Llevaba por lo menos tres horas pensando en el susodicho beso que revoluciono todo mi ser. No puedo creer que tuve la osadía de decirle “yo también te quiero Kris” y además le seguí el beso.
¿Qué hare? ¿Qué hare? ¿Qué hare? ¿Qué hare?
Por favor que alguno de los muchos dioses me envié una maldita respuesta!!!
¿No? ¿Ninguno? Entonces que les den por el…
Me gire como por millonésima vez en la cama para encontrarme con la pared de color verde que reflejaba la luz que se colaba por la cortina.
-Solo espero que no recuerde nada- murmure antes de hacer rendida en los brazos de Morfeo.
A lo lejos sonaba una melodía familiar pero mis ojos se negaban a abrir, por lo que me decidí a sacar mi brazo del calor de mi cama para apagar dicho aparato.
Tome el teléfono con todas las ganas del mundo te aventar el aparato contra la pared para que así dejase de sonar, pero como soy un ser civilizado apague la alarma.
Mire al techo y suspire.
Aguce el oído y pude escuchar los ronquidos de Kris en el silencio matutino del domingo que acababa de empezar.
-Si me levanto silenciosamente y trabajo de la misma forma podre evitarlo y luego seguiré durmiendo- murmure mientras amarraba mi cabello en una coleta alta para poder ordenar con tranquilidad.
Camine pausadamente hasta la cocina ya que no quería encontrarme con el desastre de frente pero para mí mala suerte me di de lleno con el piso ya que había quedado una botella tirada en el piso la cual yo torpemente pise.
-Maldita sea!- chille ya sin ningún tipo de cuidado porque el golpe que me di en el trasero supera con creces los golpes que me había dado antes en mi vida, pero al darme cuenta de mi grito me tape inmediatamente la boca con las manos.
Deje de respirar de golpe y aguce el oído y una vez que oí los continuos ronquidos de Kris me logre calmar.
-Menuda suerte- murmure justo antes de empezar con mi arduo trabajo de limpieza.
~~~***~~~
Eran eso de las doce del día cuando desperté.
Me senté en la cama y recordé todo lo que había pasado la noche anterior.
TODO.
Me levante silenciosamente ya que no lograba oír ningún ruido en la casa. La tranquilidad que reinaba en el lugar era totalmente perturbadora, más considerando el hecho de que me siento extremadamente avergonzado por casi haberme declarado ayer.
Aunque también estoy feliz porque ella me respondió “yo también te quiero Kris”
Aunque también podría haberme respondido por acto reflejo y al estar relativamente ebria no midió lo que dijo, aunque también hay personas que dicen que los borrachos son sinceros al igual que los niños.
Salí de mis pensamientos cuando note que estaba justo frente a la puerta de la pieza de ______ y ya tenía mis manos en la perilla de la puerta cuando me pregunte a mí mismo que diablos estaba haciendo ahí.
Respuesta que no tenía, solo había seguido a mi cuerpo porque mi deficiente mente aun sufría las consecuencias de ayer.
Respire profundamente y abrí, lenta y casi profesionalmente la puerta. Abrí un espacio suficiente para poder meter mi enorme cabeza y husmear.
