tuviera tragos en mi organismo. Gano yo.
—Pero...pero tu eres mas débil. —me retó Jimin, señalándome.
—Entonces hagamos una carrera hasta allá...—señale hacia el árbol que se mantenía caído a unos cuantos kilómetros de nosotros, cuadras o centímetros, no podría calcularlo muy bien.
—¡Hecho! —chilló el pequeño -en el aspecto de tamaño- encogiéndose de hombros. —Estás borracha, seguramente te caigas sin al menos poner el pie.
Respiré hondo antes de levantarme, sintiendo la presencia de JiMin a mi lado, colocándose en una posición muy extraña -supongamos que la posición inicial de una carrera, pero menos profesional-. Los chicos se mantenían a un lado, viéndonos tan embobados a como estábamos nosotros.
—De tin...marin...de dos...—sí, así comenzábamos nuestras competencias. —pinguen!
Mis piernas comenzaron a andar, pero cabeza daba vueltas en cada paso que daba, aun así pude ver a mis espaldas a un Jimin riendo tan atacado que le era imposible seguir con su transcurso. Una risotada estalló de mis labios, cuando el árbol que anteriormente propusimos como meta ya se mantenía a centímetros.
—¡Gané! —con la cabeza a punto de desvanecerse brinque sobre el lugar, haciendo un baile de victoria, ese tan habitual que solíamos hacer.
—¡Eso es trampa! —la voz ronca del señor de mis sueños se escuchó, supuse que había confundido la voz de NamJoon con la de él, pero no.
Eras tu.
Riendo junto a los demás.
—¡Una chica te ha ganado, idiota!
JiMin lucia tan cansado y rojizo que fui hacia él, sus ojos se mostraba rojizos por la risa que anteriormente se hbi cargado. No lucia enojado o decepcionado, sin más, se rió de nuevo con un poco de sorpresa.
—No pensé que me fueras a ganar.
—Nadie me ganaría...
—Entonces tendrás una carrera conmigo...
Hablaste, mi espalda se hizo recta al sentir tu presencia detrás de ella, casi susurrándome en el oído.
Nadie me ganaría, mucho menos tú, señor guapetón.
n/a
La actualizare día por medio por lo que ya estamos un poco -largo- cerca del final y no aguantó las ganas que lo lean osiosi
nunca he pedido votos pero si me regalan uno me animan mucho más uwu
