Capitulo 23

1.1K 111 14
                                    

Esta mañana, dándome fuerzas, me he levantado temprano y me he vestido como una mujer de negocios. Un vestido corto en tonos rojos y un abrigo beige  largo encima.

 Un vestido corto en tonos rojos y un abrigo beige  largo encima

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.


Mi corazón late con fuerza desde que me levante. Saber que por fin voy a ver a Evans me pone... febril. Estoy a la vez feliz y estresada.

Cuando entro en la oficina, le busco con la mirada agarrando mi bolso con mis manos heladas. Me doy ánimos en silencio para mantener el control. Al no verle, dejo mis cosas y me dirijo a la cafetería. Se que es muy aficionado a su café de la mañana.

Esta allí con una taza en la mano, apoyado contra a pared, con la mirada perdida sobre la ciudad que comienza a desaparecer, detrás de un gran ventanal.

Mi corazón da un vuelco. Su actitud hiper sexy, nada estudiada, es simplemente él. Trago saliva con dificultad.

Cuando nuestras miradas se cruzan, recibo una descarga de 200 watios. ¡Maldita sea! Provoca tanto desconcierto en mi...  Le sonrío. De todas formas no puedo hacer otra cosa, estoy demasiado feliz al verle.

Cuando está a mi altura, pasa una mano a lo largo de mi cintura y acerca su cara a la mía para darme un beso. Su boca se desvía suavemente hacia mis labios sin apenas tocarlos... Su olor, ese que me gusta tanto, me invade completamente y creo que cierro los ojos. 

—Buenos días señorita— murmura en mi oído. ¿Puede ser consciente de que ese simple gesto desencadena en mi una especie de fuego ardiente?

Doy un paso atrás, a pesar de todo. Se que debo contarle ¡Pero tengo tanto miedo a su reacción! Los latidos de mi corazón se aceleran y miro al suelo.

—¿Que pasa?— su mirada cambia a sorpresa.

—Es necesario que te diga algo... Cuando no estabas aquí...— no llego a mirarle a los ojos. Juego con mis manos como una niña pequeña a la que han descubierto en una falta, mientras inspiro profundamente para darme valor.

—Estas enfadada por lo de Miami ¿Es eso? ¿Es por eso por lo que ayer no quisiste verme?

—No, claro que no Evans 

—No podía rechazarlo, Alexis es mi amigo.

—Lo se Evans... te he dicho que no es eso— se detiene y me mira.

Miro nerviosamente alrededor para asegurarme de que nadie puede oírnos. No puedo dar marcha atrás ahora— Cuando no estabas aquí, el sábado por la noche, tu hermano se hizo pasar por ti.

El bello rostro de Evans se transforma. Ahora leo la incomprensión en sus ojos color avellana

—¿Que?— su voz es calmada, pero esta llena de inquietud...

—Se hizo pasar por ti toda la noche... Hemos estado en un bar y nos hemos... besado.

Los labios de Evans se cierran y se abren varias veces mientras que frunce el ceño. Mi corazón se derrumba

Destino InesperadoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant