Maldita Eternidad #3

C19: Estrella de la mañana

—¿dónde aprendiste a hacer eso?— pregunto

—te recuerdo que mi padre es médico— me río, es cierto. Alex Taggart es dueño de el hospital donde trabaja mi padre... Alex es cirujano pediatra y jefe de esa área y mi padre, jefe de trauma. — además, quiero estudiar en Stanford... mis padres y Sean lo saben— me platica, concentrada en suturar. Lo hace ver muy fácil— quiero ser cirujana ortopédica— le sonrío pero ella no lo hace

—¿qué pasa?— pregunto

—Smith— suspira— sabes perfectamente que somos muy unidos y el también quiere ser médico... hablamos desde siempre en irnos a estudiar a la costa pero yo ya no quiero—explica— Smith quiere estar cerca del mar porque lo ama y por Harry

—lo entenderá, Emma— le sonrío

—espero que si— suspira— en fin, ¿qué hace aquí Brant?— frunce el ceño

—quiere comenzar a trabajar aquí, habló con mi madre hace unos días— digo— aunque sólo será poco tiempo, quiere seguir cuidando a mi abuelo Brent— tuerzo el gesto, Brent ya no puede caminar muy bien y según mi tío Asher comienza a tener signos de Alzheimer.

Lo veo bien ya que la última llamada que hizo con mi padre, Brent lo llamo zopenco número 64 que es el número con el que jugaba americano y la fecha de su nacimiento.

Si Brant Stone no molesta a mi padre entonces, esta mal.

—es guapo— comenta Emma— pero nada que ver con Sean

—dice mamá que Sean era el más travieso de ambos, nunca permanecía en algo... era temporal pero según ella cuando naciste, se volvió muy entregado a todo

—quisiera que Aaron cambiara por ti— me muerdo el labio. Emma deja el instrumental y comienza limpiar la cara de Brant

—Aaron fue y es torturado por su madre, nunca tuvo una infancia, nunca conoció el amor— explico— sin embargo, es bueno

—lo sé— me sonríe sinceramente— es una persona buena que es influenciada por una mala persona

—no fue su culpa que lo convirtieran en malo— suspiro

—pero si será su culpa si el resto de su vida lo es— me guiña el ojo

—su madre es la reina del infierno... ¿cómo destruirla?— gruño. Quiero hacerlo y no por el mal que se perfectamente que esta por venir quiero hacerlo para evitar que Aaron cumpla su venganza y que al amarme... no le duela.

Pero primero tengo que hacer que Aaron no quiera cumplir su venganza

—quieres destruirla sin conocerla— interrumpe Lily ya limpia— algunas personas no se destruyen con unos golpes, tienes que conocer a tu enemigo, conocer sus debilidades pero sobretodo, sus fortalezas

—¿por qué sus fortalezas?— pregunto

—porque así sabrás si la fortaleza de tu enemigo es tu debilidad— ella se sienta a un lado mío

—alguien en el infierno necesita mi ayuda— digo y ellas se quedan completamente calladas— no sé quien sea o quienes sean pero me están enviando señales

—¿cómo cuales?

—sueños... pesadillas— digo pero el timbre de la escuela suena y hasta ese momento me doy cuenta que Emma ya había puesto el tiempo en su curso normal. Suspiro, despidiéndome de ellas y de Superman.

Cuando salgo no hay mucha gente en los pasillos por lo que me permite avanzar rápido. El aula en donde me toca clase ya esta casi llena y, cuando me siento... no recuerdo nada más.

Es el mismo camino de antes, caluroso y con un olor fuerte a azufre. El sudor de mi frente es tan intenso que quiero gritar, la cueva llena de vapor y piedra oscura me lleva a una puerta color blanco. La puerta desentona con el matiz oscuro de todo el lugar puesto que es blanco puro... la energía que emana es tan poderosa, tan antigua... tan pura... nunca había sentido esta energía sólo en una persona.

En Aaron.

Me acerco lentamente y a un lado de esa puerta llena de energía pura hay un letrero en letras cursivas.

"Aquí yace la cruz y la estrella de la mañana, el poder de la luz y la oscuridad no se juntan aquí, libéralos y te verás con el ángel caído."

Todo comienza a ser borroso pero antes de desaparecer por completo, logro ver el símbolo. La estrella pura y dominante, justo en medio, la cruz... no tienen un sólo color si no, muchísimos. Como los ojos de los cambiantes al nacer.

Todo desaparece.

Cuando despierto, no hay nadie en el aula. Mierda... me he quedado dormida.

—Hola, conejito— me sobresalto, miro a Aaron con una sonrisa socarrona

—¡deja de asustarme!— gruño

—tu madre llegó sana y salva con los guardias de tu abuelo— dice y la tranquilidad en mi hace que sonría— aunque, vi a tu padre

—¿qué?— pregunto, sus ojos por un momento son rojos pero luego cambian a azul claro

—supongo que estaba esperando a que ustedes se fueran a la escuela para verificar que estuvieran bien en lugar lleno de gente. Scott la cuido todo el camino... me dio risa porque cada vez que veía algo anormal tu padre se asustaba y se preparaba para protegerla

—así es mi padre, el moriría por mi madre— el se muerde el labio

—yo no moriría por ti— mi corazón se hace pequeño— prefiero que mueras tú... que yo— el nudo en mi garganta comienza a hacerse más y más grande. Aaron me toma de mi mejilla— prefiero que mueras tú, porque no quiero verte sufrir por mi partida, no quiero que sufras el dolor de perder a alguien, no quiero que sufras... en ningún sentido— dice, el mira mis ojos ya cambiados de color con orgullo y ternura— prefiero vivir toda mi vida sufriendo por ti, despedazándome por ti que tú lo hagas... tú no te mereces ninguna clase de sufrimiento.

Su mirada intensa me penetra en mi alma, como siempre lo hace. Nunca había pensado en eso.

—Aaron, ¿quién es la estrella de la mañana?— pregunto, él frunce el ceño pero también se tensa

—¿Estrella de la mañana?— pregunta

—si— contesto

—el ángel caído, la estrella de la mañana— sigue viéndome con duda— es demasiado arrogante y peligroso, además le apesta la boca— me río— es el rey del infierno, Lúcifer estrella de la mañana— mis manos comienzan a temblar

En la cueva... ¿se esconde un arma?

¿A qué tanto le teme el rey del infierno? 

Hola, ¿qué tal les pareció?

¿Confundidas? Cuéntenme sus teorías de lo que creen que sea...🤭 🔥

Comentarios, shippeo... ¡todo! 

¡Nos leemos!

-Nat.