Capitulo 29

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Hace cinco minutos que espero la llegada de Evans. No puedo quedarme quieta en un sitio, mientras miro continuamente el reloj.

Ayer, después de que volví del trabajo, preparé todas mis cosas. Es imposible para mi irme a dormir sin tenerlo todo listo, sabiendo que voy a partir al dia siguiente.

Manchas salta a mi alrededor, debe pensar que vamos a ir algún sitio. Sabe bien que cuando me preparo así, anuncia un paseo.

—¡No mi gordo, esta vez no te llevo!

Karen se va a ocupar de él. Vendrá a buscarle al final de la mañana. ¡Estoy segura que le va a consentir todo y que este ingrato me va a olvidar en el momento en que ella entre por la puerta de mi casa.

Por encima vez repaso mentalmente la lista para cerciorarme de que no me olvido de nada.

Como es un fin de semana con Evans, he previsto algunos bonitos conjuntos de ropa interior.

El problema es que no tengo ni idea de la temática de estos dos días... ¿Vamos a quedarnos en la ciudad? ¿Vamos a ir al campo? ¿A la playa?

De todas formas, tengo la certeza de que iremos en moto por lo que he previsto algo cómodo. He cogido también un vestido y unas pequeñas sandalias en el caso de que salgamos. y por si hay alguna duda, también he cogido una camiseta. por lo tanto, estoy bastante orgullosa de mí misma. Todo cabe en una pequeña bolsa que puedo llevar a mi espalda.

Obviamente estoy un poco frustrada, puesto que normalmente suelo meter varios zapatos para el día, otros para la noche y las bolsas en las que los meto, etc.

Ya me estoy viendo... agarrada contra mi chico malo, el viento golpeando mi cara, el ruido del motor, la excitación de la velocidad.

Manchas me saca de mis sueños para pedirme suplicante que le acaricie.

—No te preocupes, tu amiga Karen va a venir a ocuparse de ti.

Sonrió pensando en mi amiga. Voy a tener que hacerle un informe completo del fin de semana sin omitir ningún detalle.

Mi corazón se llena de dulzura cuando traslado las atenciones de Evans durante la noche en su casa, a todo un fin de semana. De repente llaman a mi puerta. ¡Es Evans!

—Entra, entra —grito para que me escuche.


Me levanto rápidamente cogiendo mi boldo. Manchas ladra alrededor de mí. Me enredo los pies con sus patas y me estrello contra la puerta.

Cuando la puerta se abre, Evans sonríe al verme tirada en el suelo, la nariz húmeda de Manchas contra mi mejilla. esto es un fracaso de la versión de chica sexy.

—Hola princesa —sonríe con una ceja levantada.

Como cada vez que le veo, recibo una descarga eléctrica y mi corazón se acelera. A pesar de lo ridícula de la situación, una sonrisa se dibuja automáticamente sobre mi cara.

Me pongo de pie con la mayor gracia posible mientras que Manchas salta sobre Evans para lamerle a él también.

—Hola amigo.

Los miro divertida, mientras Evans acaricia la cabeza de mi amor peludo.

—Manchas, cuando quieras me dejas besar a mi chico, eh.

—Sabes... lo he pensado mejor... creo que nos vamos él y yo de fin de semana. ¡Ha sido un placer verte, Megan!

Nos echamos a reír mientras que Evans intenta con dificultad liberarse de las patas de Manchas, que ahora ha caído locamente rendido con sus zapatillas de deporte. Avanzo hacia él y paso mis brazos alrededor de su cuello. Me levanta y me sujeta por la cintura para ponerme a su altura. Mi cabello acaricia sus hombros.

Destino InesperadoWhere stories live. Discover now