Dicen que es Amor.

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Cada vez tenía menos tiempo. Cada vez la veía menos. Ella por culpa de las campañas publicitarias y presentaciones mientras que nosotros teníamos come back.

Ya había pasado alrededor de un mes desde que todo se había terminado. Todo había vuelto a la “normalidad” lamentablemente no todo el mundo se lo había tragado.

Ir a las entrevistas de los programas era un verdadero suplicio ya que en todas por lo menos existía un par de preguntas con referencia a ella, a la dueña de mis sueños y pesadillas; aunque los chicos siempre solía ayudarme cambiando el tema.

En los programas de variedad era exactamente lo mismo. Mi imagen de chico cool había sido arruinada, ahora era un chico lindo y adorable, menuda estafa.

-Kris ya llegamos- soltó hyung haciéndome volver de mis pensamientos.

Mire a ambos lados y me di cuenta de que la camioneta ya estaba vacía, el único que quedaba era yo. Parpadee enfocando mi vista en hyung que me miraba preocupado.

-Oh! Creo que me fui en mis pensamientos- murmure mientras tomaba mi mochila y volvía a acomodar mis audífonos.

-Creo que eso te está pasando demasiado seguido Kris- murmuro mientras se sentaba a mi lado observándome fijamente.

-Lo siento-

-No tienes por qué sentirlo Kris-

Esta era una charla que NO quería tener OTRA VEZ, me dispuse a levantarme pero hyung me corto el paso con una de sus piernas.

Por el amor de dios como es que nadie me deja tranquilo.

-Hyung ya me haz sermoneado varias veces y creo que ya se me el discurso de memoria, no crees que es mejor que me dejes ir a dormir un poco en vez de soltarme un discurso al cual ya soy inmune-

Hyung suspiro pesadamente y se levantó –Tienes razón mejor te dejo descansar… por hoy- soltó una risita

-Yah! ¿Por qué eres así conmigo? ¿Qué fue lo que te hice?- gimotee mientras entrabamos en el apartamento –Espera, mejor no respondas- me gire a verlo y él se estaba riendo de mí.

Me tire en la cama como todos los días a mirar el blanco techo, quien ya se había convertido en mi mejor amigo producto de las largas horas que paso observándolo y este observándome a mí.

Suspire cansado, a pesar de no poder pegar los ojos.

Mire la hora y me lleve una no muy grata sorpresa. 5:50 am. Otro día sin pegar los ojos, otro día en el que mi cerebro no me deja dormir rememorando.

Volví a suspirar pero esta vez cerré los ojos me quedaban dos horas para dormir y no las pensaba desperdiciar, o eso creía yo.

-¿Sabes? Si sigues así morirás ahogado con tus propias palabras- musito una voz justo cuando estaba a punto de entregarme a los brazos de Morfeo.

-¿Por qué lo dices?- Suho se sentó en el borde de mi cama y yo le imite.

-No duermes porque piensas en ella y cuando duermes tienes pesadillas porque la pierdes- suspiro y se giró a verme.

-Eso no es así- fruncí el ceño frustrado.

Me sentía transparente y obvio, sentía que no era capaz de esconderme… era vulnerable.

-Claro que si- Suho bostezo –El hecho de que tu niegues tus sentimientos no implica que el resto no logremos darnos cuenta de ellos-

-Eso no es así Suho- lo iba a negar hasta el final, no podía ser tan vulnerable.

Just a Game?Where stories live. Discover now